Hèctor Parra pone música a Mercè Rodoreda en la Schubertíada

BarcelonaEn una época en la que impera la tiranía de la innovación constante, la Schubertíada de Vilabertran apuesta por mantener y mejorar lo que ya funciona. "Continuidad y estabilidad", ha destacado el director artístico del festival, Víctor Medem, en la presentación de la 32ª edición, que se celebrará del 10 de agosto al 1 de septiembre entre Vilabertran, Vilajuïga y Pals. Así pues, los ejes de la Schubertíada son los mismos que cada año: grandes nombres del lied, apoyo al talento joven, producciones propias, sentido de comunidad y revitalización del patrimonio. Esto no significa que el festival haya aparcado la ambición. "En los últimos años hemos crecido bastante, hemos tenido más aforo y más visitantes, y queremos seguir con esta fórmula", según Medem. "La curiosidad y la ilusión son las dos armas más importantes a medida que vayamos sumando años a nuestro trayecto vital", ha añadido Jordi Roch, fundador y presidente de honor del festival.

El grueso principal de la programación se ubica en la Canónica de Santa María de Vilabertran, donde actuarán artistas de renombre internacional como Matthias Goerne, André Schuen, Erika Baikoff, Julia Kleiter, Johannes Martin Kränzle, Katharina Konradi y Malin Byström, a quien "en estos momentos todos los grandes escenarios se disputan", apuntó Medem. "Son voces muy ligadas a la Schubertíada –recuerda el director–. Nos hace ilusión ver que algunos cantantes han venido al festival desde muy jóvenes y ahora actúan de forma regular". En cuanto a la música de cámara, el programa incluye al pianista Kit Armstrong; un cuarteto formado por Maria Florea, Àlex Ramírez, Abel Tomàs y Emma Stratton; un homenaje a Pau Casals en el que participarán los violonchelistas Laia Puig, Mariona Camats, Oriol Prat, Arnau Tomàs, Guillem Gràcia, Pau Codina y Erica Wise, y Quartet Casals, que tiene una relación muy estrecha con el festival. "Es un lujo tener cada año el Cuarteto Casals", según Medem.

El festival reafirma el compromiso con cantantes jóvenes que en unos años podrían ser nombres de referencia del circuito internacional del lied, como Gabriel Rollinson, Beth Taylor y Katja Maderer, que ofrecerá el concierto inaugural. "Somos una entidad prescriptora de nuevas voces", ha dicho Medem. Y ha añadido: "Maderer, de sólo 23 años, ya vino el año pasado y confiamos mucho. Taylor es una mezzosoprano escocesa con una voz muy especial, una artista muy intensa y de gran personalidad. Y Rollinson es un barítono que ofrecerá un repertorio muy interesante, con una segunda parte dedicada al compositor afroamericano William Grant Still”. Además, el festival ofrece cada año el programa de becas Lied the future, que da un impulso profesional a cuatro cantantes y cuatro pianistas.

Más producciones propias

Uno de los puntos fuertes de la Schubertíada son las propias producciones, que este año tienen una presencia especialmente fuerte en el programa. "El público que venga a Vilabertran encontrará producciones que no se pueden ver en ningún otro lugar, pensadas específicamente para el festival", ha explicado Medem. El 10 de agosto, el tenor David Alegret y el pianista Rubén Fernández Aguirre estrenarán el ciclo de canciones Isla de los lirios rojos, que el compositor Héctor Parra ha compuesto a partir de cinco poemas de Mercè Rodoreda. En este mismo concierto, Alegret cantará canciones de Tomàs Garcès y Eduard Toldrà. Ese mismo fin de semana la soprano Elena Copons y la pianista Deirdre Brenner protagonizarán un homenaje a la soprano Conxita Badia, "musa de muchas obras de Toldrà, cantante que estrenó muchas obras de compositores catalanes y dinamizadora cultural importante", en palabras de Medem . También habrá un concierto infantil –pues se quiere rememorar que "muchos compositores fueron niños prodigio"– en el que participarán la violista Lara Fernández, la pianista Noelia Rodiles y el guionista y presentador Òscar Dalmau.

Con la voluntad de crear "comunidad", el festival también incluye dos propuestas que imitan lo que sería una Schubertíada. La primera, coproducida con el Festival de Granada, reunirá en un mismo escenario al Cosmos Quartet, la soprano Katharina Konradi y el pianista Joseph Middleton, que interpretarán un programa centrado en Schubert. "Queremos recrear esa idea de muchos músicos que se encuentran", según el festival. La segunda propuesta es una producción del Coro de Cámara del Palau de la Música que combina música y dramaturgia. "Puede llegar a un público que no conozca a Schubert o no esté muy acostumbrado", ha añadido Medem.

Aunque el festival está arraigado en el Empordà, también cuenta con la Schubertíada Valdegovia, en el País Vasco; la Schubertíada Cantabria, en Comillas, y el Ciclo Viena 1900, en Barcelona. La Schubertíada tiene un presupuesto de 370.000 euros, como el pasado año, y las entradas ya se pueden comprar en la web del festival.