Una mujer de Lleida pierde 118.000 euros por la estafa de un falso militar enamorado

BarcelonaContacta, ataca y remata en nombre del amor. Es el procedimiento habitual de la estafa conocida como la del falso militar o el falso enamorado virtual que los Mossos d'Esquadra detectaron en las comarcas de Ponent el fin de semana pasado. El caso se remonta a hace unas semanas, cuando una mujer recibe y acepta una solicitud de amistad en sus redes sociales de un desconocido que dice que es general del ejército de los Estados Unidos destinado en una misión humanitaria en Afganistán. El supuesto militar también dice que tiene la nacionalidad española y, en los muchos mensajes que la pareja comparte, le explica que se está planteando dejar su carrera para encontrarse con ella e iniciar una relación, pero que para hacerlo tiene que pagar una indemnización.

Toda la relación es por redes o por mensajería instantánea (WhatsApp) y nunca mantienen ningún contacto telefónico. Con todo, el general en cuestión sabe ganarse la confianza de la mujer, que accede a las demandas económicas y le va haciendo transferencias a una supuesta cuenta bancaria de la ONU. El primer pago es de 1.500 euros para unos hipotéticos trámites iniciales y van siguiendo otros con cantidades más considerables –la mayoría de 15.000 euros y uno de 50.000–, hasta llegar a desembolsar 118.000 euros en total, informan los Mossos en un comunicado.

El supuesto militar pide el dinero a la mujer prometiendo que se lo devolverá cuando pueda acceder a sus ahorros que guarda en una caja de seguridad de un aeropuerto alemán que solo puede recoger presencialmente. No es hasta que pasa un mes cuando la mujer empieza a sospechar y comprueba la identidad de su virtual enamorado. Al hacer una búsqueda de su imagen de perfil la encuentra replicada en otras cuentas de redes y es cuando decide presentar la denuncia ante la policía.

Perfiles diversos

Según explica el cuerpo, los estafadores eligen a su posible víctima a través de la red y, para hacerlo más creíble, antes de hacer el primer contacto se las ingenian para conseguir alguna amistad en común. Así consiguen calmar posibles sospechas y ya tienen vía libre para la fase del ataque, de hacérselo venir bien para establecer una relación estrecha hasta que les plantean que necesitan dinero para dejar la virtualidad y vivir en el mundo real la supuesta historia de amor. En el caso de Lleida, el gancho ha sido un falso militar norteamericano, pero la estafa también se presenta en el perfil de un trabajador de una ONG o un técnico especializado, eso sí, destinados siempre en una misión lejana y de larga duración. En común tienen un impedimento para disponer de los grandes ahorros económicos que supuestamente tienen, razón por la que necesitan un adelanto. Este dinero puede ser, entre otras excusas, para el billete de avión, los gastos médicos, pagar la indemnización de una jubilación anticipada o pagar aranceles.

Los Mossos d'Esquadra recomiendan a las víctimas que, ante la mínima sospecha, recopilen la máxima información del perfil del usuario y presenten una denuncia. Además, insisten en que nunca se tiene que hacer ningún pago ni transferencia bancaria a personas desconocidas.