Cambios en el calendario escolar: una semana menos de vacaciones en verano y jornada intensiva en septiembre
Los alumnos de infantil y primaria empezarán el 5 de septiembre y los de ESO, bachillerato y FP, el 7
BarcelonaNovedad importantísima de cara al curso escolar 2022-23: las vacaciones de verano se acortarán una semana y las clases se retomarán el lunes 5 de septiembre en infantil y primaria y el día 7 de septiembre a ESO, bachillerato y formación profesional, y no el 12 como se había hecho en los últimos años. La noticia ha sido comunicada a los centros por correo electrónico unos minutos antes de que lo anunciara en rueda de prensa el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.
A pesar de que las vacaciones se reducen una semana, el número total de horas de clase será el mismo: las vacaciones de Navidad tendrán un día más (las clases se acabarán el 21 de diciembre) y habrá un día más de libre disposición (de los tres actuales se pasará a cuatro, y se recomienda que este día extrase coja durante el segundo semestre, que es más largo). Ahora bien, uno de los cambios que pueden trastornar más a las familias y a los centros es que durante todo el mes de septiembre, del 5 al 30, todos los centros (públicos, concertados y privados) tendrán que hacer jornada intensiva en infantil y primaria, es decir, las clases solo serán de 9 a 13 h. "No habrá actividad lectiva por la tarde, el tratamiento del mes de septiembre será similar al que ahora hacen las públicas en el mes de junio", ha dicho el conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, desde la Escuela Baldiri Reixac de Barcelona. En los institutos, en cambio, el horario será el habitual desde el primer día. El departamento de Educación ha dejado en manos de los centros si se harán o no actividades extraescolares por las tardes.
Los claustros volverán a trabajar a principios de septiembre como ahora, pero durante un mes tendrán cada día una hora más de coordinación para preparar el curso. Además, los nombramientos de la plantilla estructural de los centros que ahora se hacían a finales de julio se harán a finales de junio, así que muchos interinos sabrán antes en qué centro darán clase y podrán dedicar el mes de julio a prepararse. Según el departamento de Educación, los cambios tienen "el alumno en el centro" y acercan el calendario escolar catalán al que hacen el resto de países de Europa. "Gana todo el mundo: alumnos, familias, docentes y equipos directivos", ha dicho Cambray.
Aragonès ha explicado que el cambio del calendario escolar responde a una "demanda histórica" y que se ha hecho por varios motivos: por una necesidad pedagógica de mejorar los resultados académicos; para acortar la distancia entre los dos cursos, que provocaba "una desconexión demasiado larga que afectaba negativamente al aprendizaje de los alumnos"; para generar "más igualdad de oportunidades", especialmente para los alumnos que durante el verano no podían participar en el ocio educativo, y para favorecer la conciliación familiar, porque la mayoría de familias ya no están de vacaciones en septiembre.
Sindicatos y concertadas no sabían nada del cambio
A pesar de que formalmente las vacaciones escolares solo se acortan una semana, abrir el debate del calendario escolar en Catalunya significa abrir la caja de los truenos, porque entronca con debates –e intereses– que van mucho más allá de las aulas: desde los derechos laborales de los docentes hasta las dificultades de conciliación familiar, pasando por el clima o las desigualdades en el acceso a las actividades de ocio. Un sudoku de opiniones difícil de encajar y poner de acuerdo. El departamento de Educación hace tiempo que admite que la larga parada veraniega no es positiva para los alumnos y que, de hecho, es una anomalía, si se compara con el resto de calendarios escolares europeos, pero era muy prudente y dijo que no haría ningún cambio sin el consenso de la comunidad educativa. Aun así, patronales de la concertada, sindicatos y entidades de familias denuncian que no sabían nada de estos cambios y que les han cogido desprevenidos.