Encontrar a Lorca, en manos del Tribunal Europeo de Derechos Humanos
La justicia española siempre se ha negado a investigar dónde está enterrado el poeta y dramaturgo
No es nada fácil desenterrar a los muertos de la Guerra Civil, en España. Y, a veces, el recorrido puede ser larguísimo. Cuando se cumplen 85 años del asesinato de Federico García Lorca, la petición para encontrarlo y desenterrarlo ha llegado al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Ha sido Nieves García Catalán, nieta de Dióscoro Galindo, otra víctima que fue asesinada junto con al poeta y dramaturgo, quien ha presentado una demanda después de que en España el Constitucional se negara a investigar qué pasó aquel agosto de 1936. Se cree que en la misma fosa donde escondieron a Lorca, además de Galindo, están también los anarquistas Francisco Galadí y Joaquín Arcollas.
Antes del Constitucional, la nieta de Galindo lo había intentado también ante el juzgado de Granada y la Audiencia Provincial. Todos los jueces, sin embargo, habían decidido archivar la búsqueda. El Constitucional lo hizo con el argumento de que "no apreciaba en los hechos ninguna trascendencia constitucional". En aquel momento, el abogado que lleva el caso, Eduardo Ranz, ya dijo que recurriría a Europa. El abogado solicita que se investigue si los restos de los cuatro asesinatos se encuentran en el Parque Federico García Lorca, en Alfacar (Granada). Se basa, en parte, en una entrevista de 2019 publicada en LaRazón a José Antonio Valdivia Gómez, que en 1986 era diputado de Obras y Servicios de la Diputación de Granada, y que aseguró que se había encontrado un fémur en unas obras que se hicieron en el parque que finalmente se lanzó a una finca cercana. El autor de esta entrevista fue el periodista Víctor Fernández.
Lorca ha sido uno de los poetas en lengua castellana más importantes del siglo XX. Exponente de la Generación del 27 y autor de renombre internacional desde principios de la década de los 30, su asesinato interrumpió una obra fecunda y versátil. En el pasado se han intentado encontrar, sin éxito, sus restos. El año 2009, siguiendo las indicaciones del historiador Ian Gibson –que ha dedicado buena parte de su vida a estudiar a García Lorca–, la Junta de Andalucía inició una serie de excavaciones en las afueras de Alfacar que acabaron con la única evidencia científica que en aquella zona nunca se había enterrado a nadie.
Lorca fue detenido y encerrado en La Colonia (Víznar), un antiguo molino que hasta el estallido de la Guerra Civil había funcionado como residencia escolar para chicas. La noche del 17 de agosto de 1936 el teniente Martínez Fajardo se llevó a cuatro de los encarcelados, entre los cuales estaba García Lorca. Todavía hoy no se sabe qué pasó después, ni dónde enterraron a las víctimas.