Arte

El Instituto Guttmann considera que Frida Kahlo sufría el síndrome de la cola de caballo

La artista mexicana, fallecida en 1954, podía sufrir una lesión medular de origen traumático

ARA
y ARA

BarcelonaLa pintora mexicana Frida Kahlo (1907-1954) fue una de las artistas más relevantes de la primera mitad del siglo XX y se ha convertido en un icono de la cultura pop. Tanto su obra como su vida se han contado en exposiciones y libros y su rostro puede verse en multitud de souvenirs. De hecho, su vida se ve reflejada en gran parte de su obra. Ahora, sin embargo, tenemos un dato más. A partir de los informes médicos y la documentación sobre la artista mexicana, profesionales del Instituto Guttmann de Badalona han realizado un diagnóstico del origen de sus afecciones que se ha publicado en la revista Journal of Neurology.

Frida Kahlo sufrió un grave accidente cuando tenía 18 años. El autobús en el que viajaba chocó con un tranvía. Una barra de hierro le atravesó la cadera y la pelvis. Aquel accidente le marcó la vida y desde entonces sufrió dolores intensos que hicieron que tuviera que permanecer quieta durante largas temporadas. Los investigadores han estudiado a fondo el origen de sus dolores. "Los documentos médicos de la época abogan por la suma de múltiples causas: fracturas, inmovilización, postpolio, espina bífida...", explica en un comunicado elInstituto Guttmann. Los profesionales del centro médico dedicado a la salud cerebral y la neurorrehabilitación aseguran que todos los síntomas que sufrió a lo largo de su vida podrían ser causados ​​por el síndrome de la cola de caballo. Se trata de una lesión en la parte inferior de la médula espinal de origen traumático.

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Cuando tenía 6 años, Kahlo contrajo la polio, que le causó secuelas permanentes: su pierna derecha era más corta y débil que la izquierda. Sin embargo, según el estudio, el hecho de que más marcó el transcurso de su vida fue el accidente: se dislocó el codo izquierdo, los tobillos y los hombros; se rompió múltiples costillas y sufrió tres fracturas en la pelvis y once en el pie derecho, que quedó aplastado. Se fracturó también dos de las vértebras lumbares, y la barandilla de hierro le causó una perforación abdominal. Tras el accidente tuvo fatiga y dolor en la espalda, las piernas y los genitales. Además, empeoró con el tiempo. Los documentos de su médico, Leo Eloesser, señalan que también sufrió una disminución de la sensibilidad en la parte inferior su cuerpo y un empeoramiento del pie y la pierna derecha. Los autores del artículo consideran que la reducción de la sensibilidad en las piernas, añadida al dolor neuropático en las piernas y los genitales, coinciden con el diagnóstico del síndrome de la cola de caballo, ocasionada por la afectación de las raíces nerviosas de la parte interior de la médula espinal.

“La historia clínica de Kahlo, las cartas en las que indica cambios de sensibilidad en el área genital y la descripción de los síntomas del doctor Eloesser son compatibles con esta clasificación”, indica la doctora Hatice Kumru, neuróloga en el Institut Guttmann y autora del artículo. El artista se refirió también en sus escritos a "un dolor de ciática" persistente e hipersensibilidad al tacto, también en las zonas genitales, que Kumru achaca a un dolor espontáneo continuo ya una alodinia, respectivamente. Ambos son dolores neuropáticos que podrían estar relacionados con el síndrome de caballo.

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Parte del tratamiento de Kahlo consistía en llevar corsés ortopédicos como la que pintó en la obra La columna rota. "Hoy se sabe que estos métodos a menudo pueden conducir a una atrofia muscular, empeorar el dolor y causar trastornos de la marcha, lo que probablemente contribuyó a su discapacidad", explica Kumru.