El Ayuntamiento de Tortosa rechaza reinterpretar el monumento franquista del Ebro

Una moción con 1.400 firmas de apoyo pedía que el vestigio no se retirara

BarcelonaEl gobierno catalán anunció que empezaría a retirar el monumento franquista del Ebro el 18 de julio, el día que se cumplen 85 años del golpe de estado franquista. De hecho, las prospecciones geológicas para instalar las grúas que tienen que permitir sacar el vestigio del medio del río ya han empezado. Aun así, hay una parte de la población que se resiste a que desaparezca del paisaje de Tortosa la pirámide de hierro forjado de 45 metros que se construyó en 1966 para conmemorar el 25º aniversario de la victoria franquista en la Batalla de l'Ebre.

Este lunes, en el pleno ordinario del consistorio de Tortosa, se ha presentado una moción popular para defender la reinterpretación del monumento, que ha sido rechazada. Solo el concejal de Ciudadanos la ha apoyado. Movem, ERC, el PSC y la CUP han votado en contra. Junts se ha abstenido con el argumento de que había que respetar la consulta popular de 2016, cuando un 68% de los votantes optaron por la reinterpretación de una obra agujereada por orificios de metralla que se van transformando progresivamente en cirios y cruces.

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La moción la han impulsado Corembe y Tortosins pel Monument, dos colectivos que en las últimas semanas se han movilizado para evitar que las grúas se lleven el monumento. La moción se ha presentado con más de 1.400 firmas de apoyo, y el domingo cerca de 150 personas se concentraron a favor de reinterpretarlo. Los que se oponen a la retirada se aferran al referéndum de 2016 y argumentan que con la reinterpretación podría ser muy abierta y se podría sumar todo el mundo. Las asociaciones memorialistas insisten en que el significado del monumento no tiene margen de interpretación porque fue parte de "la operación propagandística de la dictadura franquista para justificar la guerra y la represión política con una supuesta paz".