Multas de hasta 3.000 euros a los guías con grupos de más de 15 turistas
Barcelona aprueba un decreto para convertir en obligatorio el manual de buenas prácticas
BarcelonaBarcelona pondrá límites a los guías turísticos y lo hará a partir de sanciones. En Ciutat Vella, el distrito barcelonés que tiene que soportar más presión turística, la normativa impedirá que haya grupos de más de 15 personas, mientras que en el resto de la ciudad pueden llegar hasta 30. El objetivo de la reducción de los grupos es no obstaculizar el paso de los vecinos. Además de limitar la medida de los grupos, el Ayuntamiento también ha elaborado un mapa de zonas especialmente sensibles, y en estos espacios habrá una limitación del número de grupos que puede haber a la vez. Así, en la plaza Sant Jaume, por ejemplo, no podrá haber más de 8 grupos a la vez, mientras que en la plaza de Sant Felip Neri el tope será de dos grupos. Esta restricción afecta 13 espacios de la ciudad. Además, en las 24 zonas donde la presión turística se considera todavía más intensa, se fija incluso un sentido de la dirección, para intentar evitar que las hileras de turistas obstaculicen el espacio público. Los guías que no hagan caso de las nuevas restricciones se expondrán a multas de entre 1.500 y 3.000 euros. Para conseguir sancionar a quien no cumpla estas prácticas, el Ayuntamiento aprobó el jueves un decreto, que ahora estará un mes en exposición pública y se podrán presentar alegaciones. En función de la rapidez con que se resuelvan las alegaciones, el decreto podría entrar en vigor a finales de julio.
El lunes, solo tres días antes de aprobar este decreto, el regidor del distrito de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, y el regidor de Turismo e Industrias Creativas, Xavier Marcé, convocaron a los medios de comunicación a una rueda de prensa donde se presentaba un manual de buenas prácticas junto con las dos entidades más grandes del sector: la Asociación de Guías Habilitados por la Generalitat de Catalunya por un Turismo Responsable y de Calidad (AGUICAT) y la Asociación Profesional de Guías de Turismo de Catalunya (APIT). El diario ARA asistió a la rueda de prensa. Las restricciones que anunciaron eran solo una recomendación, puesto que, según Rabassa y Marcé, todavía se estaba buscando un acuerdo legal para poderlas hacer de obligado cumplimiento. La normativa de la Generalitat, dijeron, complicaba que un ayuntamiento pudiera limitar los grupos de turistas. La realidad es que los dos regidores y los representantes de las dos asociaciones sabían que solo tres días más tarde se aprobaría el decreto que prevé las multas, pero prefirieron no anunciarlo para forzar que los medios de comunicación se hicieran eco dos veces de las nuevas restricciones al turismo.
Las restricciones en Ciutat Vella son más estrictas, pero la guía tiene hasta 18 recomendaciones que afectan toda la ciudad. Los guías tendrán que utilizar radioguías y en ningún caso megáfonos para no hacer tanto ruido y permitir que los visitantes oigan las explicaciones sin necesidad de estar todos amontonados. También se han fijado unos puntos para subir y bajar de los vehículos próximos a los lugares de interés, con el compromiso de no captar turistas a la vía pública. Los grupos de turistas también tendrán que garantizar que dejan libre como mínimo el 50% de la calle que están visitando.