Joan Lluís Bozzo: "Los chicos de mis hermanas me hicieron de hermanos"
El actor y director de teatro nació en el barrio de Gràcia, estudió en los Escolapios, donde reconoce que tenía "problemas de rebeldía", ya los 17 años fundó una comuna teatral
Joan Lluís Bozzo (Barcelona 1953) es actor y director de teatro y televisión, miembro de Dagoll Dagom. La compañía celebra sus 50 años y se despide con una nueva reposición del musical Mar y cielo, en el Teatro Victoria.
Nació en el barrio de Gràcia de Barcelona, en la calle Sant Joaquim. “Un barrio en el que no había nada, pero sí muchos teatros. Era muy diferente, todavía pasaba el carro de la basura con caballo, en la calle de casa no había casi ningún coche aparcado. Cuando mi padre llevó el primer 600 que tuvimos y lo aparcó justo delante de casa, los vecinos desde el balcón aplaudían. Era una sociedad muy ingenua, muy reprimida, muy débil económicamente. Éramos una clase media muy hecha polvo”.
Estudió en los Escolapios de Balmes. “Tenía problemas de rebeldía porque exigía mis derechos en una época en la que esto no se llevaba demasiado”. ¿Y después de clase? “Iba a Lluïsos de Gràcia, que entonces era como un centro moral donde se hacía excursionismo, charlas, teatro... Y yo me apunté a teatro. De pequeño hice algún papel en los Pastorets”.
¿Y qué querías ser de mayor? “Ingeniero químico. Mi madre decía que sí, porque encontrarás un medicamento para curarme los dolores de cabeza, porque sufría unas migrañas terribles. A los 14 años empecé a pensar que el teatro me interesaba en serio”.
De pequeño los musicales no le gustaban. “Las películas estaban dobladas al castellano, pero los pedazos musicales no y era una sensación muy desagradable y me molestaba. Ese cambio de lengua y de timbre de voz era muy cómico”.
¿A qué se dedicaban los padres? “Mi madre estaba en casa cuidando a la familia, aunque había querido estudiar farmacia, pero su primer curso coincidió con el inicio de la guerra. Y después de la guerra, los abuelos eran antifranquistas y, por tanto, tuvieron dificultades. Mi padre, que antes de la guerra trabajaba en el Banco Hispano Colonial, después de la guerra le despidieron porque para tener esos puestos debía certificarse que habías luchado con el ejército vencedor. Le costó salir adelante. En casa pasamos dificultades económicas. Nací en 1953, el mismo año en que se eliminan las cartillas de racionamiento: estaba bastante presente todavía la miseria de la posguerra”.
El pequeño de la casa
Tiene tres hermanas mayores. "Con una me llevo 13 años, con la otra 11 y con la otra 9. Fue divertido, porque sobre todo cuando tuvieron novio ellos me hicieron muchos hermanos, me instruyeron en muchas cosas y eran mucho más guerreros" .
En 1971, con 17 años, montó una comuna teatral. “Era un momento en el que todo se hacía en comunes. Es el gran año de Comediants, muchos grupos los imitábamos y hacíamos teatro por la calle con toda la ingenuidad hippie de la época. Íbamos en un coche y teníamos una obra preparada. Vivíamos en casa de un amigo. Esto duró un verano. A partir de aquí encontré trabajo de ayudante de dirección de Pau Garsaball en el Teatre Capsa. Luego hice de figurante en el Muerte de GanaShow, de la Trinca. Y fui haciendo trabajillos. Cuando estudiaba en la Universidad Autónoma monté una compañía e hicimos Las Troyanas, de Eurípides, que tuvo cierto eco, hice un Mar y cielo sin música contratado por La Caixa para hacerlo por comarcas...”
Estudió filología catalana. “Los padres y cuñados me decían: estudia filología que tendrás contacto con los textos clásicos. Y pensé que tenían razón. Pero cuando estudiaba filología, en medio de los estudios, fui a hacer la mili a Ceuta, donde tuve el gozo de vivir en el cuartel la muerte de Franco. Y cuando volví al poco tiempo hice una obra de teatro en la Villarroel que fue bien y en 1978 me integré en Dagoll Dagom”.