Guía para entender el traspaso del ingreso mínimo vital

Barcelona / MadridTras meses de negociaciones, el esperado traspaso del ingreso mínimo vital (IMV) se ha oficializado finalmente este miércoles en el Palau de la Generalitat. La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, y el consejero de Derechos Sociales en funciones, Carles Campuzano, han firmado el convenio que debe llevar a la Generalitat a gestionar esta prestación social que paga el gobierno español. ¿Cómo se concretará? ¿Cómo va a convivir con la renta garantizada de ciudadanía (RGC), la prestación que gestiona la Generalitat?

A estas alturas, las personas que se podían acoger a las dos prestaciones, la RGC y el IMV, debían solicitarlas por dos bandas diferentes. Para el IMV debían dirigirse a las oficinas de la Seguridad Social que gestiona el gobierno español, mientras que para pedir la renta garantizada de ciudadanía, tenían que ir a las oficinas del Servicio de Ocupación de Cataluña (SOC) . Ahora, con el traspaso del IMV, la Generalitat prevé crear una ventanilla única en los próximos nueve meses en los que sólo haya una vía de entrada para acceder a estas ayudas y se reduzca la burocracia para pedirlas, una de las peticiones de las entidades sociales. En este sentido, la Mesa del Tercer Sector Social celebró el traspaso, aunque lamentó su "retraso". Sin embargo, cree que es una "oportunidad" para incrementar el grado de cobertura de ambas ayudas.

Ahora mismo, el tiempo de espera para pedir la prestación estatal es de 141 días, mientras que para la renta garantizada de ciudadanía es de 66 días. El objetivo, dijo Campuzano, es reducir el tiempo de espera para solicitar el IMV y ponerlo al nivel de la prestación catalana. En total, en Catalunya existen 196.620 personas, según datos del ministerio, que se acogen al IMV, mientras que 154.000 personas cobran la renta garantizada de ciudadanía. Ahora bien, sólo 12.529 personas complementaban la RGC con el IMV. La prestación que paga el gobierno español se puso en marcha a raíz de la pandemia y desde entonces ha recibido modificaciones –hay que tener en cuenta que era la primera vez que se implementaba una prestación como ésta en España.

De entrada, la cuantía varía cada año en función de la revalorización que aplica el gobierno español anualmente. Recibir o no la prestación depende sobre todo de los ingresos del hogar, así como del cumplimiento de una serie de requisitos, al igual que la RGC. Ahora bien, ambas prestaciones se rigen por normativas diferentes, y esto no variará: el IMV por la legislación estatal y la RGC por la catalana. La cuantía del IMV no es fija para todos igual, sino que varía en función de los ingresos y de las características del hogar. Para verlo a través de un ejemplo: este 2024 un hogar con un adulto solo que tenga unos ingresos de 250 euros y cumpla con los requisitos para recibir el IMV, debería recibir una prestación de al menos 354 euros al mes para llegar al umbral mínimo de los 604 euros estipulado para este 2024 (ingresos mínimos que quieren garantizarse con el IMV en el caso de un hogar con un adulto). El umbral varía en función de la casuística de la familia: si existen menores, más de un adulto, etc. En el caso de la RGC, el umbral mínimo será de 755,82 euros en el caso de un hogar con un adulto solo.