El espejismo de recorrer la Antártida (con chapuzón) sin salir de Barcelona

BarcelonaEl cineasta francés Luc Jacquet (Bourg-en-Bresse, 1967) ganó un Oscar por El viaje del emperador (2005), un documental sobre el camino que hacen los pingüinos emperador para reproducirse. A raíz de aquella experiencia, puso en marcha una nueva aventura en el 2019 con Icebreaker Studios y empezó a utilizar otras narrativas para explicar cómo es la vida en la Antártida. Jacquet, que ha pasado más de tres años en el continente helado, muestra en la Cúpula Arenas de Barcelona grabaciones visuales y sonoras de su última expedición, en forma de exposición inmersiva.

Barcelona es la primera parada deAntártica Experience, dirigida por Jacquet y producida por Giga e Icebreaker Studios. En la terraza de la Cúpula de las Arenas es posible realizar una inmersión en la gélida Antártida mientras fuera hace un tiempo tórrido. Primero el visitante debe embarcarse con la imaginación y, después, disfrutar de muchos de los paisajes de un continente que también sufre los estragos del cambio climático. En la exposición, la visión de la Antártida es idílica. Está el mar, el hielo y sobre todo los pingüinos, 25 especies. El visitante puede ver cómo algunas de estas, como el pingüino emperador, recorren el continente, se zambullan y nadan con mucha agilidad y elegancia, y salen del agua helada con sólo un salto. La fauna es muy rica: ballenas, focas, albatros, petreles... La cámara mira a los pingüinos muy de cerca. Incluso, la exposición transmite la sensación de estar en el hielo con un juego de espejos, una temperatura algo más fría y el sonido que se podría oír si se pisara un iceberg.

Lo más espectacular es bajo el agua

Una de las partes más espectaculares es la inmersión en el agua. La cámara se sumerge a 120 metros bajo el hielo para mostrar un paisaje submarino bastante inédito y con criaturas fascinantes. El responsable de las imágenes es el equipo del buceador francés Laurent Ballesta, que ha ganado muchos premios con sus fotografías submarinas. "Con trajes especiales y todo un dispositivo creado expresamente, Ballesta y su equipo pudieron pasar de 3 a 5 horas a unos 120 metros bajo el agua, a temperaturas que oscilan entre uno y dos grados bajo cero: es la primera vez que se pudieron captar imágenes a tanta profundidad en la Antártida", explica Antoine Gutier. En Antártica Experience se pueden ver, por ejemplo, Colossendeis megalonyx, una araña marina gigante con un cuerpo reducido, pero unas patas interminables que alojan sus órganos internos.

A unos 50 metros de profundidad, la falta de luz impide el crecimiento de algas. En su lugar, el fondo marino se convierte en una pradera de plumas de mar. En algunos puntos se forman tapices, mientras que en otros se extienden campos con cientos de miles de conchas variadas. Se pueden ver también crinoideos (lirios de mar), que son parientes de las estrellas de mar, y unos isópodos gigantes que recuerdan escarabajos marinos capaces de nadar y caminar por el fondo. Hay muchas más especies: gorgonias, crustáceos, corales blandos, esponjas, pequeños peces... Auténticos jardines marinos que contrastan con los laberintos de hielo.

"Esta exposición es medio sueño, medio oda a la naturaleza. Antarctiva Experience invita al visitante a escuchar la extraña maravilla de poner un pie en un continente inalcanzable", asegura el cineasta francés en un comunicado de prensa. "No pretendemos ser ningún museo, pero sí intentar transmitir la fascinación por la Antártida y dar algunos datos para despertar la curiosidad de los visitantes", explica Gutierrez. En la exposición hay algunas pinz hielo.

Antártica Experience (con entrada a 17,90 euros) se puede visitar durante todo 2025 y 2026 y, después, la intención es que viaje a otros lugares. El espacio, después, lo ocupará otra experiencia inmersiva: "Podrá ser sobre naturaleza, ciencia, arte... pero son proyectos que estarán hechos expresamente para ser contemplados con una experiencia inmersiva", asegura Gutierrez. En total son 82 minutos de imágenes originales, que muestran muchos kilómetros de recorridos.