Sergio Delgado: "Todos debemos estar preparados para emergencias más largas que el apagón"

BarcelonaSergio Delgado, subdirector de programas de Protección Civil, recibe al ARA en el Centro de Coordinación Operativa de Cataluña (CECAT), en la conselleria de Interior, desde donde el pasado lunes encabezó la gestión del gran apagón.

¿Dónde estaba el lunes a las 12:33 horas?

— Iniciábamos una reunión de dirección. Desde el despacho con la directora notamos el microcorte. Bajamos rápidamente al CECAT.

En situaciones así, ¿qué se prioriza?

— La prioridad número uno es comprobar que no se produzca un efecto dominó. Es decir, que este corte no comporte un problema de seguridad especialmente por las industrias químicas, por las nucleares, porque habría sido mucho peor. En paralelo, van entrando en el 112 emergencias. Entonces, vemos qué ocurre con los trenes y con los aeropuertos. Y, al mismo tiempo, debemos garantizar que lo que debe funcionar mínimamente funcione. Es decir, parques de bomberos, comisarías, hospitales, prisiones... El lunes nuestra obsesión era asegurarnos de que no quedara ningún tren que no lo tuviéramos identificado.

En 2021 decía que estaba preparado para un apagón. ¿Cómo se prepara para una emergencia así?

— Se hace una planificación de lo que es más probable, como las inundaciones y los incendios forestales, pero también pensamos en lo que es menos probable, que incluso en teoría no podría ocurrir.

¿Qué otros escenarios tiene previstos? ¿Un tsunami? ¿Un terremoto?

— Primero debemos pensar que tenemos un plan de emergencia por cada riesgo grave que nos puede afectar. Es verdad que en el caso de los tsunamis todavía no se ha trabajado a fondo, pero sí que es un trabajo que está encargado y que lo iniciaremos. Y después tenemos el Procicat, pensado con carácter multirriesgo. Es decir, si ahora nos ocurriera una emergencia que ni hubiéramos pensado, la metodología de trabajo existiría. En los atentados ya teníamos el trabajo realizado. En este caso del apagón, lo teníamos reflexionado y pensado. También aprendemos mucho de las emergencias que sufren en otras partes del Estado, de Europa y del mundo.

¿Y qué mejorar el dispositivo del lunes?

— Estamos en ese proceso de análisis. Sí me gustaría hacer un balance positivo. Si lo piensas desde el punto de vista de las personas que pasaron muchas horas en el tren, es complicado, evidentemente nos hubiera gustado ser más rápidos. Pero creemos que no se nos escapó nada y pudimos priorizar bien. Ahora vamos a analizar en qué puntos podemos mejorar. También creo que es importante que todo el mundo haga una reflexión en el ámbito individual y en el ámbito de organizaciones: ¿Qué podía haber hecho mejor? ¿Y cómo puedo estar mejor preparado?

¿Cómo puede estar más preparada la gente?

— Teniendo cuatro pautas muy básicas, hablarlas en casa y contarlas a sus hijos. Debemos actuar con calma, debemos pensar que están seguros en la escuela, en el trabajo. Tener puntos de encuentro, de referencia. Debemos estar preparados como sociedad también ante crisis que incluso pueden ser más largas que ésta que hemos sufrido. Yo creo que el lunes la sociedad respondió muy adecuadamente. Primero, es necesario pensar qué necesito yo en un momento de emergencia: tener la documentación bien localizada, tener dinero en efectivo, tener los medicamentos. Si podemos tener una mochila en la entrada, mejor. Si tenemos que quedarnos en casa, es necesario un mínimo. La radio es un básico, pero también alimentos de larga caducidad y agua embotellada.

¿Qué hubiera pasado si ese apagón se hubiera alargado tres días?

— Es la reflexión que nosotros estamos haciendo ahora. En el momento en que se produjo, a las 12:30 horas, había mucha luz, era un día sin lluvia, ni frío ni calor. En otras circunstancias sería distinto. Si se hubiera alargado, creemos que lo que afecta a servicios básicos habría continuado funcionando bien porque existe este sistema montado e incluso habríamos tenido más tiempo para ir reforzándolo. Nosotros debemos seguir trabajando para que en el menor tiempo posible todo funcione, pero es cierto que necesitamos la sociedad preparada individualmente. Debemos estar preparados colectivamente ante contingencias e incertidumbres. Hay países como Japón, Corea del Sur o países nórdicos donde esto es culturalmente ordinario.

