Benedict Cumberbatch: "Quiero hacer buen arte, no me importa si está en Hollywood o en un teatro alternativo"
El actor recibe el premio Màquina del Temps en el Festival de Sitges y presenta el drama 'Esa cosa con alas'
SilosEs el Brujo Supremo de Marvel, el mejor Sherlock Holmes de las últimas décadas y, también, la estrella más esperada de esta edición del Festival de Sitges. Benedict Cumberbatch (Londres, 1976), nominado dos veces al Oscar –por The imitation game y El poder del perro–, ha visitado este lunes el festival para presentar Esa cosa con alas, un drama psicológico de Dylan Southern protagonizado por un dibujante de cómics abrumado por la muerte de la mujer, incapaz de sostener solo el trabajo, la crianza de dos hijos y, sobre todo, la salud mental. Retorcido sobre su propia pena, el dibujante empieza a manifestar el duelo en forma del cuervo antropomórfico que protagoniza la novela gráfica en la que está trabajando; una presencia fantástica (y ambivalente en sus intenciones) que empuja la película hacia el territorio del cuento gótico de terror.
El festival ha aprovechado la visita de Cumberbatch para entregarle el premio Màquina del Temps, un galardón que queda plenamente justificado por su contribución al fantástico en papeles como el de Doctor Strange o el de Khan de Star Trek. En la oscuridad. "Eso es rosa, delicioso y peculiar, y así es un poco como me siento yo ahora", ha dicho el actor al recibir el trofeo, una miniatura del ingenio de La máquina del tiempo (1960). Cumberbatch ha comentado la impresión de contemplar el montaje de películas suyas con las que el festival le ha presentado unos segundos antes. "Es como verte desde fuera de tu cuerpo –ha dicho–. Es una sensación muy extraña, no se lo recomiendo a nadie". También se ha confesado "un gran fan del cine español" y ha lamentado que su visita no fuera más larga: "Quizá si me miniaturizara y pudiera sentarme en esta silla...", ha añadido señalando el premio.
Más tarde, en un encuentro con la prensa y el público, Cumberbatch ha conversado sobre los temas que aborda Esa cosa con alas, que está basada en el libro de Max Porter El duelo es esa cosa con alas, publicado en catalán en 2016 por Rata. "Obviamente, si vives suficiente tiempo y amas, experimentarás la pérdida, está en la naturaleza del ser humano –ha señalado–. Y, tristemente, tal y como está el mundo, no necesitas llegar a viejo para experimentar una gran pérdida. Es un poco más extraño en los hombres hablar del luto, pero es importante que hablemos de una vulnerabilidad y de una vulnerabilidad. abrumado por algo inesperado y muy desagradable es parte del extraordinario caleidoscopio de la vida".
Para preparar el papel, el actor tuvo que construir también la relación que su personaje tenía antes con su mujer y sus hijos. "Si lo haces bien, eso te permite acceder a sitios de tu memoria y sentir el dolor de la ausencia. Y hace que puedas existir en la emoción del personaje", explica. Durante el rodaje, añade, lo que más le ayudó a conectar con el duelo fue oír los diálogos de sus hijos en la ficción hablando de su madre. "Me afectó mucho. Cuando veo la película, es el momento en el que lloro", asegura.
Criaturas "maravillosas y caóticas" de 7 años
Uno de los desafíos del rodaje para Cumberbatch fue trabajar con los dos niños actores que interpretan a sus hijos, que nunca habían actuado ante la cámara. "Salí del casting muy asustado, porque eran dos niños de siete años maravillosos pero caóticos –recuerda el actor–. Así que traté de tratarlos como los niños que son, pero comportarme como un adulto, y también como el productor que debe mirar de que no les pase nada, y como el colega que tiene que actuar con ellos, y fue."
También fue difícil, admite Cumberbatch, actuar con el actor que hacía de cuervo con una máscara articulada por control remoto. "Normalmente está bien trabajar con algo real y no con una pantalla verde, porque puedes cogerla y sentirla, pero cuando se trata de una criatura fantástica como el cuervo puede ser pesado para los dos", dice. Y ha comparado la experiencia con su aportación a la trilogía deEl hobbit, en la que interpretó la voz y los movimientos del dragón Smaug: "A veces es más fácil ponerte un traje de captura de movimiento y arrastrarte por el suelo simulando que eres un dragón de 400 años que escupe fuego y vuela".
En cuanto a la decisión de producir la película, la atribuye principalmente a la conexión con la novela de Porter. "Me trasladaba una visión muy cinematográfica, y me fascinaba el personaje del cuervo y todo el caos que le acompaña", dice el actor, quien subraya que no le importa que el presupuesto sea bajo sino ver la posibilidad de hacer una buena película. "Crecí con el tipo de películas que ahora cuestan mucho de hacer, películas de cineastas a los que les cuesta mucho que les produzcan cualquier cosa –dice–. No me estoy rebajando para hacer una película como ésta, por el contrario, siento que me despego. Yo lo único que quiero hacer es en teatro o en una televisión en un arte o no, me importa. obra para la radio".
El actor también ha reflexionado sobre su trayectoria y ha asegurado que nunca buscó activamente hacer películas de género fantástico, pero que interpretar el papel de Sherlock Holmes en la serie de la BBC lo cambió todo. "Sabía que recibiría mucha atención, porque era un personaje muy icónico, y enseguida empezaron a llegar grandes oportunidades como Doctor Strange –reconoce–. Pero el único objetivo que tenía cuando empecé era ganarme la vida, hacer papeles exigentes y trabajar con gente que yo respetara y que me respetaran a mí. Esto era todo". Ni que decir tiene que lo ha conseguido.