Lali Álvarez: "La juventud hoy en día sufre mucho, tiene mucha presión"
Dramaturga y directora teatral
BarcelonaLa dramaturga y directora teatral Lali Álvarez, conocida por espectáculos comprometidos como Ragazzo, tiene una relación muy fuerte y muy intensa con Fira Tàrrega: cuando era muy joven hizo poesía en la calle dentro de la off de la feria y este jueves presentará durante la primera jornada de la nueva edición El manifiesto inacabado de la Humanidad. Se trata de un trabajo (no le gusta decir espectáculo) en el que veinte jóvenes de la localidad tomarán la plaza Mayor de Tàrrega para "expresar sus deseos, sus necesidades, sus reivindicaciones y propuestas, sus quejas...", afirma Lali Álvarez. El manifiesto inacabado de la Humanidad se remonta a una reflexión sobre los manifiestos, el peligro de que se conviertan en panfletos y cómo llevarlos a escena. Otra vez Álvarez ha encontrado en Fira Tàrrega un cómplice para desarrollar sus ideas: "Tàrrega es de los pocos lugares donde hay convocatorias y puedes presentar un proyecto y te apoyan, aunque sea limitado. Todos los proyectos de creación implican un trabajazo durante mucho tiempo y no te lo paga nadie –explica–. Tàrrega es un lugar donde investigar, para mí es muy importante. Mis ideas locas aparentemente no tienen un mercado o un lugar, pero aquí tienes un lugar y siempre te dirán «Adelante»".
¿Cómo fue el proceso de trabajo con los jóvenes?
— Lo primero que hicimos fue entrevistarlos en profundidad a todos; más que entrevistas eran conversaciones durante las que hablábamos de todo. Nosotros teníamos unos cuantos temas, pero estábamos muy abiertas a escuchar de qué querían hablar, qué les interesa. De todos los jóvenes, veinte quisieron salir a escena para compartirlo en Fira Tàrrega. Con los jóvenes hemos escrito veinte puntos del manifiesto, alguno de los cuales es grupal.
¿Qué interesa a estos jóvenes? ¿Te ha sorprendido alguna de las problemáticas que les afectan?
— No me ha sorprendido, pero sí que me ha llevado mucho a mi juventud ver que los jóvenes tienen las cosas muy claras. Yo no me recordaba de que yo también las tenía y que veía el mundo de una manera muy concreta y que tenía una opinión muy firme, muy desarrollada y muy trabajada del mundo. He podido comprobar que los jóvenes siguen teniendo una visión muy clara del mundo, de la sociedad, de sus necesidades, de la educación... Pero me ha trastocado bastante que muchos me han hablado de salud mental. Sí que se habla mucho, pero no me esperaba que me hablaran tanto de ello. La juventud hoy en día sufre mucho, los jóvenes tienen mucha presión: socialmente tienen que ser los mejores, estar perfectos en las redes sociales, tener un perfil fabuloso, y también la tienen para los estudios, para buscarse la vida, y sobre todo viven en un mundo en el que el futuro es muy incierto, en cuanto a qué pasará con el planeta, con el trabajo, con todo, y esto les hace sufrir.
¿Creen que tienen menos oportunidades que las generaciones anteriores?
— No lo verbalizan de este modo, porque no piensan tanto en el pasado ni en el futuro como en el ahora. Y el suyo ahora es difícil.
Y además se deben de sentir poco escuchados.
— Totalmente. Se sienten poco escuchados por las instituciones que deciden por su vida, como las educativas y las laborales. Se sienten poco escuchados por las familias, por sus propios compañeros y compañeras de generación, y también se sienten muy solos. Evidentemente, no se sienten nada escuchados por los políticos y ven muy claras las manipulaciones, como las de las redes sociales para que estén de una manera determinada en el mundo. Se sienten poco escuchados y son muy conscientes de que el mundo laboral se aprovecha de ellos porque son jóvenes. El sistema educativo no está preparado para sus necesidades, sino que reproduce un esquema caduco que no los satisface y que no se corresponde con la idea del mundo que ellos tienen. Es muy bestia.