'Los Estados Unidos contra Billie Holiday': la persecución política de la gran dama del blues

La actriz nominada al Oscar Andra Day protagoniza un 'biopic' que arrastra muchos de los tópicos del género

'Los Estados Unidos contra Billie Holiday'

(2,5 estrellas)

Dirección: Lee Daniels. Guion: Suzan-Lori Parks a partir de la novela de Johann Hari. 130 min. Estados Unidos (2021). Con Andra Day, Trevante Rhodes y Garrett Hedlund. Estreno en cines

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El poeta judío y comunista Abel Meeropol escribió en 1937 Strange fruit, una pieza que evoca los linchamientos de afroamericanos como aquella “fruta extraña que cuelga de los árboles del Sur, sangre en las hojas y sangre en la raíz, cuerpos negros columpiándose en la brisa del sur...” Y la interpretación de Billie Holiday la fijó como una de las canciones más brutalmente dolorosas de la historia. Cuando empieza Los Estados Unidos contra Billie Holiday, la cantante está siendo entrevistada para la radio, el típico recurso de guion para hacer un repaso vía flashbacks a su trayectoria y verbalizar todas las ideas que se quieren transmitir. El locutor le pregunta por Strange fruit, el tema que ella populariza, pero también el que le trae problemas: demasiado explícito para la América racista de entonces.

Tráiler de 'Los Estados Unidos contra Billie Holiday'
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El quinto largometraje de Lee Daniels repasa, pues, la figura de Holiday desde este contexto politizado. Como artista afroamericana de éxito que visibiliza los linchamientos, la dama del blues se convierte en el blanco del FBI, que la encarcela varias veces con la excusa de la posesión de drogas. A la persecución se añade un elemento melodramático cuando ella se enrolla con el agente encargado de espiarla. Bienvenida sea la reivindicación del arte de Holiday también como expresión política censurada. La escena en la que ella por fin canta Strange fruit viene precedida de una secuencia de alucinación narcótica que quiere integrar todo lo que representa la canción para la protagonista, del trauma personal a la conciencia de la represión colectiva. Es el momento más osado y complejo de un film que, desgraciadamente, opta en la mayor parte del metraje, sobre todo en la segunda parte, por recurrir a los tópicos del biopic sobre estrella musical que acumula conflictos y desgracias hasta su muerte prematura. Una película que tampoco profundiza en la vertiente artística de Billie Holiday, más allá de esta lectura política.