Los padres de Mic se jubilan

Sant Joan DespíEn el 2007 alguien bien relacionado con los medios de comunicación, pero con poca vista y escasa sensibilidad para saber qué va a cuajar y qué no entre los espectadores, le auguró en el programa del Mic sólo cuatro días dentro de la parrilla infantil de TV3. Error de cálculo: el 21 de junio de ese año había nacido un personaje destinado a durar varias temporadas ya perdurar en la memoria de un puñado de generaciones de criaturas. Quedamos con el equipo de este fenómeno televisivo, que ahora se jubila de la televisión, para celebrar no sólo tantos años de triunfo del carismático títere, sino también su inminente salto al teatro, con el espectáculo MAC MEC MIC, de la compañía La Perla 29 y el SX3 a partir del 5 de diciembre. “Mic es un personaje, sobre todo, vital, y con una edad muy próxima a la edad de los niños y niñas a los que va dirigido. Y tiene ganas de descubrir el mundo y su entorno de la forma más viva, bonita e interesante”, explica Laia Gimó, directora del espacio.

Según Manel Trias, su director artístico, es importante que “no haga nada que los niños no puedan hacer, porque es un poco su espejo; se expresa en un lenguaje que ellos conocen, se encuentra en situaciones en las que ellos también se encuentran y las resuelve como ellos las han resuelto”. La guionista Maica Messeguer, la tercera pata del equipo y la única que continúa, redondea el retrato: “Siempre hemos vigilado que Mic no sea ambicioso, que no esté a un nivel superior al de sus espectadores. Los niños y niñas deben ver que ser pequeño como Mic te abre un montón de posibilidades, y que no necesitas correr para ser mayor”.

¿Cuáles han sido los ingredientes que han hecho que las sencillas aventuras de Mic, Cincsegons, Cargol y Mosca sean atractivas tanto hoy en día como en aquel lejano 2007? Según Trias, la clave principal ha sido "no pretender ni ilustrar ni enseñar": "Queremos arrugar, pintar y picar. Queremos mirar con los dedos. No les pedimos ningún trabajo inteligente, sino que les proponemos una reacción emotiva" . Messeguer reflexiona en la misma línea: “En otros programas infantiles, creo que se empeñan en hacerlos trabajar. Ya aprenden durante las 24 horas del día, y no queremos que trabajen nada con Mic. Queremos que lo disfruten con entretenimiento y humor. Y más que con humor, con alegría”. Gimó lo remarca: "Mic es la alegría de vivir".

Hablar de conflictos básicos

Uno de los objetivos, reflexiona Messeguer, ha sido "simplificar, hablar de conflictos muy básicos para no despistar a los pequeños". En todo este viaje, Mic ha estado estupendamente rodeado de unos cómplices que también tienen una base física y espiritual particulares. “El Cincsegons se planteó como un personaje muy transitorio. Por eso se llama Cinco segundos. Tenía que entrar y salir enseguida. Derribar una pluma, provocar una reacción y marcharse. Pero, poco a poco, le gustó quedarse, y desde entonces acompaña a Mic desde una mirada quizás un poco más adulta, pero muy contenida. No es la figura del padre, ni de la madre. Es un acompañante sabio, con experiencia y curiosidad. Es una abstracción porque no tiene forma corpórea. Son unas gafas, una boca y una mano. Para los niños, las manos tienen una importancia brutal”, describe Trias.

“Mosca y Caracol han ido cogiendo una personalidad con los años. Hemos ido encontrando sus características en todos los sentidos: tanto por lo que hacen y qué dejan de hacer como su forma de moverse”, dice Gimó. “Tanto al Caracol como a la Mosca les gusta mucha comida, y es un factor que conecta con los niños, que les hace muy cercanos. Él siempre quiere comer su col, y ella siempre ha sido entrometida por muchas cosas, pero, sobre todo, por los dulces”, expresa Manel Trias.

¿Qué y quién hay detrás de este escenario negro por el que se mueven, alegre y naturalmente, los cuatro protagonistas? Pues la maestría de un grupo de titiriteros, que los mueven de la forma más natural posible. Y, además, son sus voces. La voz de Mercè Framis, también titiritera, es uno de los grandes atractivos del Mic. “Mercè nos lo ha dicho muchas veces: un títere es una máscara. Detrás del títere hay una persona que se proyecta a través de esta máscara. Un títere es una prolongación de nuestras extremidades. El movimiento del Mic o del Caracol es orgánico. Recoge cómo se mueven las cosas vivas”, afirma Trias.

Parada por ahora la producción de nuevos capítulos, Mic y su grupo todavía nos ofrecerán algunos episodios inéditos durante estas fiestas de Navidad, pero su futuro se está ahora decidiendo. Hay que formar un nuevo equipo, ya que sus creadores, Laia Gimó y Manel Trias, se jubilan y, según explicaron fuentes de la Corporación, "se están explorando nuevos formatos y nuevos lenguajes para dar continuidad" al personaje del Más allá del formato actual. Gimó y Trias creen que "el universo Mic tiene mucha vida". De hecho, es uno de los programas más vistos de esta temporada en la plataforma del SX3, que ha subido hasta los 2,2 millones de reproducciones en total.

El salto al teatro

El 5 de diciembre el barcelonés Teatro La Biblioteca estrenará MAC MEC MIC, que forma parte de esta expansión del universo Mic. El objetivo es también "acercarse a las familias y los niños y tener presencia dentro y fuera de las pantallas", explican desde la Corporación. “Es un espectáculo clásico de teatro de títeres, para ver en silencio, en oscuridad y con un argumento. Una obra para escucharla, mirarla y gozarla intensamente”, comenta Messeguer. El equipo creador del Mic vuelve así a sus orígenes, a su oficio y sus raíces, ya que ellos son titiriteros.

¿Habrá, en el escenario, alguna novedad respecto al programa del SX3? Sin entrar en muchos detalles, para conservar el asombro, Gimó revela que “en la obra aparecen algunas cosas que ya se conocen, como es el caso de alguna canción, pero hay diferencias, como la aparición de una actriz que ayudará a hacer mejor el feedback del montaje con el público”. También habrá música en directo y la obra está pensada para que sea una experiencia desde el momento en que los niños entren en el teatro hasta que salgan. Al final del espectáculo, que tiene una duración de 40 minutos y está dirigido, idealmente, a niños de 3 a 6 años, el público tendrá la oportunidad de enviar una carta que les llegará a su casa con una sorpresa.

Hasta el 19 de enero, estará en cartelera el debut teatral de un títere que, en su versión en peluche, ha vendido 252.000 unidades, a las que debemos sumar 65.768 libros. Mic no sólo es uno de los espacios más longevos de la televisión sino que también ha creado un vínculo emocional más allá de las pantallas y se ha convertido en un fenómeno social.