Los legionarios rechazan la indemnización y solo se marcharán por la fuerza
El Consorcio de la Zona Franca pedirá a un juez que desahucie a los militaristas
BarcelonaTendrá que ser a la fuerza. Esta medianoche se ha agotado el plazo y la Hermandad de los Antiguos Caballeros Legionarios de Barcelona no ha aceptado la indemnización que le había ofrecido el Consorcio de la Zona Franca (CZF) a cambio de que abandonara el espacio que ocupaba, según fuentes del distrito de Sant Andreu. A partir de ahora, esta institución denunciará a los legionarios para intentar recuperar los 5.000 metros cuadrados que la entidad militarista ocupa sin permiso. Teniendo en cuenta el ritmo de la justicia, el desahucio todavía se hará esperar.
El año 2019 el CZF pidió a las tres entidades de legionarios que había en los antiguos Cuarteles de Sant Andreu que se marcharan y se les ofreció una indemnización. Dos de las asociaciones aceptaron los 9.500 euros que el CZF puso sobre la mesa, pero la tercera entidad, a la que ofrecían hasta 12.500 euros, pidió más dinero. Según defendían, en unas obras invirtieron hasta 18.000 euros. No hubo acuerdo, pero el Consorcio prefirió esperar y no fue hasta finales del mes de enero cuando, gracias a la presión del Ayuntamiento de Barcelona, volvió a mover ficha y repitió la oferta. Esta vez, quedaba claro que si los legionarios no lo aceptaban se abría la vía judicial. Durante el plazo de quince días que dio el CZF no ha habido ninguna negociación, de forma que el caso pasará ahora a manos de un juez.
El Consorcio de la Zona Franca está formado por el Estado y el Ayuntamiento de Barcelona. Lo preside la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, pero quien realmente lo gobierna es el delegado que nombra el Estado, que actualmente es Pere Navarro. Fue en 2013, cuando el Consorcio estaba en manos del PP, cuando se decidió ceder temporalmente los 5.000 metros de los antiguos cuarteles a los legionarios. De hecho, estas entidades españolistas tenían la sede en este espacio desde los Juegos Olímpicos, pero fue a partir de la cesión de los 5.000 metros cuadrados cuando los habitantes del barrio descubrieron a quién tenían por vecinos. Desde entonces, las asociaciones de vecinos de Sant Andreu han presionado para que se los eche, molestos por su presencia. Y es que la sede de los legionarios no solo ha servido para sacar a pasear el Cristo de la Buena Muerte, sino también para hacer encuentros de grupos de extrema derecha. El distrito de Sant Andreu y el Ayuntamiento también han tratado de echar a los militaristas, pero la decisión estaba en manos del Consorcio.