Música

La música tradicional catalana hace vibrar a Alemania

Focus Catalunya lleva por diferentes ciudades del país germánico desde música ancestral hasta Tarta Relena

Hamburg"Es el lugar donde hay que estar, lo que ocurre aquí importa en el mundo", aseguraba el director general del Palacio de la Música, Joan Oller, desde el fastuoso edificio del Elbphilharmonie de Hamburgo, junto al río. El auditorio, que parece un gigantesco barco anclado en Elba, se considera una de las mejores salas de concierto de Europa. Este viernes, la emblemática sala ofrecía un concierto con entradas agotadas: en la sala grande, con un público de 2.100 personas, tocaba la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña, y en la sala pequeña Tarta Relena, Premio Nacional de Cultura 2025. Poco antes de los conciertos, más de un centenar de alemanes a la bala plaza interior de Elbphilharmonie. Era tan sólo una pequeña parte de una semana en la que el Auditorio de Barcelona, ​​el Palau de la Música y el Institut Ramon Llull han exhibido en diferentes ciudades alemanas una cartografía sonora de Cataluña.

Durante un tiempo el Elbphilharmonie hirió al orgullo alemán porque puso en cuestión la famosa eficiencia germánica. Su presupuesto se disparó y tardó mucho tiempo en terminarse. Algunos bromean diciendo que fue una especie de Sagrada Familia alemana, pero fue la mejor campaña de marketing: cuando se inauguró en el 2007 era imposible encontrar entradas, y ahora se venden más de un millón cada temporada. El público alemán que le llenó el viernes se puso de pie y respondió a la OBC con un larguísimo aplauso y ovaciones. Fuera era todo gris, oscuro y llovía, pero dentro, el Bolero de Maurice Ravel, la pieza con la que la OBC dirigida por Ludovic Morlot cerró el concierto, inflamó la sala.

Cargando
No hay anuncios

"Con 'Lluvia' he oído cosas muy especiales"

"Oh, la Lluvia, tenía la sensación de estar dentro del océano", aseguraba Anita, que había venido desde Suiza al concierto. "La segunda parte ha sido perfecta, especialmente la Lluvia, he oído cosas muy especiales, y con Ravel me han vuelto a los mejores recuerdos que tengo de ballets", aseguraba Olga, que había viajado desde Saarland. Andrea y Cristine, que habían escogido especialmente este concierto con sus dos hijas porque tienen amigos catalanes, salieron entusiasmados: "Lluvia ha sido muy especial y Bolero ha sonado increíble". Lluvia es una pieza de Miquel Oliu que se había estrenado internacionalmente el día antes en Stuttgart, pero en Hamburgo sonó espléndidamente. Quizás las obras de construcción del Elbphilharmonie se eternizaron, pero la acústica conseguida finalmente es perfecta. Se pudo escuchar cada detalle y todo lo que evoca la composición de Oliu, todas las texturas, la llegada de la lluvia después de la sequía, la sonoridad y la vida que recomienza. Como explicaba el propio compositor poco antes de empezar el concierto, se inspiró en el poema con el mismo nombre de Antoni Clapés. "Es todo lo que implica la lluvia, la vuelta a la vida después de haber mirado dentro de uno mismo", decía Oliu, que valoraba no sólo la importancia de todo un legado musical catalán, sino también de todo lo que puede ofrecer la música para comunicar y transmitir.

Cargando
No hay anuncios

La sala de conciertos no sólo ofrecía una nitidez extraordinaria: también permite observar cada expresión de los músicos y todos los movimientos de Morlot, que explicaba cómo algunas de las piezas que se pudieron escuchar compartían el hecho de estar inspiradas en poemas. Junto con Ravel y Oliu, la OBC tocó Preludio à el après-midi de un fauno (1882-1894) de Claude Debussy y la suite The Magical Opal de Isaac Albéniz. La soprano Núria Rial interpretó también una selección de canciones orquestadas por Albert Guinovart de Frederic Mompou y también Los bailarines dentro de un saco de Robert Gerhard.

