Exposición

Una inmersión virtual en la naturaleza: la llamada para salvar el planeta del CaixaForum

La exposición 'Som Natura' estrena temporada combinando arte, ciencia y tecnología

Barcelona"Queremos que las personas que nos visiten salgan convertidas en agentes de cambio, que tengan ganas de hacer pequeños gestos para construir un futuro mejor y más sostenible". Con estas palabras define a Mireia Domingo, directora del CaixaForum, la intención de la exposición Somos Naturaleza que abre sus puertas este jueves, 18 de septiembre, y que inaugura la temporada del museo. Se trata de una experiencia inmersiva que combina arte, ciencia y tecnología para sumergir a los visitantes en la belleza y la fragilidad del mundo natural y que quiere lanzar un grito de alerta sobre los grandes peligros que amenazan al planeta por concienciarnos y conseguir que actuemos para detenerlos.

La muestra, producida y distribuida por OASIS Immersive Studios en colaboración con National Geographic, es la primera vez que aterriza en Europa después de pasar por Canadá y México. El origen de la exposición fue la histórica firma de acuerdo de la COP15 que se celebró en Montreal en el 2022. Domingo explica que lo que más les gustó de la propuesta es "la mirada positiva" y que "que cuenta con unas imágenes muy potentes que son un canto a la naturaleza y su belleza y al mismo tiempo una llamada a la acción". Somos Naturaleza se podrá ver en Barcelona hasta abril de 2026 y después irá al CaixaForum de Madrid.

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Denys Lavigne, presidente y cofundador de OASIS Immersive Studios, ha estado en Barcelona para la presentación de la muestra y ha destacado la importancia de las nuevas tecnologías y su fusión para conseguir llegar a los espectadores. "Aquí los elementos narrativos son los vídeos, la música y los sonidos de la naturaleza que nos permiten conectar con los visitantes de una forma muy profunda", decía paseando por los diferentes espacios. La exposición está planteada a través de un recorrido por tres salas de efecto inmersivo. La primera puerta por título Un mundo en crecimiento constante y es la que tiene el espíritu más contemplativo. Los visitantes pueden sentarse en una de las butacas y sumergirse en las imágenes del fondo marino, las auroras boreales o los insectos voladores, obra de la directora de fotografía Katerine Giguère y el artista visual Johnny Ranger. En total, la experiencia dura 18 minutos y quiere ser un homenaje a la majestuosidad y poder de la naturaleza.

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La segunda sala lleva por nombre Estamos interconectados, tiene la misma duración y, según Denys Lavigne, "quiere demostrar cómo cada elemento de la naturaleza tiene una conexión con los demás, incluso los humanos que a menudo pensamos que estamos por encima y no es así". Aquí la experiencia está más cercana al arte digital que al documental, porque las imágenes creadas por el artista visual Alex Le Guillou son más abstractas y poéticas para mostrar los vínculos que nos unen en esta gran cadena de vida que es la naturaleza. La tercera sala lleva por nombre Afrontamos el reto y es donde la narración se vuelve más presente y dura algo más, 22 minutos. "Aquí damos información sobre casos concretos de todo el mundo de gente que hace cosas para proteger la naturaleza y la biodiversidad", explica Lavigne. Dirigida por el cineasta Émile Roy, es una obra potente e inmersiva que demuestra cómo el esfuerzo de todos, por pequeño que sea, puede traer cambios y contrarrestar algunos de los grandes males que sufre el planeta. La exposición se cierra con un espacio final en el que se pueden conocer algunas de las iniciativas locales que se llevan a cabo en el país para salvar la biodiversidad.

Lavigne explica que la muestra tiene "un gran espíritu didáctico" y es "para todos los públicos". Cuando pasó por Canadá y México tuvo una gran aceptación de familias con hijos pequeños y escuelas, que la visitaron porque permite trabajar con los niños un tema tan de actualidad como es la conservación del medio ambiente. El presidente de OASIS ha explicado que en alguna ocasión incluso vio a gente que salía llorando de la exposición. "Ha habido visitantes abrumados porque habían conectado mucho con la belleza de la naturaleza, pero al mismo tiempo habían sido muy conscientes de su fragilidad y los peligros que le amenazan". Sin embargo, deja muy claro que en ningún caso quiere que el mensaje de la muestra sea pesimista. "No queremos negar la realidad ni los problemas que sufre la Tierra, pero queremos centrarnos en mostrar aspectos concretos de lo que hace la gente para solucionarlos".