Las caídas domésticas son la primera causa de lesión medular en Cataluña

BarcelonaLa mayoría de pacientes que esperan en el vestíbulo del Hospital de Traumatología, Rehabilitación y Quemados Vall d'Hebron son de edad avanzada. Son personas con patologías del aparato locomotor y tienen algún grado de discapacidad, la mayoría de alta complejidad, como una lesión medular. El centro tiene una unidad específica para atender este tipo de lesiones y es el hospital catalán que recibe el grueso principal de estos pacientes con los que trabaja para conseguir el máximo nivel de autonomía e independencia. En los últimos años ha habido un "cambio de paradigma" en el perfil de estos pacientes, que son cada vez mayores, según explica la jefa de la unidad, Lluïsa Montesinos. Además, la causa de las lesiones también ha cambiado: antes los accidentes de tráfico y la práctica deportiva eran su origen principal, pero actualmente son las caídas casuales del día a día las que más lesiones medulares causan.

Es el caso de Luis, un hombre de 78 años que sufrió una lesión medular parcial a principios de año. Estaba en la cocina de su casa, abrió la puerta de un armario para sacar un vaso y se dio un golpe en la cabeza tan fuerte que casi pierde el conocimiento. Se rehizo de lo que creía que había sido un susto y siguió con su día con cierta normalidad, más allá de unas molestias fruto del impacto. Cuando ya estaba listo para acostarse, sin embargo, se desplomó en el suelo y una ambulancia le llevó de urgencia al hospital, donde estuvo ingresado dos días en la unidad de cuidados intensivos (UCI). Fruto de la lesión, que por ahora aún no sabe si se la hizo con el golpe en la cabeza o al caer, no podía hablar ni andar, y necesitaba ayuda para realizar las tareas cotidianas más básicas.

Siete meses después, sin embargo, Luis vuelve a hablar y se mueve solo con la ayuda de un andador. Es uno de los pacientes de la Unidad de Lesiones Medulares de Vall d'Hebron, donde realiza ejercicios de rehabilitación para ganar movimiento y psicomotricidad después del accidente. "He tenido mucha suerte. He tomado conciencia del riesgo de caer, porque hay gente que se muere por ese motivo", reconoce Luis, que está muy agradecido a los profesionales del hospital que le han acompañado en este proceso. Como él, el aumento de personas mayores que caen ha hecho que la edad media del lesionado traumático del Hospital Vall d'Hebron suba hasta los 53 años.

Más complejidad en los tratamientos

El año pasado, la Unidad de Lesiones Medulares de Vall d'Hebron atendió a 23 personas por caída, 14 por accidente de tráfico y 9 por actividad deportiva. Del total de personas atendidas, 14 tenían más de 75 años, de las que 12 se lesionaron al caer en su casa. Montesinos advierte del riesgo que tienen estas personas cuando sufren un accidente tan grave, ya que la mayoría tienen otras patologías de base y la complejidad de los tratamientos que deben recibir es mayor.

La sociedad cada vez está más envejecida. Sin embargo, las personas llegan bien a edades avanzadas, realizan muchas actividades y es aquí cuando se incrementa el riesgo de sufrir una caída que acabe en lesión medular. Con la edad se pierden reflejos y, "al igual que la cadera se rompe, también se puede lesionar la columna", explica la jefa de la unidad. Por eso pide mucha precaución a las personas de mayor edad cuando suban o bajen escaleras y que utilicen elementos de apoyo, como andadores o un bastón, cuando salen a la calle.

Las personas que han sufrido una lesión medular a menudo tienen efectos secundarios mentales, emocionales y sociales. En el caso de la gente mayor, "es más importante que nunca la evaluación personalizada de cada paciente" para valorar su fragilidad, que varía en cada persona más allá de la edad. El programa de rehabilitación debe diseñarse en función del tipo de lesión y el estado de salud previo a la lesión, explica el fisioterapeuta del hospital Juan Blanco.