Música

"Nunca digas nunca más!" Joan Manuel Serrat y el público se reencuentran una vez más por Valencia

Estopa y el trío formado por Andrea Motis, Judit Neddermann y Lucia Fumero completaron una noche de alegría y solidaridad

BarcelonaUna de las ventajas de proclamar su "despido por voluntad propia", como hizo Joan Manuel Serrat en el 2022 al cerrar su gira de despedida, es que siempre estás a tiempo de cambiar de idea y, también por voluntad propia, ofrecer un concierto como el de ayer en el Palau Sant Jordi, precisamente el escenario de su despedida. El motivo bien lo valía: destinar la taquilla a los afectados por la DANA en Valencia, un propósito que animó también a Estopa y al trío formado por Andrea Motis, Judit Neddermann y Lucia Fumero, que congregaron entre todos a cerca de 15.000 espectadores y recaudaron 775.000 euros, lejos del millón que la organización se había marcado como objetivo.

La voz temblorosa y expresiva del Noi del Poble-sec entonando Canción de cuna abrió la noche con la naturalidad y el dominio absoluto que dan seis décadas de carrera. En su primer parlamento –no hubo muchos–, Serrat recordó unos versos de una canción de Raimon: “En mi país la lluvia no sabe llover. O llueve poco, o llueve demasiado es la sequía, cuando llueve demasiado es el desastre”. lluvia a veces no sabe llover, y tampoco los que tienen competencias, los que no escuchan a Raimon, ni las palabras de los abuelos ni el pronóstico del hombre del tiempo”. Algo personal venenoso, escupiendo versos de rabia e impotencia como “Visto y no visto / y nos la ponen doblada”.

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El sentimiento de Canción de madrugada se alternó con explosiones líricas como la de Para la libertad y el costumbrismo intimista deMi calle, tocando todos los colores de un repertorio inagotable y vive que arrastra al público a la felicidad cuando llegan temas como la machadiana Cantares, Fiesta y uno Hoy puede ser un gran día expansivo y juguetón que recibió una de las ovaciones de la noche. No podía faltar el lamento ecologista Padre, dolorosamente actual, y también la inmensa Mediterráneo, cantada desde el primer verso por un Sant Jordi algo apagado por el sonido definido y poderoso del concierto. El karaoke colectivo de Palabras de amor puso el punto y final a un reencuentro impecable y festivo. “Parece que fue ayer que jodía el campo de este escenario para no volver nunca más... ¡Nunca digas nunca más!”, exclamó el cantante. No parecía, de hecho, el último concierto de Serrat; ojalá no lo sea.

Alegría y profundidad

La calidez mediterránea de Vengo de un pueblo, un tema de Judith Nedderman muy Serrat a todos los efectos, fue la transición perfecta al segmento del trío formado para la ocasión por Neddermann, Fumero y Motis, que revolvieron la música de raíces, el jazz y la canción con alegría y profundidad. La versión de los valencianos Abrint Pas En el país del olivo cerró un concierto intenso y breve –treinta minutos tocados– que dejó con ganas de más, aunque quizás no era el lugar ni el momento para estirar más la cosa.

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Estopa fueron por trabajo y pusieron en marcha su concierto con la torrencial Tú calorro, épica de barrio algo desdibujada por un sonido que sacrificaba la definición de la banda a cambio de decibelios. Cacho a cacho, siempre infalible, puso al Sant Jordi a saltar y cantar, y la cosa no desfalleció demasiado con Vacaciones ni Tragicomedia. "Tocaremos las mejores canciones", había prometido el pequeño de los hermanos Muñoz en la presentación del concierto, y así fue: cayeron Ya no me acuerdo, La raja de tu regazo, Me falta el aliento y El del medio de los Chichos, que David Muñoz dedicó al grupo de rumba, presente ayer entre el público.

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"Hoy no es un día para quejarse de los políticos, ¡que se jodan! Es un día para celebrar la solidaridad, y que la humanidad es buena", dijo el cantante, que sí tuvo un agradecimiento para el Ayuntamiento de Barcelona por correr con todos los gastos del concierto. Temas como Pastillas de freno, Paseo o Vino tinto iban cayendo hasta que un magnífico Como Camarón ponía el colofón a un concierto que todavía se reservaba una sorpresa: "Una vez cantamos con él en el Teatre Grec, pero es que el Grec es muy pequeño", dijo Muñoz antes de invitar a Serrat al escenario para cantar juntos Me voy a pie, la canción de 1967 que Serrat y Estopa ya hicieron juntos en el 2014 y que los hermanos Muñoz grabaron recientemente en solitario para el disco de la Marató. Pese a algunos problemas de sonido, fue un final redondo para una noche sin sabor a despedida, sino de hermandad y solidaridad que acabó, claro, con todos los músicos abrazados al escenario.