Muere la artista alemana Rebecca Horn
Entre sus obras se encuentra 'L'estel herido', en la playa de la Barceloneta
BarcelonaLa artista alemana Rebecca Horn ha fallecido este sábado a los 80 años en Odenwald (Alemania), tal y como informa la Galería Pelaires de Palma, con la que tenía mucha relación. "Lloramos la muerte de una de las artistas más influyentes y queridas de nuestro tiempo". El comunicado de la galería mallorquina destaca que la muerte de Horn "deja un vacío insustituible en el mundo del arte contemporáneo, en el que su trabajo multidisciplinar dejó una impronta indeleble". "En nuestra galería, Rebecca Horn era más que una artista cercana; era una amiga querida y una fuente constante de inspiración. Su obra resonó profundamente entre aquellos suficientemente afortunados como para experimentar su poder transformador, que establecía un diálogo entre la fragilidad humana y la maquinaria, lo tangible y lo intangible", concluye la Galería Pelaires.
Nacida en Michelstadt el 24 de marzo de 1944, Horn fue una pionera del arte corporal, la performance y la instalación artística a finales de los años sesenta y principios de los setenta. Se formó en Hamburgo y Londres, y entre los trabajos más impactantes de la primera etapa, bastante marcada por los ecos del surrealismo, se encuentran Einhorn [Unicorno], una performance crítica con la superficialidad burguesa en la que llevaba un traje culminado con un gran cuerno vertical; Finger gloves [Guantes de dedos] y Feather fingers [Dedos de pluma]. Una muestra de su trabajo audiovisual de los años setenta pudo verse en la exposición Gabinete Rebbeca Horn (2018) en Es Baluard Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Palma.
El cuerpo y el peso de la crítica social y política fueron fundamentales en los primeros años de trayectoria artística, marcados también por la impronta de una enfermedad pulmonar que la hizo ser consciente de las limitaciones del cuerpo. En los años ochenta desplegó diferentes instalaciones artísticas, a menudo de carácter cinético y en las que también aparecían elementos característicos de su obra como plumas o máscaras. También creó instalaciones pensadas para sitios específicos, como La estrella herida (1992) que hay en la playa de la Barceloneta. Se trata de una escultura formada por cuatro cubos con la que Horn quería homenajear a los chiringuitos del paseo marítimo desaparecidos a raíz de las intervenciones urbanísticas de los Juegos Olímpicos de 1992. Con los años Horn estableció una relación muy estrecha con Mallorca, donde pasaba largas temporadas .
Los años ochenta también fueron los del reconocimiento internacional, con premios en la Documenta de Kassel y, posteriormente, exposiciones en el Guggenheim de Nueva York (1993), la Neue Nationalgalerie de Berlín (1994), la Tate Gallery de Londres (1994), la iglesia del Convento de Sant Domingo en Pollença (2003), Es Baluard Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Palma (2004), el Martin-Gropius-Bau de Berlín (2006) y el Museo de Arte Contemporáneo de Tokio ( 2009). Paralelamente, Rebecca Horn también escribió poesía y realizó filmes como Der Eintänzer (El Gigolo) (1978), La Ferdinanda: Sonate für eine Medici-Villa (1981) y Buster's Bedroom (1990).