Europa más allá de Eurodisney: 10 viajes inolvidables en familia
Propuestas de vacaciones con niños para vivir aventuras auténticas sin disfraces ni 'fast pass'
BarcelonaHay vida más allá de Mickey Mouse y el universo Disney. Y no sólo vida: hay volcanes que humean, trenes que atraviesan montañas, playas donde el tiempo se detiene, castillos de cuento que no salen en los cuentos e incluso museos donde no hay que susurrar. En Europa, las aventuras familiares no se limitan a colas ni a disfraces de princesas y superhéroes. Algunos hacen reír, otros que hacen pensar y también algunos que, de vez en cuando, huelen a salobre, a chocolate caliente o a bosque mojado.
Este verano, le invitamos a dejar atrás las colas infinitas y le proponemos diez viajes que huyen de los clichés, diez vacaciones con gustos reales, ritmos tranquilos y sorpresas que no salen en los catálogos. Porque viajar con niños no significa renunciar a los intereses adultos ni convertir las vacaciones en una gincana agotadora. Quiere decir, simplemente, mirar el mundo con los ojos bien abiertos (y la mochila cargada de cuentos, comida y juegos, ¡eso sí!), para compartir descubrimientos que recordaremos mucho más que cualquiera fast pass. Tome la brújula. O mejor aún: déjese perder, sin miedo a improvisar. Y un último consejo: menos es más. Menos paradas, más descanso… y más momentos para guardar en la caja de los recuerdos.
Hay países que parecen inventados e Islandia es uno de ellos. Un lugar donde los volcanes fumean, los géiseres estallan de la nada y las cascadas caen como si el cielo se rompiera. laguna Jökulsárlón o bañarse en aguas termales como las de Laugarvatn Fontana, con vistas al lago del mismo nombre, mientras explica leyendas vikingas. Un destino perfecto para familias aventureras con ganas de naturaleza salvaje, emociones auténticas y una dosis de fantasía vikinga.
En Suecia, viajar con niños es fácil, todo está diseñado al milímetro para que los niños sean bienvenidos: desde los museos hasta los restaurantes, pasando por los transportes y alojamientos. En Estocolmo tiene dos paradas obligatorias: el museo Skansen, el primer museo al aire libre del mundo con animales, cultura y tradiciones de todo el país, y el universo de cuentos de Junibacken, creadora de la famosa Pippi Langstrump. Además, en el Vasa Museum encontrará un barco del siglo XVII que fascina incluso a los más pequeños, y en el Tom Tits Experiment, ya fuera de la capital, la ciencia se convierte en juego con más de 400 experiencias interactivas. Es un viaje ideal para familias curiosas, con niños de todas las edades, que desean aprender jugando.
En Dinamarca, todo invita a jugar. Desde el mágico parque Tivoli, en el corazón de Copenhague, hasta el universo de sueños de Legoland, en Billund, donde las criaturas pueden construir, imaginar y subir a montañas rusas hechas (casi) de ladrillos pequeños. El país apuesta por espacios públicos pensados para familias, playas tranquilas por correr y museos con zonas interactivas que invitan a tocar y experimentar. Es un destino perfecto para familias que buscan diversión a tamaño infantil, pero con encanto nórdico, un diseño cuidado y un ritmo amable que hace sentir a todo el mundo como en casa.
La Selva Negra es un gran parque natural que se convierte en un sueño para familias. Además de los bosques densos y las rutas para descubrir cataratas y leyendas, hay pueblos de cuento como Triberg, con sus cascadas y relojes de cuco gigantes. Para los pequeños exploradores, encontrará aventuras que encenderán la emoción de todos: bajar en tobogán por la pista de verano Sommerrodelbahn en Gutach, subir a los árboles y deslizarse por el tobogán del mirador Baumwipfelpfad Schwarzwald o desafiar el vértigo en el puente colgante de Wild. Y, para terminar de redondearlo, el Europa-Park ofrece diversión de primer nivel para todas las edades. Una combinación de naturaleza, cultura y adrenalina perfecta para familias con ganas de explorar y jugar.
