El certificado covid gana peso ante el incremento de los contagios

BarcelonaEuropa recorre progresivamente a las restricciones para frenar la aceleración de contagios que ha vuelto a convertir el continente en el epicentro del coronavirus. En el caso de Catalunya, donde también ha aumentado su circulación y esta semana ya se detecta el doble de positivos que hace quince días –53 contagios por cada 100.000 habitantes–, el Govern no prevé de momento el despliegue de ninguna medida para limitar los aforos o los horarios ni todavía menos un cierre generalizado de la población no vacunada en casa como ya está haciendo Austria. Con todo, y ante la aceleración de los casos, el comité de expertos que asesora a la Generalitat estudia un uso más extensivo del certificado covid en actividades no esenciales, por ejemplo la restauración o la cultura, como ya se hace en las discotecas o los banquetes de boda, y el conseller de Salud, Josep Maria Argimon, ha confirmado este lunes desde París que "muy pronto" se conocerán las conclusiones. A pesar de que varios miembros de este grupo se han posicionado a favor públicamente de la medida, la autoridad sanitaria ha subrayado que hará falta que la comisión delegada interdepartamental del covid, donde están representadas todas las conselleries, discuta su viabilidad, informa Laia Forès.

Entre los defensores de esta medida está el jefe de medicina preventiva del Hospital Clínic, Antoni Trilla, que en una entrevista a Catalunya Ràdio ha señalado que cuanta más gente haya vacunada, más "controlada" estará la pandemia. No se puede descartar que a los espacios "con más riesgo", como los locales interiores, sea necesario que los usuarios accedan vacunados o con una prueba diagnóstica reciente para demostrar que no son contagiosos, ha apuntado. Y también el jefe de sección del servicio de enfermedades infecciosas del Hospital del Mar, Robert Güerri, es partidario de extender el uso del popularmente llamado pasaporte covid en espacios cerrados "para reducir el riesgo de transmisión" antes de tomar decisiones más drásticas. Un argumento que también ha esgrimido Argimon: "De entrada, antes de tomar decisiones restrictivas pensaríamos en el certificado digital; eso sí, siempre bajo el visto bueno del Tribunal Superior de Justicia porque afecta a derechos y libertades".

El vicepresidente de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (CAMFiC), Jordi Mestres, cree que ampliar el uso del certificado también puede ser una herramienta eficaz para aumentar las tasas de vacunación en aquellos colectivos que todavía no han dado el paso de recibir la vacuna y que tienen entre 30 y 50 años. "Es una opción preferible a hacer aislamientos selectivos o imponer restricciones más duras, teniendo en cuenta que empieza a haber un aumento, a pesar de que no es alarmante", explica. Coincide con él el jefe del servicio de enfermedades infecciosas del Hospital Parc Taulí, Manel Cervantes, que la considera una estrategia "menos lesiva" que las restricciones, pero más útil para fomentar la vacunación que para controlar la curva de contagios. "A pesar de que puede reducir un poco la circulación en los entornos cerrados, también puede generar una falsa sensación de seguridad. Creo que su efecto real es muy limitado, pero que la administración hable de ello es una buena manera de recordar que la pandemia no se ha acabado", afirma Cervantes.

Riesgo de ingresar en el hospital

Los profesionales se resisten a hablar de una sexta oleada porque el aumento de los contagios es significativo pero no disparado, y no se está traduciendo en más presión asistencial. En caso de que se produzca un sexto embate, sin embargo, “no tendría que tener nada que ver” con los anteriores. De hecho, buena parte de los expertos confían en que la vacunación ayude a amortiguar el impacto, sobre todo en el ámbito hospitalario, porque reduce (a pesar de que no elimina) el riesgo de sufrir un covid grave. Este lunes hay 376 hospitalizados y 90 enfermos críticos y la mayoría de los contagios se dan sobre todo en las franjas menos inmunizadas, sea porque no se pueden vacunar (menores de 12 años) o porque su cobertura está estancada (de los 30 a los 50 años).

La investigadora del grupo Biocom-SC de la UPC Clara Prats ha alertado de que los menores de 70 años que no se vacunan tienen diez veces más riesgo de ingresar por covid que los que sí están vacunados. En declaraciones a Catalunya Ràdio, ha concretado que se produce un ingreso por cada 100.000 vacunados y 10 entre los no vacunados. Estadísticamente, sin embargo, con casi ocho de cada diez catalanes vacunados, y sabiendo que las vacunas no son infalibles, las diferencias entre estar inmunizado o no se irán difuminando. "En el Taulí muchos de los enfermos que nos llegan están vacunados pero poquísimos se ponen graves, y en la UCI tenemos cuatro, dos vacunados y dos no vacunados, todos ellos con más de 68 años", ejemplifica. Cervantes recuerda que la mayoría de pacientes graves se verá entre los no vacunados, mientras que en planta y en la atención primaria no habrá diferencias tan claras por el estado inmunitario.

La previsión es que los contagios en Catalunya aumenten al menos en los próximos quince días, ha avisado Prats. Ahora bien, con un 74,6% de la población con pauta completa (83,7% si solo se tienen en cuenta las personas que pueden recibir la vacuna), está lejos de las cifras de países con una situación epidemiológica preocupante como Alemania, con un 68% de vacunados y 303 casos por cada 100.000 habitantes. "Muchos de los países que encaran mal el noviembre y han tenido que poner restricciones no habían pasado picos muy altos en otros meses", valora Cervantes. Catalunya, en cambio, vivió una quinta oleada en verano inédita. El médico explica al ARA que la escalada de contagios es evidente, así como que hay una pequeña subida en los ingresos, pero destaca que no se está produciendo un incremento de las entradas en críticos ni de las defunciones.