La llegada diaria de pateras presiona a Baleares, que rechazan a más menores migrantes
El Estado tiene previsto empezar esta semana el reparto de los jóvenes acogidos en Canarias entre todas las comunidades
BarcelonaLas rutas migratorias hacia Europa se están reconfigurando y la llegada de pateras se ha intensificado en Baleares. Este fenómeno no es nuevo: se conoce como "efecto globo", es decir, cuando se presiona una vía migratoria, el flujo de personas no se reduce sino que se redirige. El último informe del ministerio del Interior constata que las llegadas irregulares a España se han reducido casi un 30% respecto al pasado año, con 22.000 migrantes este año, unos 9.100 menos. Ahora bien, mientras Canarias, históricamente epicentro del drama migratorio, han experimentado una caída del 46,7%, Baleares ha registrado un aumento del 77%.
Según el balance estatal, sólo los primeros quince días de agosto han desembarcado en las costas baleares 1.500 personas. Los datos de la Delegación del gobierno español señalan que hasta el 23 de agosto han llegado 256 embarcaciones con 4.819 migrantes a bordo. Esta cifra inédita evidencia que la que hasta ahora era una ruta secundaria se suma a otras travesías más vigiladas como la Atlántica, con destino a Canarias. Pero la ruta hacia Baleares no es más segura: en los últimos días se ha confirmado a una víctima mortal y una veintena de desaparecidos.
De hecho, continúa la búsqueda de doce personas desaparecidas después de que el viernes saltaran al agua cerca de Cabrera desde una patera, y la ONG Caminando Fronteras avisó de que hay al menos otras dos embarcaciones que no han llegado a su destino y de las que se desconoce el número de pasajeros a bordo. También la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) denuncia que los agentes trabajan con turnos de más de 24 y que hay retrasos graves en rescates, como una patera detectada en Cabrera a las 16:30 h que no fue rescatada hasta 7 horas después, con catorce ocupantes en condiciones extremas.
La mayoría de los migrantes provienen de Argelia, por eso se habla de la "ruta argelina", pero también hay personas de Marruecos, Túnez, Afganistán, Pakistán y África subsahariana, con predominio de somalíes. Los motivos detrás de este incremento son diversos: pueden ser políticos, teniendo en cuenta las diferencias en la vigilancia y control fronterizo en el país de origen o la relación con el país receptor; humanitarios, porque a mayor tensión o dificultades económicas, más personas se arriesgan a dejar su casa y exponerse a los peligros del mar, y sociales, como que la existencia de esta ruta se haga más conocida. Sin embargo, esto no quiere decir que las llegadas a Canarias hayan cesado, sino que la ruta del Mediterráneo está cogiendo impulso.
El gobierno balear asegura que el impacto de las llegadas casi diarias al archipiélago es muy grande, eminentemente en Mallorca, Ibiza y Formentera. Para la presidenta, Marga Prohens (PP), este fenómeno se debe a que Argelia tiene una actitud más permisiva con la salida de pateras desde sus costas, así como a la facilidad con la que operan algunas mafias. Esto, dice, ha hecho que Baleares se haya convertido en "la principal puerta de entrada de la inmigración irregular" a la Unión Europea, aunque ninguna autoridad estatal la reconozca oficialmente, y que la situación sea "del todo insostenible por razones humanitarias".
Arranca el reparto de menores migrantes
De lo que Prohens se queja principalmente es de la falta de recursos para gestionar a los migrantes hasta que el Estado los traslada a la Península y, por ello, reclama que se impidan nuevas llegadas. "La única política de inmigración es que no vengan, actuar en el país de origen y proteger las fronteras", afirmó. En este sentido, pide que Europa active a Frontex en Baleares para reforzar la vigilancia marítima.
También denuncia la sobresaturación de los dispositivos de acogida, especialmente por los menores no acompañados: sólo hay 56 plazas oficiales, pero se acogen a más de 600 jóvenes. Este año han llegado 300, pero muchos niños del pasado año continúan en recursos de emergencia. Las infraestructuras están colapsadas y el ejecutivo dice estar buscando alternativas "donde nadie merecería vivir nunca".
En este sentido, Prohens anunció el jueves que recurrirá ante el Tribunal Supremo la suspensión cautelar del reparto de los 3.000 menores pendientes de asilo en Canarias y Ceuta que el ejecutivo español quiere iniciar el 28 de agosto. El martes 26 debe aprobarse un decreto sobre la capacidad ordinaria de acogida, paso previo al proceso de reubicación, avalado por la justicia y exigible por el gobierno español.
Según el gobierno de Canarias, la postura balear es "un ejercicio de irresponsabilidad e insolidaridad" por parte de una comunidad que "acoge a 5.000 menores menos que Canarias". "Ellos tienen 680 menores, y nosotros, más de 5.500", ha defendido el viceconsejero del Gabinete del presidente de Canarias, Octavio Caraballo. El portavoz del ejecutivo balear, Antoni Costa, defiende que el recurso no busca paralizar el reparto, sino evitar que Baleares acojan a estos 49 menores con sólo 2 millones de euros de aportación, que consideran insuficientes.
Ante la negativa balear, la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, acusó a Prohens de hacerlo con motivaciones racistas y recordó que no acudió a la última Conferencia Sectorial de Infancia, donde debía repartirse un fondo extraordinario de 22 millones entre Baleares, Canarias. En efecto, el encuentro quedó cancelado por falta de quórum debido al plante de las comunidades gobernadas por el PP. De hecho, el sistema de reparto obligatorio se enfrenta a la oposición de diez comunidades con presidente popular, así como Castilla-La Mancha, con gobierno socialista. Madrid también ha optado por recurrir los últimos decretos ante el Tribunal Supremo. Pero el gobierno español subraya que mientras la ley esté en vigor, todas las comunidades deben cumplirla y reubicar a los menores que les correspondan.