"Los catalanes, cuando nos ponemos, ¡somos cojonudos!"

BarcelonaEl músico y escritor Ramon Gener ha empezado este Sant Jordi firmando a toda prisa en la parada de la librería Ona ejemplares de su debut en la ficción, Historia de un piano. Solo lleva un boli Bic nuevo, ya ese ritmo quizás tenga que comprar otro antes de que acabe la jornada. El premio Ramon Llull y el reconocimiento que Gener ha logrado en televisión y en los teatros son un imán para los lectores. Aún así, se esfuerza en dedicarles un poco más de tiempo para poder hacerles una dedicatoria más personalizada. Emili y Marta le han pedido que les firmara cuatro ejemplares deHistoria de un piano, uno para ellos y tres para regalar. Uno será para la profesora de piano de Emili. "Todos somos amantes de la música", dice Marta. Ella aún no la ha leído, pero Emili le ha dicho que en el libro aparece una de sus piezas favoritas, el Nocturno núm. 10, de Frederic Chopin. Además, Emili y Gener se han reencontrado hoy después de veinte años. "Es un libro embriagante", decía Emilio.

Enero dice que no tiene demasiado en cuenta que su libro sea el más vendido de ficción en catalán de las últimas semanas. En el desayuno que Edicions 62 ha organizado en La Farga a las ocho y media de la mañana, Gener ha advertido que no va en "plan competición" sino que tiene ganas de "disfrutar" y de pasar el día con sus lectores y seguidores. "Cuando me preguntan qué soy, si soy un músico o un escritor, digo que soy un compartidor. Todas las cosas bonitas que me están pasando me las tomo con el ánimo de compartirlas", ha dicho.

La llegada meteórica de Maria Nicolau

Otra autora muy popular, Maria Nicolau, ha llegado exultante a la parada de la Librería Universitaria, y la veintena de lectores que le esperaban le han recibido con aplausos. "He saltado del coche! ¡Buenos días! ¡Viva Sant Jordi!”, ha respondido Nicolau. Firma sobre todo ejemplares de su último libro, ¡Cremo! “Me gusta que los lectores me digan cómo han leído el libro, si les ha cambiado algo. Sant Jordi es la mejor fiesta del mundo. No existe Sant Jordi en ninguna parte más del mundo celebrado de esta manera. Los catalanes, cuando nos ponemos, ¡somos cojonudos!”, dice Nicolau, que lleva dentro el bolso "ganyip: almendras, avellanas, un poco de secallona y cuatro chicharrones" para aguantar todo el día.

Los lectores caen rendidos ante Maria Nicolau. Una chica le ha regalado un collar de cerámica que llevaba. Otra lectora, un bote de mermelada de fresa hecha por sí misma. Y un miembro del grupo Els Gats, un CD de la banda. Cuando coincidieron en la misma parada, Santi Balmes, el líder de la banda Love of Lesbian, le pidió a Nicolau la receta de las sardinas en la papillota, y hablaron de música. "Con ¡Cocina! O barbarie, la gente ha descubierto que las cosas dan más miedo que la complicación que tienen. Ahora se atreven a hacer fumet, suquet, zarzuelas, fideos en la cazuela... Esto es fabuloso. De ¡Cremo! (Columna), la gente que se le ha leído me dice que lo empezaron y no eran capaces de parar, que es como una novela de aventuras. Y con esto me hace feliz, ver que se lo pasan bien y que hay algo que les interpela".

Sonriendo, y más relajado que Nicolau, el periodista Xavi Coral vuelve a firmar por Sant Jordi, después de publicar una recopilación de artículos que escribió para el ARA. Cómo esquivar las balas (La Campana) es su primer novela. “Escribir es un acto muy íntimo, en ese momento no tienes la idea de que lo acabará leyendo alguien. Sant Jordi es un momento muy bonito para que la gente te cuente porqué ha elegido tu libro, y tú puedes explicarle por qué lo has hecho. Como explico la historia de mis abuelos, creo que el libro puede conectar con mucha gente”, dice Coral.

Otras de las estrellas más mediáticas de este Sant Jordi son las Teresinas, protagonistas del libro Vida de Teresita (Rosa de los Vientos). Han llegado a la parada del paseo de Gràcia en silla de ruedas, llevadas por unos chicos con trajes llamativos. Salvo que las piernas no les van como antes, se mantienen estupendas después de más de treinta años de la serie que las ha convertido en un fenómeno intergeneracional. "Estamos encantadas y muy contentas de que haya tanta gente. No nos lo esperábamos. Ya sabemos que la gente nos quiere mucho, pero otra cosa es con el trabajo que hay el día de Sant Jordi!", dicen Teresinas. "En el barrio sí, pero aquí tan lejos no sabíamos cómo iría", aseguran. También firman ejemplares sus autores reales: el director de La Cubana, Jordi Milán, y Pol Vinyes, miembro de la compañía desde el 2008. "En 43 años La Cubana nunca hemos hecho un libro. Desde Penguin nos enredó y los hicimos entrar en un juego de realidad-ficción: ellas les dijeron que no, porque no saben escribir, y les pusieron dos negros, que somos Pol y yo, durante todo un año", dice Jordi Milán.