La eutanasia de Noelia continuará parada hasta que la sentencia sea firme
El padre de la chica frenó el proceso llevándolo a los tribunales, pero el juzgado dictó que no tenía legitimidad para ello
BarcelonaLos ocho meses de procedimiento judicial que acabaron dándole la razón no fueron suficientes para que Noelia pueda acogerse al derecho a una muerte digna. Aún tendrá que esperar un tiempo más para recibir una eutanasia que debía administrarse en agosto del año pasado, pero que quedó en suspenso por la intervención judicial de su padre, representado por el colectivo ultracatólico Advocats Cristians. El mismo juzgado de Barcelona que hace dos meses descartó detener la eutanasia de Noelia como pedía su padre, ahora ha aclarado que para reanudar el procedimiento de muerte asistida tendrá que esperar a que la sentencia sea firme.
La razón que ha dado la juez del contencioso número 12 de Barcelona se encuentra en las medidas cautelares que se activaron cuando comenzó este procedimiento judicial. Cuando el padre pidió a la justicia que detuviera la eutanasia, la chica debía recibirla tres días después, por lo que el hombre pidió al juzgado que la detuviera cautelarmente. En ese momento la juez lo aceptó porque, sin conocer todavía la sentencia, la decisión contraria habría sido irreversible.
Esta suspensión provisional de la eutanasia se ha mantenido durante todos los meses que ha durado el procedimiento judicial. Se trataba del primer juicio en todo el Estado para dirimir si un familiar puede intervenir judicialmente para detener la eutanasia de un adulto y que ya tiene el aval de la comisión de expertos que se encarga de valorar las peticiones para esta prestación, la Comisión de Garantía y Evaluación de Cataluña.
La última resolución de la juez decide mantener en vigor estas medidas cautelares hasta que la sentencia sea firme —el padre la ha recurrido—, pese a que la Abogacía de la Generalitat había pedido lo contrario. Por tanto, aunque el juzgado dio luz verde a la muerte asistida de Noelia, ahora tendrá que esperar hasta que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) dicte sentencia firme sobre el caso.
Primer caso del Estado
El de Noelia es el primer caso de muerte asistida en el Estado que llegó a los juzgados. La sentencia resolvió que el padre, asesorado por Advocats Cristians, no estaba legitimidad para interceder ante la petición de la chica, adulta y con plena capacidad mental para decidir y entender su petición.
La joven, de 24 años y con paraplejía a raíz de un intento de suicidio, ya contaba con el aval unánime de los 19 miembros de la Comisión de Garantía y Evaluación de Catalunya (CGAC) para recibir la eutanasia. En el juicio reiteró su voluntad y todos los especialistas que le han tratado coincidieron en que tiene las capacidades mentales para poder decidir libremente y que cumple los requisitos que fija la ley: un sufrimiento físico y psíquico constante, expresado como intolerable y sin pronóstico de mejora.