Los 20 centímetros de hormigón sobre los restos de Lorca
El artista Eugenio Merino continúa su proyecto sobre el poeta en la galería ADN
BarcelonaEl poeta Federico García Lorca fue asesinado entre Víznar y Alfacar, y en el terreno donde fue fusilado y enterrado décadas después se realizó un parque. En este parque se hizo una fuente debajo de la cual se enterró una bolsa con restos humanos, cuya exhumación las autoridades andaluzas impiden. Por eso, García Lorca sigue siendo, como dice su gran biógrafo, Ian Gibson, como "el desaparecido más famoso del mundo" y "el desaparecido más famoso y más querido del mundo". El artista Eugenio Merino presentó en febrero en la galería Memoria de Carabanchel (Madrid) una de las obras más sobrecogedoras sobre Lorca: una instalación titulada Ruina protagonizada por una escultura del poeta dentro de una fosa excavada en medio de la galería, de la que arrancaron el suelo para dar verosimilitud al espacio.
El artista ha continuado el proyecto con una exposición, titulada Banco público, que está en cartel en la galería ADN hasta el 9 de noviembre, en un espacio que quiere recordar "una capilla laica", como dice Merino. De nuevo, se trata de un trabajo estremecedor, consistente en un banco público de hormigón en cuyo interior hay una escultura de Lorca como la que mostró en la galería Memoria. "El georradar que se utilizó para encontrar esa bolsa con huesos detectó una capa de 20 centímetros de hormigón sobre la bolsa de los supuestos huesos de Lorca, o de quienes fueran", decía Merino hace unas semanas en el Museo del Arte Prohibido durante una conversación con el periodista y experto lorquiano Víctor Fernández, que ha colaborado con él en todo el proyecto.
Como han dicho el propio artista y la comisaria de la exposición, Semíramis González, Banco público es "un contramonumento" cuyo objetivo es visibilizar la represión ejercida sobre los miles de desaparecidos y poner de manifiesto la desaparición del cuerpo de Lorca y su voz, de la que no existe ningún registro. Por eso, la instalación incluye el audio de una lectura del actor Juan Diego Botto de las entrevistas y conferencias que Federico García Lorca realizó a lo largo de su vida, seleccionadas por el propio Víctor Fernández. “A Banco público estamos sentados sobre todos los desaparecidos y asesinados en el golpe de estado y la represión franquista en España, todos ellos represaliados por sus ideas. Es un monumento oculto que nos lleva a pensar en el trauma colectivo de nuestra historia”, afirma Merino. Para González urge que las administraciones aborden con determinación la exhumación de las fosas. "¿Se puede construir una sociedad sobre los cuerpos de quienes fueron represaliados y siguen bajo nuestros pies?", advierte la comisaria.
Para Merino el banco tiene un carácter "funerario", porque suelen encontrarse en los cementerios. Para ello se utilizaron 1.115 kilos de hormigón, ante un notario que dio fe de cómo caía el hormigón en un molde donde estaba la escultura del poeta. "El monumento es muy minimalista y, por ser abstracto, puede contener todas estas historias", dice Merino. Además, parte del abrigo del poeta quedó en contacto con la pared del molde, por lo que el hormigón no la cubrió y ha quedado a la vista.
En España la memoria histórica es una herida abierta, aún más en un estado donde la extrema derecha cada vez está más presente. Merino recordó durante su conversación con Fernández que antes de la inauguración de la exposición la comisaria había recibido un correo electrónico donde le reclamaban que dejaran de "remover" el tema de Lorca.
Las grandes mentiras sobre Lorca
Según Merino y Fernández, Banco público también puede verse como una crítica implícita a monumentos de Federico García Lorca como el que existe en la plaza de Santa Ana de Madrid, que está despojado de la carga ideológica de su obra y de la tragedia de la muerte del poeta. "La fotografía de Lorca levantando el puño durante un encuentro con el periodista Pablo Suero incomoda a aquellos que presentan a Lorca como apolítico", dice Fernández. "Hemos vivido siempre rodeados de historiadores que han contado una imagen de Lorca que no era real. La gran mentira empezó durante el franquismo", advierte Merino, que sobre la fosa vacía donde después colocó la escultura del poeta en Ruina dijo que era "la mejor manera de representarle", porque a un desaparecido no se le puede representar "derecho", como es el caso del monumento de la plaza Santa Anna.
El ministerio del Interior sigue guardando como secreto documentación oficial franquista relativa a Lorca. "El Estado considera que somos unos niños que no podemos leer estos documentos", dice Fernández. Aun así, recuerda Merino, se filtró un documento que recoge que a Lorca le mataron por "socialista, masón y realizar prácticas de homosexualismo". "A Lorca nunca se le ha dado voz, se le ha folclorizado, se le ha llevado al mundo del flamenco, en la parte más estética", añade. Para Fernández Lorca forma parte de la visión crítica que Merino tiene de España y que en el pasado dio frutos como la escultura de Franco en una nevera de bebidas, ahora propiedad del Museo del Arte Prohibido, para denunciar la pervivencia del franquismo; y el cadáver de Picasso, por criticar la comercialización de su figura y de su legado.