Otra canción de verano es posible
Una selección musical que evoca sensaciones veraniegas, no todas alegres ni hedonistas
BarcelonaMás allá de los tópicos, hay todo tipo de canciones relacionadas con el verano. Algunas responden a las expectativas temáticas y sentimentales, pero otras proponen giros de guión más brumosos o adquieren una dimensión veraniega que los autores seguramente no habían previsto. En el ARA hemos hecho una selección que publicaremos en varias entregas a lo largo del mes de agosto. De momento, una decena de canciones que comienzan paseando por Roma y terminan en una noche hipnótica en Benicàssim.
'Didi', de Khaled
Incluida también en la banda sonora de la película 'Caro diario' (1993), de Nanni Moretti
Pocas cosas son más veraniega que el italiano Nanni Moretti paseando en Vespa por la Roma menos turística en pleno ferragosto. Lo hacía en la película Caro diario, uno de cuyos momentos más icónicos es cuando Moretti, que quiere aprender a bailar para dejar de ser el hombre que mira cómo bailan los demás, hace danzar la moto al ritmo de Didi, la canción que el argelino Khaled publicó en 1992. Prodigio de música rai, pop y funk, Didi es el lamento por un amor no correspondido, pero se expresa con alegría en vez de tristeza. Como hace el propio Moretti, que empapa de comedia un recorrido amargo por el barrio de Casal Palocco, en el sur de Roma, en el que incluso abuchea a un vecino porque abandonó el corazón de Roma para ir a vivir a una zona residencial sin personalidad.
Didi está presente en toda la ruta —también cuando Moretti reconoce a la actriz Jennifer Beals y la agobia con reflexiones sobre el baile— y deja de sonar cuando el director italiano tiene la funesta idea de entrar en un cine a ver Henry, retrato de un asesino en serie de John McNaughton, cuyo visionado provoca una escena delirante entre Moretti y un crítico de cine. Además de la canción de Khaled, la banda sonora de los paseos romanos con Vespa de Caro diaro también incluye Batonga de Angelique Kidjo, I'm your man de Leonard Cohen y una versión de Visa para un sueño de Juan Luis Guerra. Dos de las tres son suficientemente veraniegas, al menos por el ritmo.
'Summertime', de la ópera 'Porgy and Bess', de George Gershwin, Ira Gershwin y DuBose Heyward
Interpretada por Billie Holiday, Ella Fitzgerald, Nina Simone, Janis Joplin, Ray Barretto, Lana del Rey...
Del verano esperas canciones alegres, despreocupadas, sensuales o sexuales. Es decir, con más sudor que lágrimas y sangre. Lo que no esperas es una nana como Summertime, esos acordes brumosos, como dice el musicólogo Alex Ross, aquel la menor donde Billie Holiday incubaba todas las tristezas en la versión que grabó en 1936. O la fatalidad con la que la voz de Nina Simone acompañaba la melodía del piano en la de 1959. Aquel verano es invocado en Porgy and Bess cuando Clara acuna su hijo mientras los hombres se preparan para jugarse a dados lo que han ganado pescando. La letra engaña al hijo. "En verano la vida es fácil. Los peces saltan y el algodón está alto [...] Papá es rico y mamá es guapa"... La música no engaña. George Gershwin creó una obra maestra y la regaló para que los mejores intérpretes la hicieran suya. Ella Fitzgerald y Louis Armstrong la despegaron en la categoría de estándar inmortal. Janis Joplin la rasgaba desde el fondo del blues. Chet Baker la convirtió en melancolía pura. John Coltrane la reconoció como una de sus preferidas, estrujando frenéticamente su melodía con el saxo. Ray Barretto la vistió de guajira. Lana del Rey le ha arrastrado por las colinas de la pena... Un verano como no imaginabas.