La "resistencia" de Tarta Relena

Tarta Relena tocó en la sala pequeña y con un público mucho más joven. "Qué suerte, tener músicos catalanes tan buenos", aseguraban Helena Ros y Marta Torrella ante un auditorio en el que también había muchos músicos que participan en Focus Catalunya. Este dúo de profetas paganas demostró una vez más que tienen un discurso poético consolidadísimo, y que siempre pueden ir un paso más allá. "Estamos muy contentas de presentar nuestro trabajo y que se pueda entender la música catalana en el mundo", decía poco antes del concierto Torrella. Ros destacaba que con la música, que revuelve referencias de todo tipo, también se puede hacer resistencia: "Es una manera de oponerse a la globalización, de pensar en quién eres y dónde estás, poniendo el foco en tu casa". Tarta Relena cantó, entre otros, Mano décima, que cuenta la historia de un "desgraciado" que lleva escrito en el frente un final terrible, Odniramado, una canción que fue resultado de un "accidente con el ordenador" y que da la vuelta y hace cantar el texto al revés de otra canción, Tamarindo; y Beata víscera, una polifonía medieval sobre María, que se mantiene íntegra en el sentido de virgen y pura después de ser madre.

Cargando
No hay anuncios

Es tan sólo una parte de toda la programación de una semana en Elbphilharmonie dedicada a acercar a compositores clásicos y actuales catalanes al público alemán. El foco catalán empezó con Jordi Savall con Hespèrion XXI y la Capilla Real de Cataluña, que interpretaron el Libro Rojo, de Montserrat, y Marco Mezquida & Chicuelo con su tercer trabajo conjunto, Del alma.

Cargando
No hay anuncios

El sábado fue el turno de la Cobla de Sant Jordi - Ciudad de Barcelona, ​​con piezas de Eduard Toldrà, Marc Timón, Juli Garreta y Doce lustros, de Xavier Pagès i Corella, que evidencia la capacidad innovadora de la copla, y Joan Albert Amargós y Joaquim Serra. La Cobla llenó también la sala grande del Elbphilharmonie y el público respondió con una larga ovación –el sonido del flautín les entusiasmó– y de pie. El Coro de Cámara del Palacio de la Música Catalana, con un concierto enmarcado en la generación C –de "compositores catalanes corales contemporáneos"–, puso de relieve la nueva hornada de autores catalanes actuales. Xavier Puig, director del Coro de Cámara del Palau, en una mesa redonda que se hizo poco antes del concierto y que llenó la sala pequeña, destacaba la larga tradición catalana de canción coral, su diversidad de influencias y todo lo que significan canciones como La bandera o El emigrante, y recordó que estas últimas canciones, que pudieron escucharse en Hamburgo, fueron prohibidas durante la dictadura y acompañaron a miles de exiliados.

"Vivimos en una época dorada, porque tenemos la mejor generación de compositores, tanto por su diversidad como por la calidad, pero tampoco podemos olvidar la canción popular que es la que ha hecho posible que no perdamos el patrimonio musical", aseguró Puig. El Cor de Cambra ofreció un repertorio ecléctico con las canciones de Lluís M. Millet, Pau Casals y Enric Morera, pero también con nuevas composiciones como Toda la gente de Rupit, de Anna Campmany, que forma parte del corazón y cantó en Elbphilharmonie, y La soltera galera, que hizo sonreír al público.

Cargando
No hay anuncios

"Hemos querido mostrar la diversidad de orígenes e influencias que tenemos, porque estamos en un lugar del Mediterráneo con una gran diversidad de expresiones musicales, pero también queremos demostrar que siempre nos gusta innovar. En este sentido, es imposible no mencionar a Rosalía", aseguraba Oller. "La música que hemos traído no sólo tiene una fuerte presencia de la tradición, sino que demuestra que la tradición está viva porque los músicos la conocen, la valoran y la han hecho suya", explicaba la directora de creación del Llull, Maria Lladó. "Es una elección que refleja como una tradición milenaria dialoga con la contemporaneidad, esa presencia internacional nos permite tener una voz en el mundo y poder dialogar con otras culturas", destacaba la consejera de Cultura, Sònia Hernández. El punto final en el Focus Català lo pondrán Sílvia Pérez Cruz y Salvador Sobral.