Unas setenta familias de dos centros del Opus piden detener el proceso para hacerlos privados

BarcelonaHace menos de un mes las escuelas La Farga de Sant Cugat del Vallès y La Vall de Bellaterra comunicaron a las familias que continuarían separando a los alumnos por sexo y que, para ello, estaban dispuestos a perder el concierto que hasta ahora recibían y convertirse en escuelas privadas. Ahora, unos setenta familias de estas dos escuelas del Vallès han impulsado un manifiesto y una recogida de firmas para reclamar que los centros detengan este proceso y que se abra un diálogo sobre el futuro de las escuelas que, hasta ahora, habían sido centros concertados.

"La esencia de la escuela está por encima de la diferenciación por sexo", critican desde el grupo de familias que han impulsado esta iniciativa. En el manifiesto hecho público este miércoles defienden que "emprender cambios estructurales en la escuela requiere consenso, confianza y alineación con toda la comunidad educativa", y que su objetivo es "asegurar que el proyecto educativo siga siendo único, transformador y accesible para todas las familias que han depositado la confianza".

También insisten en que quieren "una escuela no excluyente, que no se convierta en un espacio de élite educativa ni económica, y que mantenga los valores basados en el humanismo cristiano que la caracterizan". Por todo ello, "como familias de estos alumnos, preocupadas por el riesgo que puede suponer la privatización del colegio", dicen, piden que "se preserve" el concierto educativo en ambos centros.

"Estas no son las condiciones con las que llegamos a la escuela"

Las familias que han participado en la recogida de firmas critican que, pese a hacerlo de "manera amable", la Institución Familiar de Educación ha tomado la decisión sin contar con la opinión de los padres y madres, y aseguran que los cambios que quieren implantarse suponen "cambiar las condiciones con las que llegaron a la escuela". Insisten en que valoran positivamente el funcionamiento y los valores actuales de las escuelas y que no quieren que cambie. En este sentido, el grupo de familias de La Farga y La Vall firmantes del manifiesto defienden que otras escuelas de la misma institución, como las de Lleida, Igualada y Tarragona, han optado por mantener el concierto, "lo que evidencia que había alternativas posibles".

La Farga y La Vall siempre han sido centros exclusivamente de niños y niñas, respectivamente, a pesar de que en el 2022 comunicaron al Gobierno que dejarían de segregar por sexo en secundaria. Lo dijeron después de que Educació anunciara que retiraría el concierto a aquellos centros que siguieran separando a niños y niñas en las aulas. Pero hace pocas semanas las dos direcciones reunieron a los padres y madres de los alumnos para explicarles que a partir del curso 2026-2027 pasarían a ser escuelas privadas y diferenciadas, para seguir separando a chicos y chicas.