'Rezaca en su playa', de Maria Jaume
Una de las joyas del disco 'Nostalgia airlines' (2024)
Amores veraniegos que en la promesa llevan la decepción. La memoria los recupera con ternura, pero también los hay que querrías olvidar: es el recuerdo que todavía te escuece porque no fue como querías. La mallorquina Maria Jaume rememora "noches de alto voltaje y resaca en su playa", cuando todo está por amar y todo es posible. Ambos querían que esa aventura no tuviera caducidad, pero la vida tenía otros planes y "te fuiste para siempre". Ella lo lamenta columpiándose en un reggaetón sutil y delicado, sin sangre porque ambos sabían qué pasaría "para septiembre". Una de las grandes canciones de amor de los últimos años. O del amor añorado.
'Un verano sin ti', de Bad Bunny
La contracanción de verano
El pop en vano lleno, de amores de verano celebrados o añorados. Bad Bunny, en cambio, se plantea el drama de un verano sin la amante perdida. Cabe decir que admite que seguramente la ha perdido porque él "quizá madure, pero en otra vida..." El caso es que no puede soportar la perspectiva. Ya no habrá tardes en Ibiza. Ya no será él quien la haga reír. "Un verano sin ti", lamenta mientras se lame las heridas con Corazón partío de Alejandro Sanz y acarrea la pena camino de la terapia... Pero también asegura: "Me lo estoy pasando bien, no te mentiré, pero a veces tu nombre no me deja dormir". Es decir, que la tristeza tampoco dura tanto en el cuerpo del músico puertorriqueño, que, genial por naturaleza, hace fluir los versos sobre una base electrónica obstinada. Una contracanción de verano, una joya escondida que da título al álbum que publicó en el 2022.
'La mer', de Charles Trenet
Incluida en la película 'El topo' (2011), de Tomas Alfredson, en la versión de Julio Iglesias
El estanque de Thau, frente a Seta, inspiró al francés Charles Trenet para escribir esta oda en el cielo del verano, el mar, el amor y la vida en 1946. La sencillez lírica camina sobre una melodía que recuerda la de Heart and soul (1938) de Hoagy Carmichael. Todo es alegría cuando "la mer" abre las estrofas, y así deberían ser todos los veranos, previsibles y reconfortantes como una horchata. Hay docenas de versiones, también en inglés, y la que hizo Julio Iglesias en francés en el Olympia de París en 1976 adquirió una dimensión especial cuando el cineasta sueco Tomas Alfredson la incluyó en El topo, la adaptación de la novela de John Le Carré. En una secuencia magistral, el flashback coreografía la traición del futuro en una fiesta del personal del servicio secreto británico. Se escucha a Julio Iglesias, pletórico de swing, estirando todas las vocales de La mer mientras la acción se desplaza hacia el agridulce desenlace de la historia. Termina la película y es imposible no tararear la canción durante un par de horas.
'Tour de France', de Kraftwerk
En verano, todo ciclista vive (o las pasa canutas)
La geografía del verano es la del Tour de Francia. Com dicen Kraftwerk: del infierno del norte camino de Roubaix a la Costa Azul, de cumbre pirenaicas como el Tourmalet a monstruos alpinos como el Galibier... para llegar a los Campos Elíseos de París. La mitología ciclista de julio no ha cambiado demasiado desque el grupo aleman publicó la canción Tour de France el 1983. Padres del tecno y de casi todo lo que tiene que ver con la música electrónica, ese tema sintetizaba lo que Kraftwerk habían propuesto en los álbumes Die Mensch Maschine / The Man Machine (1978) y Computerwelt / Computer world (1981). Al fin y al cabo, un ciclista profesional es la versión más depurada del hombre-máquina. El Tour de Francia también está presente en canciones de Manel como Boomerang, que rememora la masacre del 16 de julio de 1996 en las rampas de Hautacam: el día en que Bjarne Riis derrotó a Miguel Indurain, el hombre-máquina que había dominado el Tour de 1991 a 1995.
