Cine

Christine Angot: “A las víctimas de incesto se nos sigue humillando en las redes”

Escritora y cineasta. Estrena el documental 'Una familia'

MallorcaDesde su primer libro en 1999, El inceste, la escritora francesa Christine Angot (Châteauroux, 1959) ha dedicado una parte importante de su obra literaria a examinar los abusos sexuales que su padre le infligió desde los 13 años. El tema reaparece en su primer documental, Una familia, que se estrena este viernes en Filmin. En el documental, Angot pide explicaciones a su madrastra y también se encara con su exmarido y su propia madre, testigos silenciosos del incesto. Una película incómoda y descarnada con la que la directora pasa cuentas con una sociedad que primero silenció los abusos y después, cuando ella rompió el silencio, la atacó y acusó de mentirosa.

Siempre había abordado la cuestión de los abusos a través de las novelas. ¿Qué le ha llevado ahora a hacerlo a través del cine?

— Estaba corrigiendo El viaje por el este (Anagrama, 2022) cuando me dijeron que debía hacer una serie de firmas en librerías. Y la primera estaba en Estrasburgo, la ciudad donde había vivido mi padre, que ya está muerto, pero todavía viven su mujer y sus hijos. Y decidí llevarme una cámara. No tenía intención de ver a mi madrastra oa sus hijos, sino de visitar el Consejo Europeo, la institución donde trabajaba mi padre, y varios lugares de la ciudad que hacía años que no visitaba. No había ningún proyecto pensado, sólo un deseo: que a través de la cámara todo el mundo pudiera ver lo mismo que yo.

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Finalmente sí visitó a su madrastra. La secuencia en la que usted se enfrenta y entra en su casa es de una gran tensión y violencia. ¿Cómo se sintió después al ver las imágenes?

— La violencia existe antes de llamar a la puerta, y es el rechazo que siempre he sufrido en esa casa, donde nunca quisieron hablar de los abusos de mi padre ni contestaron a las llamadas que yo hacía cada dos o tres años. Ésta es, pues, la primera violencia que se produce, la de la familia que no tiene ninguna consideración por la víctima del incesto y lo que ella debe decir al respecto. Pero cuando yo digo "Hola, soy Christine" y la puerta se abre, es una gran sorpresa para mí, un momento maravilloso. Piensa que el incesto siempre transcurre a puerta cerrada, es algo escondido.

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¿Por eso ella intenta cerrar la puerta cuando ve que usted ha venido con un equipo de cine?

— Exacto, porque se da cuenta de que ya no será un momento íntimo y privado, sino que el resto del mundo verá y sentirá cómo la confronto y todo lo que yo tengo que decir. Pero es que el incesto no es un acto privado, sino que pertenece a la vida social porque afecta a todo el mundo. Y todo el mundo debe saber lo que ha pasado. Por eso, cuando ella intenta cerrar la puerta, no es que yo me ponga violenta, es que me vuelvo loca. Ante un incesto sólo podemos decantarnos por una u otra versión. Fíjate en que mi madrastra repite: “No quiero saberlo”. Y para mí la cuestión es si tiene derecho a no saber lo que ocurrió, a ignorar los hechos. Todo el mundo dice que quiere saber la verdad, pero en realidad no pueden soportarla.

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Su madrastra también le expresa lástima y compasión, pero usted la rechaza con contundencia.

— Sí, porque la compasión es una forma de autoridad, una posición de poder que adoptas para con el otro. Es mirar al otro desde arriba: “Qué pena siento por ti, pobrisa...” La compasión es una forma de violencia social. La cuestión es: ¿qué significa para ti la compasión? ¿Cómo te hace sentir que alguien sienta compasión por ti? ¿Te ayuda y te hace sentir mejor o te ahoga y te devuelve a tu papel de víctima? Lo que importa no es sentir compasión por la víctima sino escuchar lo que debe decir y, por tanto, lo que nos debe enseñar.

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El documental incluye algunas de las primeras apariciones que hizo como escritora en programas de televisión en que la trataban de mentirosa e incluso de puta. Ahora nos parece inimaginable, pero hace sólo 25 años.

— Quizás es cierto que hoy en día no tenemos programas de televisión como aquellos, pero todavía hay espacios de humillación social, basta con ver las redes sociales. La humillación de las víctimas de incesto no ha desaparecido, se nos sigue humillando en las redes sociales. E incluso en las instituciones: Thierry Ardisson, el periodista que aparece en ese programa, fue condecorado hace unos meses con la Legión de Honor por Emmanuel Macron. Esto ya lo dice todo.

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¿Ardisson se disculpó alguna vez con usted por tratarla así?

— No, nunca. Por el contrario, recibió la Legión de Honor muy contento y orgulloso, sin remordimientos. Cuando le concedieron la condecoración yo escribí una petición para que se lo retiraran que se publicó a doble página en el diario Liberación, con las firmas de mucha gente del mundo del cine y la literatura.

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¿Contar su historia a través de la cámara era también la manera de hacer aún más objetivo su relato, de combatir la incredulidad de aquellos que la tildaron de mentirosa?

— No, a mí me da igual que me crean. En 1999, cuando escribí El inceste, algunos dijeron que me lo había inventado todo. No es mi problema. Todo el mundo es libre de pensar que me lo invento. Hoy en día se dice mucho la frase "Yo sí que te creo". No lo entiendo. A mí no me importa que me creas. ¿Qué me estás intentando decir? ¿Qué eres una buena persona? ¿Qué debería estar agradecida porque me crees? Me violaron, cierto. Yo ya lo sé. La cuestión no es si tú crees mi historia, la cuestión es el incesto en sí. Esto no va de ti ni de mí, va del incesto.

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En el documental se ve cómo, un tiempo después de la visita, su madrastra le ha denunciado por invadir su privacidad. ¿Ha prosperado la demanda?

— Sí, ya me han interrogado. Mi madrastra nos acusa a mí ya las dos operadoras de cámara de la película de atentado contra la intimidad de la vida privada. Hay cosas del proceso legal que no son públicas y no puedo explicarlas. De nuevo, este caso sirve para mostrar la evolución de la sociedad. Si el Me Too fuera un movimiento profundo y no un movimiento de pósters y eslóganes, cosas como ésta no podrían ocurrir.

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Trailer de 'Una familia'