La fiscalía pide 4 años de prisión a Valtònyc por un delito de odio
Lo acusan de haber dicho "matad a un puto guardia civil" en un concierto en 2018
BarcelonaLa fiscalía de Sevilla pide 4 años de prisión para el rapero mallorquín Josep Miquel Arenas, alias Valtònyc, por un delito de odio contra la Guardia Civil relacionado con sus canciones. La policía belga tomó declaración al cantante a petición de las autoridades españolas hace unos meses y este viernes ha recibido la petición de prisión del ministerio fiscal, según ha podido confirmar la ACN. La defensa de Valtònyc no sabe por ahora si el juicio sería a distancia o si la justicia española tendría que hacer una nueva euroorden. El cantante ya tiene un procedimiento de extradición abierto en Bélgica por la condena a tres años y medio de prisión de 2017 por enaltecimiento del terrorismo, injurias a la Corona y amenazas por las letras de sus canciones. Unos meses después de esa condena, en mayo de 2018, Valtònyc se exilió a Bélgica para evitar entrar en prisión.
En diciembre de 2020, un tribunal de Sevilla abrió una nueva causa judicial contra el rapero por la acusación de la fiscalía de Sevilla y la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) de incitar a atentar contra el cuerpo policial español durante un concierto en la localidad sevillana de Marinaleda en marzo de 2018. "Matad a un puto guardia civil esta noche, id a otro pueblo donde haya guardias civiles y matad a uno, poned una puta bomba al fiscal de una vez", habría dicho el cantante, según el AUGC, que considera que estas palabras no pueden estar protegidas por la libertad de expresión porque "no son letras de una canción". Por el contrario, Valtònyc defiende su derecho a la libertad de expresión y considera que la Guardia Civil no puede ser objeto de un delito de odio.
Pendiente de una euroorden en Bélgica
Valtònyc está pendiente de una euroorden en Bélgica desde julio de 2018. La Audiencia Nacional lo reclama para cumplir la condena de tres años y medio de prisión por un delito de enaltecimiento del terrorismo, injurias a la Corona y amenazas por las letras de sus canciones. La justicia belga todavía está examinando la petición y ahora está pendiente de que el Tribunal Constitucional del país diga si la ley belga de injurias a la Corona es válida para extraditar al joven mallorquín.
El rapero no es el único que los últimos años ha pasado por la justicia por sus canciones. Pablo Hasél entró en la prisión el febrero pasado, condenado a nueve meses y un día por un delito de enaltecimiento del terrorismo. La Audiencia Nacional también condenó a prisión a los raperos de La Insurgencia por el mismo delito, pero después rebajó la pena a seis meses y los miembros del grupo no llegaron a entrar en un centro penitenciario.