El análisis de Antoni Bassas

El análisis de Antoni Bassas: 'En Catalunya el paro baja, pero el malestar se mantiene'

Tiene mérito que con la cantidad de dinero que pagamos en España y que no vuelven, con un servicio de Cercanías desastroso y una AP-7 colapsada, es decir, con la movilidad gripada a diario, seamos capaces de mantener estos niveles de actividad económica. Por eso el malestar social, que no sale en las encuestas del paro, sigue siendo alto

El día nos trae una buena noticia, que es que el paro ha bajado hasta niveles de antes de la crisis de 2008. Es verdad que los últimos datos de empleo conocidos cogen tanto la Semana Santa, en la que sube la contratación, como el inicio de la temporada de verano, en la que también se firman muchos contratos, pero pensar que con mucha más población que hace 17 años tenemos una tasa de paro ligeramente por encima del 8% con cerca de cuatro millones de personas trabajando es una buena noticia.

Si entramos en los detalles, veremos que, en Catalunya, el comercio, el transporte y la hostelería pesan más que en España y en Europa, y ya se sabe que son actividades de menor valor añadido, como el turismo, y que, por tanto, tienen salarios más bajos. Y que en profesiones científicas y técnicas, de mayor valor añadido, estamos por encima de la media española pero por debajo de la europea. De todo ello, la conclusión es que nuestra riqueza dividida por habitante, el famoso PIB per cápita, está por encima de las medias europea y española pero debajo del de Madrid, el del País Vasco y el de Navarra, porque aunque somos la comunidad (por decirlo en términos españoles) que más exporta también somos la que más turismo recibe, para buscar dos situaciones contrastadas. Y así, el 24% de los residentes en Catalunya están en riesgo de exclusión social, algo por debajo de España pero tres puntos por encima de la Unión Europea.

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El vaso medio lleno se ve claramente: tenemos una fuerte actividad económica que emplea a mucha gente (por eso tenemos un 5% más de población extranjera que la media española, aproximadamente). El vaso medio vacío también es visible: la vida en Catalunya es más cara, y si la riqueza que creamos no llega a todos los bolsillos, y si el acceso a la vivienda es un sueño imposible para mucha gente, sobre todo para los jóvenes que quieren irse de casa a sus padres, el resultado es paradójico: en un contexto de bonanza económica, muchas economías domésticas dan.

Y un último apunte: tiene mérito que con la cantidad de dinero que pagamos en España y que no vuelven, con un servicio de Cercanías desastroso y una AP-7 colapsada, es decir, con la movilidad gripada a diario, seamos capaces de mantener estos niveles de actividad económica. Por eso el malestar social, que no sale en las encuestas del paro, sigue siendo alto.

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Buenos días.