Cine

“Tres días emborrachándome, viendo películas y hablando de cine”

Ben Wheatley recuerda en Sitges su primer festival de cine, recibe el premio Màquina del Temps y estrena el fascinante experimento 'Bulk'

Silos"Dios mío, el tipo que ha hecho todas estas películas debe ser un maníaco", comentó el director Ben Wheatley sobre el montaje de escenas de su filmografía que se proyectó este martes en el Festival de Sitges antes de entregarle el premio Màquina del Temps. Un premio muy especial para el británico, porque Sitges fue "el primer festival de cine" al que acudió, antes de dirigir películas. "Ibas al bar y allí estaba George Romero, y pensabas: «¿Serán así todos los festivales?». Pasé tres días emborrachándome, viendo películas y hablando de cine, fue increíble".

Cabe decir que, vista en conjunto, su filmografía sí tiene un punto maníaco: salta del folk horror visceral de Kill list en la comedia negrísima de Turistas; encuentras adaptaciones de JG Ballard (High-rise), pero también de la hitchcockiana Daphne du Maurier (Rebecca, nada menos) y contiene incluso un sorprendente blockbuster tiburones gigantes, Megalodon 2, con la estrella del cine de acción Jason Statham. "Me gusta hacer muchas películas diferentes y no repetirme, pero tampoco pienso en ello, en mi filmografía –explica en conversación con el ARA–. No es tan calculado como Tarantino: «Haré estas diez películas y sólo estas». Es simplemente que me gusta hacer cine, rodando es cuando soy más feliz. Así podría ser un director de estudio4. cosas más autorales".

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La película que ha presentado en esta edición de Sitges, Bulk, es del segundo tipo y, sin duda, la más experimental y radical. "Es sobre mi amor por el cine fantástico y la narración, y es rara de cojones, así que buena suerte", advirtió Wheatley al público antes de la proyección. Filmada con dos iPhones y mayoritariamente en blanco y negro, tiene una trama desconcertante de dimensiones paralelas en la que cuatro actores interpretan varias versiones de los mismos personajes en una especie de guión rompecabezas que solo encaja las piezas en la recta final. Durante la primera hora larga, el espectador se puede sentir un poco como el protagonista, un periodista (o investigador) que no sabe muy bien quién es o si le están secuestrando, pero está convencido de que alguien le ha drogado (o envenenado).

De David Lynch a 'Metal Hurlant'

Exigente con el espectador, vale la pena hacer un pequeño esfuerzo por disfrutar con su fascinante homenaje al cine y al arte de la ficción. Bulk es un ejercicio de expresionismo narrativo lleno de pequeñas animaciones con maquetas y toques de autoconciencia y metacine, como si Michel Gondry se emborrachara del Godard más juguetón y de los experimentos de Guy Maddin. Pero lo referente que Wheatley reconoce es Eraserhead de David Lynch: "Es una película hecha como la nuestra, esencialmente en una sola habitación que se va transformando".

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El resto de influencias provienen de la otra disciplina que practica el director: los cómics. "La película es una reacción al hecho de haber escrito cómics durante los últimos años, primero la novela gráfica Kosmic music [con el dibujante Joe Currie] y después en la revista 2000 AD –explica–. Todo esto ha abierto mi mente al tipo de narrativa elástica de los cómics y me ha hecho escribir de una manera diferente, muy influenciada por el cómic europeo de ciencia ficción". No hace falta que lo diga: Metal Hurlante [título de la emblemática revista de cómic francesa] es el nombre del veneno que inyectan al protagonista.

Wheatley niega que la modestia y radicalidad de Bulk sea ​​una consecuencia de su paso por una gran producción como Megalodon 2, donde él mismo diseñó todas las secuencias de acción pero que, en lo que se refiere al guión, "era un asunto entre Jason Statham y el estudio". En realidad, la influencia más directa de ese filme en Bulk es la decisión de utilizar unas pequeñas maquetas para realizar todos los efectos especiales. La idea se le ocurrió al ver todos los modelos de los submarinos e ingenios que el departamento de arte de Megalodon 2 imprimía en 3D. "A mí me hubiera encantado utilizarlos en la película, pero no me dejaron, solo los hacían para que viera cómo quedarían –explica–. Así que usé maquetas en Bulk, un poco a la manera en que las utilizaban en Star Wars, con cables y proyecciones de fondo". Todos los trucos de cámara y efectos especiales, por cierto, están explicados en los créditos finales de la película, con esquemas para reproducirlos. "Me inspiré en los sencillos de punk-rock, que tenían detrás instrucciones para grabarlos y distribuirlos tú mismo", dice Wheatley.