“No estamos acostumbrados a recibir premios”, confiesa Toni Espinosa, director de los Cinemes Girona, que han recibido el 9.º Premio Pepón Coromina de la Academia del Cine. El jurado destacó “la apuesta por mantener vivo un cine de barrio y convertirlo en un espacio diverso y acogedor donde conviven un gran abanico de iniciativas” y “la voluntad de ser un espacio de encuentro para el sector”. Los Girona son la casa de un gran número de festivales, muestras, ciclos y presentaciones que lo han convertido en una de las salas más activas del ecosistema cinematográfico barcelonés. “No nos queremos limitar a proyectar películas, sino ser facilitadores de iniciativas y talento”, dice Espinosa. Una de las singularidades de los Girona es su abono anual, que durante todo julio se puede adquirir por 65 euros y que permite disfrutar de un centenar de estrenos comerciales a lo largo del año. David Verdaguer protagoniza la campaña de este año con tres cortos dirigidos por Rubén Seca.
Cine catalán: cinco datos preocupantes y uno esperanzador
El Observatorio de la Producción Audiovisual constata la caída del peso de Catalunya en el contexto español
Barcelona“Todos sabemos lo que está pasando en el cine catalán, pero es un conocimiento general, de tertulia. Hay que ir más allá”. Joan Corbella, director del Observatorio de la Producción Audiovisual, ha resumido así este jueves el objetivo del informe que ha elaborado sobre el cine catalán del periodo 2012-2021 y, más en detalle, sobre la producción de 2021. La presidenta de la Academia del Cine, Judith Colell, que ha impulsado el informe y se ha comprometido a hacer uno cada año, ha subrayado que los datos recogidos “tienen que ser la base para enfocar las políticas públicas” y para diagnosticar “fortalezas, debilidades y necesidades”. Es decir, la buena o mala salud de nuestro cine.
Catalunya pierde peso específico en el Estado
En 2010 las películas con participación catalana en la producción –no importa si es un 1% o un 80%, el estudio lo considera todo cine catalán– representaron el 48% de las películas cualificadas en España. Actualmente, la cifra se ha estancado alrededor del 30%. Lo que no ha caído es el número de títulos, que oscila alrededor de la ochentena. La caída del porcentaje, pues, responde al aumento de la producción en el resto de España, que Corbella atribuye a los incentivos fiscales de regiones como las Canarias y Navarra, y a otros incentivos “por ser capital del reino”. El estudio no tiene en cuenta la mayoría de las producciones de plataformas porque no son cualificadas por el ministerio.
El cine catalán, menos taquillero
Las películas con participación catalana representan el 30% de la producción española, pero acumulan solo el 25% de la recaudación de cine del Estado. La media de recaudación es de 22.971 euros por película, 53.182 si nos ceñimos a los largometrajes de ficción. Lo más preocupante del dato es que, de la recaudación global del cine catalán en 2021 (1.309.338 euros), un 56% pertenece a producciones donde la participación catalana está por debajo del 20% y, por lo tanto, es minoritaria o simbólica.
Un sector atomizado
De las 88 empresas que participaron en la producción cinematográfica en 2021, 72 (el 81,8%) produjeron únicamente una película. Hay doce productoras que hayan participado en dos películas y solo hay cuatro empresas que hayan producido tres o más. Aun así, Corbella señala que estas cifras son “habituales en otros países europeos” y que, a pesar de que mejorable, el dato no es alarmante.
La paridad mejora, pero lentamente
En los últimos 10 años la presencia de mujeres en cargos de referencia en el sector audiovisual ha mejorado de manera desigual. En la dirección, la presencia femenina ha pasado del 10,8% de 2011 al 25,1% de 2021; en guion ha crecido del 20,8% de 2011 al 26,1% de 2021 y, sorprendentemente, en producción, ha caído en 10 años del 30,1% al 26,1%. La paridad efectiva todavía está lejos.
Pocos grandes presupuestos
A partir de una muestra de 33 títulos de 2021 con participación catalana, el estudio muestra que solo hay dos películas con participación catalana que superen los seis millones de euros y tres películas con un presupuesto de entre 3 y 6 millones de euros. La gran mayoría de las películas (17) de la muestra se agrupan entre uno y tres millones de euros de presupuesto y 13 películas se produjeron por menos de un millón de euros. Corbella denuncia la dificultad para que las administraciones hagan público “el coste real” de las películas. “Hemos tenido que trabajar con datos de los presupuestos previstos”, explica.
El éxito-espejismo de Alcarràs
Este año Alcarràs ha aportado uno de cada tres espectadores del cine español y ocho de cada nuevo espectadores de cine catalán. La película de Carla Simón lleva más de 2 millones de euros recaudados y es la producción española más taquillera del año. En total, las nueve películas catalanas cualificadas y estrenadas en 2022 han conseguido hasta ahora 322.376 espectadores, un 35,41% del total del cine español. Estas cifras seguramente se irán corrigiendo a lo largo del año y no dejan de ser, como apunta Joan Corbella, “un pequeño espejismo”, pero no muy diferente a otros espejismos que algunos años distorsionan el cine español. El éxito de Alcarràs hace que Judith Colell sea “optimista” en cuanto al futuro del cine catalán y, específicamente, del cine en catalán, del cual asegura que este mismo año llegarán un puñado más de títulos.