'Agost', de Els Pets
La metáfora perfecta
Agost no es una canción. O no es sólo una excelente canción de pop con aquellas cenefas narrativas que Lluís Gavaldà ha aprendido de Elvis Costello. Agost (2004) es la metáfora perfecta. "Que llegue agosto, vital y pegajoso, para quitarnos las prisas y recuperar la ternura del mundo". El verano como anhelo de paz, como esa media hora sin cronómetro ni amo en el trabajo, como la pausa en el parque mientras los hijos se pelean por la mayor irrelevancia del mundo, como la caricia reparadora que se recibe sin pedirla, como aquel pasear por pasear. Agost, cima de Els Pets, nació de un préstamo en Prades, cuando Gavaldà, curioseando una libreta de Joan Reig, encontró una página casi en blanco en la que sólo había escrita una frase: "Que sea agosto todo el año". Ojalá.
'Baba O'Riley', de The Who
Por el uso que hace Spike Lee en la película 'Summer of Sam' (1999)
Nunca dirías que Baba O'Riley es una canción veraniega. Abre el disco Who's next (1971), de The Who, y acumula tensión y una extraña esperanza mezclada con versos sobre desolación juvenil. La insistencia minimalista del riff del sintetizador, el presagio de violencia en la guitarra eléctrica y el frenesí final del violín hicieron que Spike Lee la eligiera para que ocupara dos momentos destacados de la película Summer of Sam (1999). Porque el verano también puede ser infernal, como ocurre en este filme ambientado en 1977 en Nueva York: el verano del gran apagón y de los últimos crímenes del asesino en serie David Berkowitz, del punk disputando la noche y el sexo a la música disco, y de la intolerancia de unos italoamericanos del Bronx, Sopranos antes de los Sopranos, intentando entender por qué uno de los suyos (interpretado por Adrien Brody) les había salido punk y recurría a la prostitución masculina para poder comprarse una guitarra. Justo en medio de la película (y después al final), Baba O'Riley suena para acompañar un montaje que describe perfectamente todo: la neurosis de una ciudad sitiada por la violencia y el calor en un verano infernal.
'Estate', de Bruno Martino
Odiar el verano con la elegancia con la que lo odia Ornella Vanoni
"Odio el verano". En resumen. Se va repitiendo como un mantra furioso en la letra de Estate, la canción de Bruno Martino, una de las notables contribuciones italianas al mundo de los estándares de jazz. Todos los que se acercaron a la canción mantuvieron el tono displicente a la hora de disparar el odio hacia "el verano que creó nuestro amor... para hacerme morir de dolor". Es la lógica perversa de odiar lo que más se había amado. Ese sentimiento lo han cantado Jimmy Fontana, Eliane Elias, Joao Gilberto, Vinicio Capossela... Pero quizás nadie ha llegado a odiar el verano con tanta elegancia como Ornella Vanoni en la versión que se puede encontrar en el disco I poi... tu bocca da baciare (2001). Que el odio al verano te pille bien perfumado y mejor vestido. Evidentemente, tal y como manda el canon de las grandísimas cantantes italianas, Vanoni canta como si viviera en la canción.
'Rid of me', de PJ Harvey
Una actuación memorable en Benicàssim el 5 de agosto de 2001
Más allá de la coyuntura estacional, el verano es sobre todo las cosas que ocurren durante el verano. El 5 de agosto de 2001 pasó una excepcional en el Festival Internacional de Benicàssim. Quienes estuvieron allí pueden explicar que vivieron uno de los mejores, más emocionantes y más impactantes momentos musicales de la historia. Y queda un testimonio videográfico que avala todos los elogios. La británica PJ Harvey decidió interpretar sola Rid of me rodeada de oscuridad. Sólo la cubría un halo de la luz. Rasca las cuerdas sosteniendo el acorde. Canta con la boca pegada al micrófono. Marca el ritmo con la pierna izquierda. Puedes sentir la perturbación de la respiración cuando suplica que no la dejen y, de repente, se aleja del micrófono para gritar: "¡Lámeme las piernas!" El público está hipnotizado, en silencio, hasta que el pedal cambia el sonido de la guitarra y PJ Harvey desata una catarsis histórica. Todo ello, con una cantante, una guitarra y un círculo de luz. Un verano inolvidable.