Cuando pasan estas emergencias en residencias, por ejemplo, ¿qué hacer?

— Si estás bien preparado y tienes autonomía con grupos electrógenos, el problema que tendrás es que alguien reponga el gasóleo. Es evidente, como decía antes, que hacer esto no quiere decir que si hay un problema con un respirador no se haga lo que Protección Civil hizo el lunes, que es buscar la forma en que esa persona siga teniendo ese elemento vital. Siempre debemos intentar que haya autonomía y que las baterías estén al máximo. Si esto vuelve a ocurrir, ¿en qué puedo mejorar? Nosotros lo haremos como administración, pero también la sociedad debe hacerlo. Cuanto más reducimos la demanda de servicios, más podemos priorizar a aquellos que son críticos.

¿Y qué debe mejorar Protección Civil?

— Internamente, hacemos nuestro análisis sobre si dimos respuesta en los tiempos adecuados, si necesitábamos más personal o menos... Es verdad que para coordinar el sistema detectamos que necesitamos recursos humanos. Y esto ya no es gestión de emergencias, sino gestión de crisis.

Después de esto, ¿se creará un plan de contingencia por apagones?

— Veremos si quizás sea necesario reforzar algún elemento, pero desde un punto de vista del funcionamiento todo está pensado. Entonces, quizás sí que es necesario identificar algún elemento, elaborar algún documento, algún protocolo más específico, pero la metodología de trabajo existe. Por tanto, no nos encontramos que no sabíamos cómo teníamos que trabajar. Sí identificaremos cuestiones muy específicas que deberemos trabajar, como las gasolinas para nutrir a generadores.

¿Qué rol tienen los ayuntamientos?

— En los primeros instantes de este tipo de emergencias, como el apagón o la DANA, la información está a nivel local y debe construirse desde aquí. El municipio debe poder evaluar y determinar la gravedad de la situación. En noviembre se emitió un acuerdo de Gobierno en la línea de capacitar a los municipios con los planes para ello.

Ha viajado mucho y conoce los sistemas de emergencias de otros países. ¿Qué fortalezas tiene el catalán?

— Cataluña, vista en perspectiva del mundo global, es muy pequeña. Esto nos permite tener un sistema muy cohesionado. El lunes nosotros lo gestionamos con nuestros recursos y nuestro sistema. En ningún momento nos vimos desbordados.

¿Y alguna debilidad?

— Tenemos un sistema que tiene recorrido en cuanto a prevención.

Entiendo que esto también representa intensificar el trabajo de formación.

— Nosotros hacemos una cincuentena de charlas en casales de ancianos al año. No podemos hacer más. Nos gustaría hacer más, sí, pero con los recursos que tenemos podemos llegar hasta aquí. Con esto se está trabajando. El acuerdo de gobierno del 5 de noviembre nos da esta posibilidad de crecimiento.

¿Cómo comunicarse con la ciudadanía en un apagón sin cobertura?

— Aquí los medios de comunicación son un elemento básico. La radio en primera instancia. Debemos decir que lo que nos preocupa es tener la información lista para que se pueda transmitir. En el ámbito operativo, fuimos transmitiendo la información de la que disponíamos. Debemos decir que había mucha incertidumbre desde el punto de vista de cuál era el nivel del estado de las telecomunicaciones y hasta dónde podíamos llegar. Tenemos la capacidad de mover radioaficionados que podrían desplazar puntos estratégicos.

Se ha hablado mucho de la alerta en los móviles, que no se envió.

— Estuvo sobre la mesa. En la primera reunión ya se comentó. Esta herramienta es de alerta, restricción y amenaza para la vida de las personas. Otro de los elementos que se valoró es el desconocimiento de cómo estaba todo el sistema de telecomunicaciones y cuál podría ser el impacto sobre un sistema que ya estaba débil.