El río de lava del volcán de La Palma aumenta la velocidad

La erupción del volcán Cumbre Vieja ha pasado por varias fases explosivas y efusivas, en las que la lava fluía de manera constante pero avanzaba lentamente. Ahora el volcán de La Palma hace algunas horas que ha combinado este ritmo con efusiones de lava mucho más rápidas, que en algún momento los geólogos han descrito como un auténtico "tsunami" de magma. Los servicios de emergencia están pendientes de la evolución de la erupción para decidir si hay que evacuar a más ciudadanos. Este jueves las autoridades hicieron marcharse 300 vecinos más de la zona de Los Llanos de Aridane. Hasta ahora 6.800 personas han tenido que abandonar su casa por la erupción.

Durante las cuatro semanas de actividad, el vulcanólogo del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Vicente Soler ha detectado también que el volcán ha expulsado sedimentos oceánicos previos a la formación de la isla de La Palma, hace más de dos millones de años. Se trata de rocas preexistentes que discurren junto con el magma. Este fenómeno, según ha explicado el experto a la agencia Efe, es habitual en muchas erupciones volcánicas, si bien en las Canarias se registró por primera vez hace diez años, durante la erupción del volcán Tagoro en la isla del Hierro.

En las últimas horas la atención de los científicos se centra en los desbordamientos del canal de lava del volcán. El Instituto Vulcanológico de las Canarias (Involcan) ha captado uno que fluía a gran velocidad y que ha calificado de "impresionante" en uno de los vídeos colgados en las redes.

El último informe del Departamento de Seguridad Nacional (DSN) subraya que el Cumbre Vieja continúa siguiendo las características de un volcán estromboliano, con fases de explosividad y fases efusivas, ahora más rápidas. Hay dos grandes coladas. La más antigua, con poca cantidad de lava ahora mismo–porque la mayoría ya se ha solidificado–, tiene tres brazos: dos al sur de la montaña de Todoque, uno de los cuales es el que ha formado el delta de lava en el mar (que los isleños denominan fajana), y otro situado por encima de la montaña.

La colada que más preocupa

Pero la lengua de lava que más preocupa ahora a las autoridades y los investigadores es la que se sitúa más al norte y que avanza en dirección nordeste con dos ríos: uno que presenta alta intensidad y un recorrido amplio, y otro que es el que ayer cruzó en diagonal el polígono industrial del barrio de Laguna. Esta colada es la que ayer obligó a evacuar a 300 vecinos más de la zona.

Los registros sísmicos indican que han aumentado los terremotos pero todavía a mucha profundidad. Según las autoridades, la calidad del aire es "razonablemente buena" y por eso también se ha mantenido operativo el aeropuerto de La Palma. En cuanto a la calidad del agua, un barco cedido por el ministerio por la Transición Ecológica, junto con dos desaladoras portátiles, aportarán agua a las zonas de cultivo –sobre todo plantaciones de plataneros– para garantizar su mantenimiento y supervivencia. La intención del gobierno canario es que el lunes se puedan retomar las clases en los centros educativos de Los Llanos de Aridane, El Paso y Tazacorte. La erupción dejó sin clase a 4.606 alumnos y 583 docentes.