Sonríe a la cámara, quizá sea lo último que harás
En 'Smile 2', Parker Finn da continuidad al terror de la primera entrega con maldiciones en la era de TikTok y Taylor Swift
'Smile 2'
- Dirección y guión: Parker Finn.
- 127 minutos. Estados Unidos (2024)
- Con Naomi Scott, Rosemarie DeWitt y Kyle Gallner
Cuando debutó en el 2022 con Smile, Parker Finn nos sorprendió con un filme de terror a contracorriente que, lejos de la línea dura de los fenómenos recientes del género, ofrecía un auténtico festival de golpes de efecto y chistes crueles, alrededor de una cadena de suicidios en la que , antes de morir, las víctimas sonreían ante el único testigo, que sufría todo tipo de alucinaciones a partir de entonces. Una premisa bien efectiva, pero que generaba dudas sobre una posible continuación, unas dudas que Smile 2 no logra disipar por completo.
La cantante Skye Riley (Naomi Scott) se prepara para la primera gira tras sobrevivir a un accidente de tráfico en el que murió su pareja. Si las presiones de la vida pública y los antiguos problemas con las drogas no son suficientes, Riley presencia un suicidio, momento a partir del cual comienza a encontrarse con personas con risas turbadoras allá donde va. Finn toma la figura de la estrella del pop para expandir los temas de viralidad y trauma presentes en la película anterior. Esto le permite ejecutar un arriesgado cambio de registro hacia el horror psicológico, en buena parte sostenido gracias a una dirección efectiva y un auténtico tour de force interpretativo por parte de Scott. Sin embargo, la mitología de la saga no se desarrolla mucho y las secuencias más convincentes son las que se acercan más al susto y la mala baba de la primera parte. Quizá Smile nada puede ofrecernos mejor que lo que ya hemos visto hasta ahora.