El análisis de Antoni Bassas: 'Puigdemont, los alcaldes de Junts e ir a remolque de la ultraderecha'
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Empezamos la semana con la noticia de que en el Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea de mañana (hay uno cada mes), no se debatirá la demanda de España por hacer oficiales el catalán, el vasco y el gallego. Es España misma la que ha decidido no llevarlo a la orden del día de la reunión, porque la posición de Alemania sigue siendo la misma: "Nein!", y es necesaria la unanimidad para hacer el cambio. El canciller conservador Merz hace causa común con el grupo popular del Parlamento Europeo y del "no" no se mueve. El PP español (Dolors Montserrat) no quiere darle este triunfo a Sánchez porque sería reforzar su pacto con Junts.
Todo esto, claro, lo explican los conservadores europeos con el argumento de que existen temas mucho más importantes. Sí, es una evidencia, pero con ese argumento no se discutiría nada que no fuera Gaza, Ucrania o los aranceles de Trump. Siempre hay temas más importantes, sobre todo si tú eres quien decide qué es importante y qué no.
Esto quiere decir que uno de los puntos que llevaron a Junts a votar la investidura de Sánchez tendrá que esperar, al igual que no avanza la financiación singular, la delegación de inmigración o la amnistía mismo. Esto afecta a Esquerra, pero más Junts, que nunca se ha oído formando parte de ningún bloque de izquierdas junto a Sánchez, y mantiene suspendida en el aire la frase de agosto de Puigdemont de "En otoño pasarán cosas que nunca han pasado". De momento, nada ha pasado.
Esto en el frente español. Interiormente, Junts vive estalonado en las encuestas por Aliança Catalana. Y ayer, en una reunión con el partido, Puigdemont se refirió a ella como una moda:
"Sabemos que los péndulos van y vienen. Y en los últimos tiempos, fruto de la globalización y la evolución de las tecnologías de la información, estos péndulos se mueven a una velocidad muy rápida y con movimientos muy drásticos. Cierto. Y a veces existe la tentación de poder sucumbir a estas modas. Hay gente que esta mirada de esta mirada, pero esta debe quedar en la mirada. de construcción de la nación que nunca acaba y es permanente".
Contexto para estas palabras: Puigdemont se reunirá hoy con alcaldes de Junts en Waterloo preocupados por los efectos del empadronamiento de inmigrantes en los servicios sociales, la multireincidencia y, como derivada de todo ello, la pérdida de votos en favor de Aliança Catalana. Y no olvidemos que los alcaldes serán los primeros que pasarán por las urnas, en mayo del 2027.
El desplazamiento hacia el autoritarismo conservador no es una moda pendular, es una corriente de fondo. Basta con ver cómo están Europa y Estados Unidos. Es una consecuencia del empobrecimiento general, de la sociedad con la desaparición de clases medias. Otra cosa es que los partidos más grandes se estén dejando de acomplejar por la ultraderecha, como si esperaran la llegada de los bárbaros y dijeran que no hay nada que hacer. Está claro que hay cosas que hacer y tienen que ver con las leyes, con la policía, con los servicios sociales y con el combate con las mentiras y el odio de la propaganda catastrofista de la ultraderecha. Ir con estos temas a remolque de la ultraderecha es un mal negocio, porque ya sabemos que la ultraderecha no tiene soluciones, sólo tiene culpables, pero sobre todo porque entre el original y la copia, la gente suele preferir el original.
Buenos días.