Muere Sofía Corradi, la madre de Erasmus
La pedagoga italiana impulsó el programa que ha permitido la movilidad entre universidades a más de 14 millones de estudiantes europeos
BarcelonaLa pedagoga italiana Sofía Corradi, conocida como mamma Erasmus por ser la impulsora del conocido programa de intercambio de estudiantes universitarios de la Unión Europea Erasmus, ha fallecido este domingo de madrugada en Roma, a los 91 años. A lo largo de su vida, Corradi fue una firme defensora de la educación como derecho fundamental y llevó a cabo investigaciones para la Organización de Naciones Unidas (ONU), la Academia del Derecho Internacional de La Haya y la London School of Economics.
Nacida en 1934 en la capital italiana, Corradi estudió derecho en La Sapienza y continuó su formación en Estados Unidos con una beca Fulbright, una de las más prestigiosas del mundo. Allí fue donde nació su defensa del derecho a la educación a raíz de una experiencia personal: cuando regresó a Roma e intentó que le reconocieran los estudios realizados en el extranjero, le exigieron que completara todo el curso que le quedaba en Italia, como si su formación en otro país no hubiera tenido valor alguno.
Lo que Corradi había sufrido en primera persona —la falta de reconocimiento y de movilidad real en el mundo universitario— fue la semilla del programa más importante que hay de estancias académicas internacionales para estudiantes europeos. Antes, si un estudiante realizaba asignaturas o parte de sus estudios en el extranjero, casi nunca se le reconocían oficialmente al regresar a su país. Cuando en 1987 nació Erasmus como programa piloto de la Comunidad Económica Europea (CEE), empezó a fomentarse la idea de movilidad entre estudiantes universitarios dentro de Europa —sobre todo para estancias de un semestre o un curso— y de acuerdos bilaterales entre universidades para reconocer parcialmente los estudios cursados fuera.
Tres años después, a partir de 1990, se introdujo el sistema ECTS (por sus siglas en inglés de Sistema Europeo de Transferencia de Créditos), que habilita que los créditos cursados en una universidad de otro país de la Unión Europea cuenten igual que si se hubieran realizado en la universidad de origen. A partir del año 2000, este programa se convirtió en una realidad, consolidándose con el plan Bolonia.
El consejero de Unión Europea y Acción Exterior de la Generalitat, Jaume Duch, ha destacado que gracias al programa Erasmus más de 14 millones de estudiantes europeos han podido cursar parte de sus estudios en una universidad de otro país con el reconocimiento de los créditos académicos. "Erasmus ha contribuido y sigue contribuyendo a la desaparición de las fronteras físicas y mentales entre la juventud europea ya la creación de una conciencia europea", ha afirmado, para agradecer a Corradi el trabajo realizado.
"Ya no era un privilegio de familias muy ricas"
En 2016, Corradi afirmó: "Solía ser un privilegio sólo de familias muy ricas de enviar a sus hijos un período de tiempo al extranjero. Lo que me satisface tanto es que el Erasmus no es un privilegio para pocos sino una oportunidad para muchos". En este sentido, también defendía que las estancias educativas internacionales son una de las iniciativas más poderosas que existen para promover la integración europea, el entendimiento internacional y la paz.
Según ella, aportan múltiples beneficios a personas jóvenes en plena formación, ya que el programa europeo no se limita al aprendizaje de idiomas ni a la excelencia académica, sino que representa una experiencia vital transformadora que fomenta autonomía, responsabilidad, creatividad, solidaridad y apertura cultural. "Los estudiantes Erasmus se hacen valientes, creativos, en busca de soluciones", aseguraba Corradi.