Represión franquista

Martín Villa, sobre la querella argentina: "No me ha quitado ni un minuto de sueño"

El ex ministro español reaparece públicamente en Madrid y tilda de "espectáculo kafkiano" el seguimiento en España de su juicio

MADRIDEl exministro español Rodolfo Martín Villa ha escogido el hotel más lujoso de Madrid para reaparecer públicamente después de que la Cámara Federal de Buenos Aires considerara el 24 de diciembre que no había suficientes pruebas para acusarlo de crímenes contra los derechos humanos. "He esperado el momento en el que podía parecer oportuno que apareciera", ha dicho Martín Villa este lunes. Rodeado de amigos y compañeros, entre los cuales el popular Pío García-Escudero, expresidente del Senado, o el diputado en activo, también del PP, Adolfo Suárez, Martín Villa ha presumido de haber vivido con tranquilidad "todos estos años", incluso después de que la jueza argentina María Servini decidiera abrir en octubre de 2020 un proceso contra él, en el marco de la querella argentina. "No me ha quitado ni un minuto de sueño", ha aseverado.

Tanta es la comodidad con la que Martín Villa ha salido a "explicarse" durante más de una hora desde un atril que incluso ha anticipado que puede "abordar con toda tranquilidad" futuras diligencias que se puedan abrir. De hecho, el equipo jurídico argentino ya anunció que seguiría investigando para acreditar de manera más sólida la responsabilidad del ex ministro. La Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina (Ceaqua) ha recibido a gritos de "Asesino, asesino" al ex ministro cuando ha llegado al hotel. Los familiares de las víctimas de la represión policial de los años en los que Martín Villa era el responsable de Interior hace años que piden justicia. Servini, que desde el 2010 investiga los crímenes del franquismo, anunció en octubre que abría el proceso contra Martín Villa por cuatro homicidios durante los primeros años de la Transición. Según el auto, la magistrada le atribuye la responsabilidad del asesinato de tres obreros en Vitoria en 1976 y de la muerte de Germán Rodríguez por los disparos de la policía en Pamplona durante los Sanfermines de 1978. 

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Martín Villa ha negado la existencia de un "plan sistemático, deliberado y generalizado" que consistiera en la eliminación del adversario político y, en concreto, de los cuatro homicidios. "La mentira tiene las patas muy cortas", ha insistido el ex ministro, que ha tildado de "espectáculo kafkiano" el seguimiento social y mediático de su imputación. Para reafirmarse todavía más en su inocencia, Martín Villa ha optado por la ironía: "Habría podido ser el responsable político y penal de aquellas muertes. Incluso habría sido posible, en un ataque de locura, ser el autor material. Lo que no es posible es que yo formara parte de algunos gobiernos, en concreto en la Transición, que urdieron un plan para atemorizar a los españoles partidarios de un gobierno democrático", ha dicho. Más tarde, sin embargo, ha sido preguntado por algunas muertes concretas, como la de los tres obreros en Vitoria en 1976. "La actuación de la policía y la Guardia Civil podría ser discutible, errónea, pero de aquí a hablar de crímenes [contra la humanidad]...", ha reiterado. A Martín Villa también se lo quería imputar por la muerte de Germán Rodríguez por los disparos de la policía en Pamplona durante los Sanfermines de 1978. 

Martín Villa ha dado las gracias a las personas que comparecieron en el juzgado de Buenos Aires para defenderlo y ha querido destacar las figuras de los ex presidentes del gobierno español Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, que días antes de la declaración de Martín Villa escribieron a la magistrada de la querella para mostrar su apoyo al imputado, de la mano, además, de ex líderes sindicales de CCOO y la UGT.

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Precisamente para abanderar la Transición como un cambio incuestionable, Martín Villa ha dicho que si bien podría "legítimamente" haberse acogido "a la ley de amnistía o a la prescripción de los delitos", era una manera de defender su "honorabilidad" y la de los suyos, "también atacada". "Pero si tocaba a la Transición, yo entendía que como miembro de aquel primer gobierno de Adolfo Suárez, tenía la obligación moral y personal de enfrentarme a ello", ha defendido.

Dardo a la futura ley de memoria española

Martín Villa ha aprovechado la ocasión para lanzar un dardo a uno de los proyectos, que por ahora está guardado en un cajón, que quiere impulsar el gobierno español: la ley de memoria democrática. "La música [de la normativa] es en cierto modo muy parecida a la imputación de la querella argentina", ha sostenido el ex ministro, que ha criticado la posibilidad de que se pretenda "resumir la Transición diciendo que fue una continuidad de la dictadura o incluso que durante la Transición había planes de odio", ha dicho. A pesar de que el ex ministro jugaba en casa, el público se lo ha hecho saber: "Estamos contigo", ha exaltado al final el presentador del acto, en medio de aplausos de los asistentes.