La memoria

Vivir con amnesia

Mercè Anguera sufrió un accidente de tráfico y no recuerda el pasado inmediato

Cornellá de LlobregatMercè Anguera, de 26 años, debe recurrir siempre a algún truco para recordar qué hizo el día anterior: por ejemplo, mirar una fotografía que inmortalizara la jornada o leer alguna nota en el móvil que le refresque la memoria. El 15 de agosto del 2021, hace tres años, un camión embistió su coche y se puede decir que salvó la vida de milagro. De hecho, los médicos la daban por muerta o auguraban que quedaría tetrapléjica o en estado vegetativo. En cambio, ahora Mercè parece estar del todo bien. A primera vista, carece de secuelas del accidente. Pero sufre amnesia y está aprendiendo a vivir sin memoria. Ha decidido explicar su experiencia para demostrar que, incluso en las circunstancias más difíciles, es posible seguir adelante. Ella es una prueba de ello.

Su pareja, Marc Expósito, que también viajaba en el vehículo siniestrado y que muestra una firmeza sorprendente aunque también sólo tiene 26 años, le acompaña para explicar todo lo que ella no recuerda. “No fue como en las películas, que una persona con amnesia despierta y no reconoce a su pareja. A mí me reconoció a la primera, y también a sus padres”, aclara el chico. En cambio, Mercè tiene un vacío total sobre qué ocurrió en el accidente y sobre lo inmediato: no recuerda qué ocurrió la semana pasada, ni ayer, ni esta mañana.

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Tipo de amnesia

Su doctora, la neuropsicóloga del Instituto Guttmann Rocío Sánchez-Carrión, aclara que algo es la amnesia retrógrada, que es cuando una persona olvida las vivencias del pasado. Y otra, la amnesia anterógrada, que es la que sufre Mercè y que supone tener dificultades para grabar nueva información. “Durante 53 días Mercè tuvo una amnesia postraumática, que suele ser temporal y que impide recordar nada. La memoria le duraba 10 o 15 segundos. Por ejemplo, preguntaba por qué estaba en el hospital, le contestabas y, al cabo de 15 segundos, volvía a hacerte la misma pregunta porque ya se había olvidado”, detalla la doctora. La joven estuvo tres meses ingresada en el Institut Guttmann, durante los cuales mejoró muchísimo. Supusieron un auténtico entrenamiento. Sin embargo, actualmente sigue realizando sesiones de neuropsicología cada semana.

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"Cuando estaba ingresada se comía los yogures sin problemas aunque nunca le han gustado, porque no recordaba que no le gustaban", relata Marc. Por su parte, Mercè explica que siempre ha sido muy presumida, pero que al principio tampoco cayó en que le habían rapado la cabeza y que llevaba el pelo muy corto, hasta que un día le vino un flash de repente y se preguntó: “¿Cómo es que llevo el pelo tan mal?”.

"La atención es la base de la memoria", destaca la doctora Sánchez-Carrión, quien también subraya que un punto importante del tratamiento es la "conciencia del déficit". Es decir, ser consciente de las dificultades de memoria para buscar un remedio: saber planificar y priorizar y utilizar ayudas externas. “Por ejemplo, ponerse una alarma para recordar que has puesto en marcha una lavadora y no dejar la ropa durante días. O evitar salir de la cocina cuando estás cocinando para no olvidar que hay algo en el fuego”, declara. En este sentido, asegura, Mercè sabe buscarse la vida muy bien: toma fotografías, se apunta cosas en el móvil, pone alarmas… "Solo ella sabe el gran esfuerzo cognitivo que debe hacer para tener una vida aparentemente normal", destaca la neuropsicóloga.

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“A veces vivo momentos de angustia”, confiesa la chica, que admite que no siempre es fácil aceptar la nueva situación. “A muchos pacientes les da rabia no recordar las cosas si no se lo apuntan. Yo les propongo que lo vean de otra manera: gracias a que se lo apuntan, se acuerdan. De la misma forma que nadie cuestiona que se lleven gafas si alguien no ve, ¿por qué hay que cuestionar que alguien se lo apunte todo si no se acuerda?”, concluye la doctora Sánchez-Carrión.