Cine

Celine Song: "El capitalismo ha corrompido la forma en que amamos"

La directora estrena 'Materialists' con Pedro Pascal, Dakota Johnson, y Chris Evans

BarcelonaAparentemente Materialistas [Materialistas], la película de Celine Song protagonizada por Pedro Pascal, Dakota Johnson y Chris Evans que se estrena en los cines el 14 de agosto, explica un triángulo amoroso entre tres personas muy atractivas pero de distinta clase social. La protagonista, Lucy (Dakota Johnson), trabaja en una empresa de citas, y se debate entre mejorar económica y socialmente, a través de un matrimonio con Harry (Pedro Pascal), o quedarse con su amor de juventud, John (Chris Evans), que malvive en un apartamento compartido. En el mundo de Lucy, el sueño americano ha sido definitivamente aniquilado: la única forma de ascender económicamente o conseguir seguridad económica ya no es a través de los méritos, sino del matrimonio.

La mirada de Song es optimista, pero no ingenua: aprovecha el amor para hablar del daño que ha hecho el capitalismo a la hora de buscar pareja. "Quería hablar de cómo el capitalismo ha corrompido completamente no sólo la forma en que amamos, sino también cómo nos vemos a nosotros mismos como personas", asegura en una entrevista por videollamada desde el festival Atlántida de Mallorca. La cineasta, que nació en Seúl y emigró a Canadá con sus padres cuando tenía 12 años, trabajó durante seis meses en una empresa de citas en Nueva York y, de esa experiencia, nace la película. No hay mucha variedad en las peticiones de los clientes de Lucy. Ellas piden que los hombres ganen mucho dinero, tengan pelo y hagan más de 1,80 (un dato importante en la película). Ante Lucy no se inhiben, también especifican la raza. Ellos piden que ellas estén en forma y tengan menos de 30 años, aunque ellos se acerquen a los 50.

Cargando
No hay anuncios

La cineasta pone especial énfasis en dónde viven y cómo viven los tres protagonistas. Cuando Lucy entra en el apartamento de Harry para pasar la noche, no se deja llevar por las caricias y sus besos, sino que queda deslumbrada por las dimensiones y el mobiliario del inmueble. "Creo que me preocupa mucho la forma en que se nos pide convertirnos en objetos de valor, como si fuéramos mercancía", dice la cineasta. De hecho, el valor que nos damos, a partir de los parámetros físicos o financieros, planea a lo largo de todo el filme. Hay una clienta de Lucy, Sophie, que sufre una agresión en una de las citas. "Lo que le ocurre a Sophie es una consecuencia de este proceso de deshumanización, y toda deshumanización implica una cierta violencia. Lo que se hace Henry a sí mismo es también violento, fruto del odio hacia sí mismo, que nace de la objetificación. Cuando piensas sólo en términos de valor, y no como ser humano, es cuando puedes llegar a hacerte."

Cargando
No hay anuncios

¿El amor nos hará libres?

No existe cinismo en el concepto que tiene Song del amor. La directora de Materialistas ha tenido muchas conversaciones sobre el amor y recibió peticiones, como las de Lucy, cuando trabajaba en una empresa de citas, pero ella conoció a su marido, el guionista Justin Kuritzkes, en una residencia de artistas cuando tenía veinticuatro años. "El amor es un gran misterio ancestral, un milagro total cuando sucede", afirma. Cuando te sacude, es incontrolable: "Como personas modernas, pensamos que podemos controlarlo todo y convertirlo en números y algoritmos, pero el amor no es ninguna fórmula numérica, es algo increíble", añade.

Cargando
No hay anuncios

A Vidas pasadas, que estuvo nominada a los Oscar, Song explicó maravillosamente bien una intensa historia de amor sobre lo que podría haber sido y no fue. La cineasta, definitivamente, quiere amor en el cine, porque le permite hablar de lo que significa ser personas. "El amor debe estar en el cine porque es el único espacio en el que todos somos iguales. Gran parte del mundo es acaparado y controlado por los ricos, la riqueza es la gran droga de nuestros tiempos", defiende. Los ricos, dice, pueden tener todo lo mejor porque pueden pagarlo. "En el amor todavía podemos ser libres. Todavía hay esperanza, la película habla de citas, de amor romántico y de matrimonio, pero también de muchas formas de amar. No soy religiosa, pero el amor es sagrado y divino, y está al margen de cualquier sistema económico. No por tener dinero o una casa mayor, serás más afortunado", asegura.