Una comedia que toma 'Thelma y Louise' y las lleva de 'Ressaca a Las Vegas'

BarcelonaSe autodenominan "las tres Marías: la caca, la mierda y la basura". Lila, Andrea y Núria no necesitan explicarse ningún capítulo de la vida, porque los han compartido todos, aunque hayan trazado caminos muy diferentes. Ahora tachan la cincuentena y cada una está en crisis a su manera. La que está peor –porque siempre está peor– es Lila, que se ha separado y se pasa el día rastreando la localización de su ex en el móvil. Para consolarla, las amigas quedan por pasar un fin de semana en una casa increíble que les ha dejado el nuevo rollito italiano de Núria.

Las irresponsables es la adaptación de Laura Mañá y Marta Buchaca de una obra de teatro escrita por Javier Daulte y estrenada en La Villarroel en 2021, con dirección de Sílvia Munt y otro reparto. El guión tiene dos rasgos poco habituales: sólo hay mujeres de protagonistas y no son lo que llamaríamos jóvenes. "La última película que he visto de mujeres que se marchan un fin de semana creo que fue Thelma y Louise –observa Mañá–. Quería enseñar que las mujeres pueden ser divertidas, que pueden quitarse la responsabilidad que les carga la sociedad. Estamos acostumbrados a ver películas divertidas como Resaca en Las Vegas y encontramos muy normal que los hombres hagan locuras, pero las mujeres no tanto, siempre deben ser medidas". "Las mujeres siempre nos encontramos con que tenemos que hacerlo todo bien, que no podemos defraudar a los demás, también llevamos el peso de las relaciones, y no hablamos del papel de las madres", añade Laia Marull. Las irresponsables, las tres amigas –interpretadas por Laia Marull, Àgata Roca y Betsy Túrnez– urdirán tres venganzas alocadas para hacer justicia poética contra el patriarcado y contra los hombres que las han despreciado.

¿Qué hacen las mujeres cuando están solas?

La amistad femenina es uno de esos reductos que se ha retratado poco desde la comedia. Las irresponsables busca claramente la risa pero rehuyendo el tópico del boy o del tuppersex. Mañá quería retratar a los grupos de amigas que se reencuentran en la madurez y quedan por hacer actividades, charlar y reír. "La amistad entre mujeres ha sido muy maltratada porque se nos ha dicho que somos competitivas y criticonas, y yo no estoy de acuerdo. Debemos parar de hablar mal de nosotros mismas", dice la directora. También es verdad que, más allá de la juventud, las complicaciones vitales a menudo impiden priorizar a las amistades: "Es un poco triste. Estamos en un momento en el que cuesta encontrarnos y nos permitimos pocos momentos de tranquilidad con las amigas sin más planes", dice Marull.

Las protagonistas representan tres perfiles de mujeres que asumen tres roles que les cuestan de romper: la que todo le sale mal, la luchadora que siempre se hace la fuerte y la soltera amargada por su soledad. Marull, enfundada en un pijama, tiene el papel más dramático de una comedia desgarrada: “Todos tenemos una etiqueta y con los años te la vas creyendo, te encantillas, y muchas veces nos olvidamos de quién podríamos ser, podríamos ser muchas otras cosas. irresponsable que llevamos dentro", reflexiona la actriz. Para Marull, la amistad es crucial porque funciona como espejo. "Te da la versión de ti misma que no estás viendo porque estás ciega con tus miserias o tu manera de ser. El amigo es la persona que no te juzga, que le gusta como eres y que te conoce más, y si mete el dedo en la llaga es quien te puede modificar más. Porque el amigo no te quiere." Después de todo, la película también aborda la necesidad de hacer vida acompañados.

La casa es el cuarto personaje de la película, otra mansión cerca del mar que se suma a las casas de lujo del cine catalán reciente, esta en Sant Andreu de Llavaneres. "Ellos, ricos que te cagas, y nosotros comiendo mierda", dice el personaje de Àgata Roca, en uno de los gags escatológicos del filme. "La casa hizo casting, como las actrices", dice la directora sobre ese lugar paradisíaco y lleno de obras de arte que se revelará como un espacio inmoral. "Es un fin de semana liberador porque dicen "hasta aquí"", dice Mañá. "Nos hemos desmelenado", sentencia Marull.