Estonia es como una pequeña joya del norte que pocas familias tienen en el radar. Y precisamente por eso encanta. Tallin es una ciudad amurallada que parece sacada de un cuento, con torres, dragones y pasajes secretos. Museos como el Lennusadam, con submarinos y aviones, o el Proto Invention Factory, para aprender sobre los grandes inventos de la humanidad con realidad virtual, hacen que los niños aprendan jugando. En el sur del país, el parque temático Lottemaa convierte los dibujos animados locales en una aventura real y el museo de ciencias Ahhaa sorprende con sus experimentos. Un destino tranquilo y lleno de sorpresas para vivir Europa a otra velocidad.
En las Cícladas, Naxos y Koufonísia forman un tándem ideal para familias. En Naxos, las criaturas pueden correr entre templos antiguos, buscar gigantes en la Portara y explorar pueblecitos blancos sin coches. Las playas como Agios Georgios y Plaka son de arena suave y aguas poco hondas. A sólo una hora en barco, Koufonísia parece un espejismo: prácticamente sin coches, podrá nadar por calas turquesas y recorrer a pie los caminos planos que bordean la isla. Una combinación perfecta de descanso, naturaleza e historia para vivir a Grecia con ojos de niño.
Si las islas griegas son el paraíso del relax, Sicilia es su versión más salvaje y fascinante. Además de calas de agua clara y pueblos costeros encantadores, la isla ofrece aventuras únicas: subir hasta las fumarolas del Etna, explorar templos griegos como los de Agrigento y pasear por calles empedradas en Erice, Taormina y Noto. Para los niños, todos los días es un descubrimiento: fuego, piedra, mar y mitos. Una isla con carácter perfecta para familias con ganas de ir más allá del típico sol y playa.
Londres es una ciudad para jugar a ser mayor… sin dejar de ser pequeño. El Museo de Historia Natural es un paraíso para pequeños exploradores, con dinosaurios gigantes y simuladores de terremotos. En el Museu del Transport pueden subir a buses antiguos y hacer ver que son conductores de metros. Desde el London Eye pueden vivir la aventura de ver la ciudad desde una nube y los fans de la magia pueden vivir el mundo de Harry Potter en los estudios de Warner Bros. Los amantes de la naturaleza pueden ir en busca de fauna salvaje en el Hyde Park, lleno de ardillas, o en el Richmond Park, hogar de decenas de ciervos. No deje de visitar la juguetería Hamleys, un sueño de todo niño convertido en siete plantas de diversión. Museos gratuitos, parques inmensos y transporte que parece de juguete hacen de Londres un destino familiar lleno de sorpresas y emociones en cada esquina.
En Suiza, los paisajes son tan perfectos que parecen pintados: lagos transparentes, prados infinitos y montañas que tocan el cielo. Para las criaturas, es un parque de aventuras al aire libre: pueden seguir los pasos de Heidi en Maienfeld, subir en cremallera hasta el pico Jungfraujoch y bajar toboganes de verano rodeados de vacas y bosques. Trenes que atraviesan montañas, caminos para pequeños andadores y pueblos con encanto hacen de este país un destino ideal para descubrir la naturaleza en familia, con emoción y calma a la vez.
Estambul es la ciudad europea más exótica que se puede pisar sin cruzar ningún océano. Minaretes que perfilan el horizonte, barcas que cruzan el Bósforo y te traen de Europa a Asia y mercados que parecen un juego de pistas. Las criaturas se maravillan: pueden buscar mosaicos en Santa Sofía, ver peces bajo los pies en el puente de Gálata, subir al tranvía rojo de Istiklal o visitar Asia y Europa en un mismo día. El Gran Bazar es un laberinto fascinante donde los pequeños pueden realizar sus primeras negociaciones comerciales y el Museo del Juguete es una sorpresa encantadora. Una aventura exótica, cultural y sensorial por vivir en familia.