Los museólogos critican el proyecto del Hermitage porque no es "ni para la ciudad ni para el país"
La Associació de Museòlegs de Catalunya se posiciona "rotundamente en contra" del museo
BarcelonaLa Associació de Museòlegs de Catalunya (AMC) se posiciona "rotundamente en contra" del proyecto del Hermitage en Barcelona. "No creemos que sea el proyecto que necesita ni la ciudad ni el país", dice el vocal de la entidad, Damià Amorós, en una entrevista con la ACN. La entidad duda que el equipamiento encaje con el ecosistema museístico de la ciudad y critica "la opacidad" que hay detrás el proyecto, porque se desconocen las colecciones que se expondrían, la "interacción" que tendría el equipamiento con los barceloneses y cómo afectaría a los trabajadores de los museos. "Nos despierta más miedos que ilusiones", resume el presidente del AMC, Joan Vicens Tarré. Desde la entidad aseguran que la situación económica del sector cultural es muy dura.
La AMC fijó el posicionamiento sobre el Hermitage lunes en un debate en el que participaron unos treinta asociados. De estos, un 87% se mostraron en contra del proyecto, mientras que el 13% restante lo veían como una "oportunidad". "El no es transversal en los asociados", valora el vocal de ACM. Es por este motivo que desde la entidad adoptan esta posición, a pesar de que aseguran que nadie les ha explicado "de primera mano" en qué consiste propiamente el proyecto. "No lo podemos acabar de valorar porque no lo hemos visto, pero de entrada toda la información que nos ha llegado es para estar en contra", matiza Vicens.
En relación con la posibilidad de que el Hermitage añada oferta cultural a Barcelona, argumentan que la capital catalana ya cuenta con colecciones "de primera línea". Además, aseguran que "no entienden" el papel y el interés del Liceu en el proyecto. "No sabemos qué se esconde detrás de todo esto", dice Amorós. La entidad apunta que hay intereses económicos y no culturales.
Vista la situación económica actual del sector, que aseguran que "no levanta la cabeza" desde la crisis de 2008, consideran que la entrada de una franquicia como Hermitage a la capital catalana supondría "sumar otra problemática". "Vale más salvar y tutelar los museos que ya hay ahora, que por ley es la obligación", dice Vicens.
La posición de la AMC, además, pone en entredicho que el proyecto tenga éxito en Barcelona. Así, explican que ha habido otras franquicias de Hermiatge que o bien han tenido que cerrar por problemas económicos o bien son deficitarias, como la de Ámsterdam, que actualmente sale adelante gracias a las ayudas públicas. En este sentido, argumentan que la Generalitat tampoco se ha posicionado, de forma que todo ello genera incógnitas sobre la viabilidad del equipamiento.
El posicionamiento de la Associació de Museòlegs de Catalunya va en la línea de lo que ha expresado la Associació Catalana de Crítics d'Art y la Plataforma d'Artistes de Catalunya, que también han visto negativamente la ensambladura del Hermitage con el sector cultural catalán.