Teresa Lanceta: "Tejiendo el tiempo se dilata, es como hacer un anti-Pollock"
El Museo de Arte Moderno de Ceret inaugura la primera retrospectiva internacional del artista
CeretEn los tapices y telas pintadas y cosidas de Teresa Lanceta (Barcelona, 1951) resuenan las noches de fiesta en la plaza Real barcelonesa de su juventud. También los largos viajes en tren que hacía para visitar a sus padres en Alicante, durante los cuales podía hacer piezas de pequeño formato. En su obra son igualmente importantes los tejidos del Atlas medio marroquí que la marcó, y la erudición y al mismo tiempo la estima por la cultura popular, tal y como se constata en la gran exposición que le dedica el Museo de Arte Moderno de Ceret (Vallespir) a partir de este sábado y hasta el 2 de junio.
"Tejer es muy metódico, se repite el mismo gesto una y otra vez, pero a mí me entusiasma –afirma Teresa Lanceta–. Cuando tejes el tiempo se dilata; tejer es como un hacer anti-Pollock, porque no necesitas la inspiración, sino que puedes entrar y salir de la prenda". De hecho, al principio de la muestra puede verse cómo dejó de hacer tapices con motivos paisajísticos para ser más fiel a la técnica, en la que lo más sencillo es hacer franjas horizontales y diagonales. "No trabajo con un diseño preconcebido, sino con una idea y unos colores, ya veces ni con esto", dice Lanceta.
Lanceta vive un gran momento: ganó el Premio Nacional de artes plásticas 2023, que otorga el ministerio español de Cultura, tras la gran retrospectiva que le dedicaron el Macba y el IVAM: y la exposición de Ceret, titulada Teresa Lanceta, la memoria tejida, se suma a dos que están en cartel en el Museo Meadows de Dallas y en el Museo Patio Herreriano de Valladolid. "La secretaria de Miquel Iceta [entonces ministro de Cultura] me llamó al día siguiente de que se produjera el terremoto en Marruecos, el 8 de septiembre del año pasado, y lo primero que pensé es que me llamaba para pedirme una obra para recaudar dinero", recuerda Lanceta.
"Andy Warhol decía que todo el mundo sería famoso quince minutos, y en mi caso soy Premio Nacional durante un año", dice el artista, como cogiendo distancia de los cumplidos y pensando sobre todo en las exposiciones y horas que pasa en el pequeño taller de su casa en el pueblo de Mutxamel (L'Alacantí): " Trabajo todo el día", subraya. En cuanto a la exposición del Meadows, organizada conjuntamente con la Fundación Arco, incluye una decena de obras de entre 1992 y 2020, algunas de las cuales son de gran formato. Tres de ellas, tituladas Rojo y negro en diagonal,Arco del TeatroyGardunya, están dedicadas al Raval, donde vivió Lanceta. "Es un barrio muy sufridor, pero al mismo tiempo forma parte del corazón y de la cultura de la ciudad", asegura. La del Patio Herreriano es la que concentra el grueso de obra nueva, la mitad de los tapices y otros trabajos que ha realizado durante una búsqueda de los tejidos funerarios del siglo XIII en Castilla.
La exposición del Museo de Arte Moderno de Ceret incluye más de 70 obras desde los años 80, más de la mitad de las cuales son inéditas. "Hay muchas razones por las que no he enseñado algunas obras: puede que haya quedado en un lugar de donde no la puedo sacar fácilmente, para que piense que no está suficientemente bien, o que en ese momento haya otras que me interesen más. Y también que las quiera para mí; yo también me gusto", dice Lanceta. Entre las obras inaccesibles se encuentran dos cuadros hechos con tiras de tela pintada y trenzada que creó a raíz de una exposición en el Museo Textil de Terrassa. También salen ahora a la luz algunas obras de los años noventa tintadas, cosidas y con zurcidos con las que Lanceta quería hacer unos "encuentros más emotivos". "Cuando iba al pueblo me gustaba ver a mi abuelo con un pantalón zurcido, porque entonces la gente zurcía, y yo hice un lenguaje", recuerda el artista.
Tejer con ropa usada de los amigos
La referencia a la memoria del título de la muestra está justificada porque la memoria individual y colectiva son muy importantes en la obra de Lanceta. Como dice Jean-Roch Dumont Saint Priest, director del museo y comisario de la muestra junto a Gwendoline Corthier-Hardoin, la presencia de Lanceta en Ceret está justificada por la importancia que el textil tiene en la colección del museo y en "la historia textil del Vallespir, que se remonta a más de mil años", dice Jean-Roch Dumont Saint Priest. Más concretamente, algunos trabajos, conocidos como jarapas, exudan memoria porque están hechos con tiras de ropa usada que le daban parientes y amigos.
Por otra parte, es curioso cómo las vicisitudes sociales y políticas se escuchan en algunas de las piezas expuestas: la reflexión que Lanceta propone sobre las alfombras españolas del siglo XV está impregnada de "tristeza", dice ella misma, por la discriminación que sufría la mano de obra de "españoles musulmanes" que las hacían. "El gran momento del tejido español está en manos musulmanas, pero al mismo tiempo estas alfombras compraban señores de la guerra cristianos, porque otra de las cosas que quiere del enemigo, además de matarlo o expulsarlo, es su patrimonio". Asimismo, Lanceta expone una manta antigua amarilla con un ribete rojo tal y como la compró .La ha titulado, evocando el pintor estadounidense Barnett Newman, ¿Quién teme el amarillo y el rojo?, con la intención de hablar de la actualidadespañola. "No es normal que toda España tenga miedo a tantos colores. Que en Aragón, en Valencia y en Catalunya, unos tengan miedo a los colores de otros", advierte. Además, en uno de los dos vídeos expuestos denuncia la explotación de niños en unos telares en Saqqara (Egipto) de la que fue testigo.