Arquitectura

Una cata del inmenso archivo de la Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona

La institución celebra sus 150 años con una exposición en el Colegio de Arquitectos de Cataluña

BarcelonaAntoni Gaudí no tuvo miedo con su trabajo de reválida: presentó el proyecto de un paraninfo circular, a pesar de saber que en el tribunal estaba Elies Rogent, el director de la Escuela de Arquitectura, entonces ubicada en el edificio histórico de la Universidad de Barcelona (UB). Rogent era precisamente el autor del paraninfo de la UB, hecho absolutamente de otra forma, con una nave longitudinal ubicada en el corazón del edificio. De todo ello queda constancia en la exposición Pedagogías transhistóricas. 150 años de la Escuela de Arquitectura de Barcelona, que puede verse a partir de este jueves y hasta septiembre en la sede barcelonesa del Colegio de Arquitectos de Catalunya (COAC) y que sirve para conmemorar el 150 aniversario de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB) La nota que obtuvo Gaudí pasó a la historia: aprobó por la mínima y aprobó por la mínima de arquitecto "a un genio oa un loco".

También fue atrevido el discípulo más brillante de Gaudí, Josep Maria Jujol. y Montaner, aunque Jujol no le tuvo de profesor. Décadas después, Enric Miralles fue más transgresor: rompió las reglas presentando el proyecto con otro estudiante, Marcià Codinachs, y con unos dibujos a una escala insólita, 1:50, en vez de 1:200. Pero fue sobre todo transgresor. La gran casa, título del proyecto que fue calificado con un cinco. "Son fragmentos de arquitectura que están dentro de una gran casa que no tiene paredes, porque las paredes son el límite del papel. Así que todo lo que dibuja dentro de la lámina es la arquitectura, y por eso lo dice La gran casa. "Corta el papel por la línea de fachada, y tú estás siempre dentro, no puedes salir porque no hay alzados, es un espacio interior puro", explica Carolina B. García Estévez, comisaria de la muestra junto a los también arquitectos Enric Granell y Andrea Palomino de la Fuente.

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Los tres dibujos forman el sancta sanctorum de la muestra, tal y como dicen los comisarios. Y para García, Jujol y Miralles tienen en común trabajar los proyectos a través de "fragmentos" que van montando y desmontando.

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La exposición es la gran primera muestra sobre la ETSAB desde el centenario, que tuvo lugar en el Palau Nacional en 1975. Incluye unos 120 trabajos, una veintena de ellos dibujos y planos, datados entre los años del Modernismo y la Barcelona preolímpica. Todo esto queda demasiado corto: teniendo en cuenta la importancia de la ETSAB y la riqueza de sus fondos (240.000 ítems), Pedagogías transhistóricas vuelve a poner sobre la mesa que las administraciones públicas del país, ante la falta de un equipamiento monográfico, no hacen justicia a la arquitectura, ni a la patrimonial ni a la de ahora.

Después de que el proyecto del Museo de Arquitectura y Urbanismo quedara en el cajón hace unos años, algunos equipamientos hacen exposiciones esporádicamente, pero sigue sin haber una política firme y continuada de difusión, investigación y publicaciones a todos los niveles, desde la forma más divulgativa a la más especializada. Instituciones como la propia ETSAB o el COAC tienen patrimonio, así como los propios profesionales. Y las universidades tienen a los intelectuales. Teniendo en cuenta la importancia que la arquitectura tiene en el país, y que es de los principales atractivos de Barcelona, ​​¿por qué los museos y el sector no llegan a más alianzas? Está previsto que la antigua sede de la editorial Gustavo Gili acoja exposiciones coincidiendo con la capitalidad mundial de la arquitectura de Barcelona en el 2026, pero está por ver qué se hará más adelante.

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Ideas que resuenan en épocas diferentes

La historia de la ETSAB se remonta a 1875 con la creación de la Escuela Provincial de Arquitectura de Barcelona, ​​dirigida por Rogent, en un panorama en el que los futuros arquitectos y maestros de obras se disputaban las atribuciones profesionales. Se puede ver algún dibujo de un maestro de obras, pero la tesis de muestra no es cronológica, sino que los comisarios han espigado "reflejos, rimas" de diferentes épocas, como dice Enric Granell, y los hacen dialogar. Para empezar, dos de los diálogos que proponen los comisarios son los de una fotografía de la desaparecida puerta del chalet Graner, también de Gaudí, con la de una ruina de la villa romana de Centelles, y el de un dibujo de dos gallos de Jujol con el negativo de cristal deteriorado de una fotografía de la catedral las pinceladas arabescas del dibujo.

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Los materiales de diferentes épocas están ligados por temas constantes como la enseñanza de la arquitectura a través de la copia, y la importancia que tuvieron las excursiones científicas pioneras a lugares monumentales entre los que se encuentran la catedral de la Seu de Urgell, Santa María de Poblet y la catedral de Tortosa. "Es el momento mágico en el que la fotografía empieza a estar incorporada también en el ámbito de la arquitectura y, por tanto, les permitía documentar y cartografiar todo lo que veían", dicen los comisarios, que exponen los libros fundacionales de John Ruskin y Viollet-le-Duc Las piedras de Venecia y Entretiens sur la architecture, respectivamente.

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Más adelante hay dos planos de un puente monumental de Josep Puig i Cadafalch, y el recorrido continúa con un recuerdo de los arquitectos consagrados que pasaron por la escuela como invitados, para dar unas charlas que siempre estaban atestadas, entre ellas Richard Neutra, Hans Hollein, Josep Lluís Sert, Alvaro Siza. revistas y libros publicados por profesores y catedráticos de la escuela, como Rafael Moneo, Xavier Rubert de Ventós y Joan Margarit, y también plantean una reflexión sobre el papel que estos mismos arquitectos han tenido en la transformación urbana de Barcelona a través de grandes eventos, desde la Exposición Universal de 1888 hasta los Juegos Olímpicos de estos Juegos Olímpicos, estos últimos Coderch en 1984, justo cuando la candidatura de Barcelona se estaba cociendo.