¿Y si pudieras conocer el futuro?

GinebraUna película no necesita gozar de un gran presupuesto para ser original y rompedora. Más allá de los dos minutos infinitos, del director japonés Junta Yamaguchi, es un claro ejemplo. Con sólo dos pantallas, una que muestra lo que sucederá en exactamente dos minutos, y la otra, que muestra el correspondiente pasado, se crea una trama cómica al estilo de un vodevil. Tras el juego infantil inicial, los personajes no tardan en encontrarle las evidentes aplicaciones que este hecho puede ofrecer llevándonos a un final completamente absurdo pero propio del género.

Acostumbrados como estamos a superproducciones llenas de efectos especiales, esta película reinventa el subgénero de los viajes en el tiempo con la originalidad de un guión que hace olvidar cualquier carencia técnica, evitando caer en la repetición de tropos y clichés, ofreciendo un ángulo diferente y un estilo fresco. La película dispone únicamente de dos espacios conectados por un plano secuencia que hace que el espectador forme parte de un elenco de personajes reducido pero muy particular y original. Además, mantiene la coherencia causal en todo momento, característica de que otros filmes que abordan la misma temática a menudo no llegan a conseguir.

Un filme poco conocido, pero fresco y que entretiene durante los setenta minutos que dura. Lo encontrará en Filmin doblado al catalán, aunque es recomendable verlo en versión original en japonés, ya que transmite un extra de intensidad que sólo el idioma nipón puede aportar.