Música

"Victoria de los Ángeles siempre tuvo muy presentes sus orígenes"

La Schubertíada homenajea a la soprano barcelonesa con un recital de la cantante Katharina Konradi en la canónica de Santa María de Vilabertran

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La soprano barcelonesa Victoria dels Àngels

BarcelonaEn la escuela de la pedagoga Rosa Sensat, durante la Segunda República, los estudiantes aprendían música cantando lieds de Franz Schubert. Entre estos alumnos estaba la soprano barcelonesa Victoria de los Ángeles (1923-2005), que tras descubrir la canción alemana ya no se alejó nunca más de ella. Aunque la soprano es conocida mundialmente por haber interpretado grandes roles operísticos en el Metropolitan de Nueva York y en otros teatros de primer nivel, su gran devoción musical fue siempre el recital de canción.

“Victoria de los Ángeles era una radicalísima defensora del lied”, dice el musicólogo y periodista Pep Gorgori, que este otoño, a raíz del centenario del nacimiento de la cantante, publicará una biografía sobre la soprano con la editorial FICTA. La Schubertiada de Vilabertran (Alt Empordà), el gran festival de lied, no ha querido quedarse al margen de las celebraciones del Año Victoria de los Ángeles. "Difundió el repertorio catalán y español en el extranjero, pero también acercó la canción alemana a Catalunya –dice el director de la Schubertíada, Víctor Medem–. Antes de crear la Schubertíada en 1993 era poco habitual escuchar recitales de lied en los teatros de Barcelona, pasaba sólo una vez cada cinco o seis años".

Pocos días después del homenaje en el Festival de Torroella a cargo de Erika Grimaldi y Albert Guinovart, la Schubertíada dedicará un recital en recuerdo de Victoria de los Ángeles en la canónica de Santa María de Vilabertran. Este domingo 20 de agosto la soprano kirguís Katharina Konradi y el pianista israelí Ammiel Bushakevitz interpretarán obras del repertorio más emblemático de la soprano barcelonesa, como las Cinco canciones negras de Xavier Montsalvatge y el An die Musik, D. 547 de Franz Schubert. "Victoria de los Ángeles tuvo una relación muy cercana con Jordi Roch, el fundador de la Schubertíada", recuerda Medem. La soprano nunca actuó en la Schubertíada, pero el 27 de septiembre de 1985 dio un recital en el Festival Internacional de Música de l'Empordà, organizado por las Juventudes Musicales de Figueres, también en Vilabertran.

La soprano que se aburría en las fiestas lujosas del mundo de la ópera

"Aparte de los estudios musicales en el conservatorio, tenía una formación intelectual que la hacía muy especial, la diferenciaba de otros cantantes", asegura Gorgori. Esta sensibilidad por las humanidades la acompañó siempre, ya desde pequeña, cuando estudiaba en la escuela de Rosa Sensat. "Con sólo diez años, los alumnos estudiaban francés y hacían representaciones teatrales de obras de Goethe", explica el periodista. Más adelante, hacia 1941, se incorporó como flautista al grupo de música antigua Ars Musicae, dirigido por Josep Maria Lamaña, de donde también salieron músicos como Jordi Savall, Montserrat Figueras, Laura Almerich y Montserrat Torrent. "Lamaña le hizo descubrir un repertorio absolutamente inusual para las sopranos de la época, como el lied y el oratorio", dice Gorgori.

En comparación con otras sopranos con una imagen mediática más amplificada, Victoria de los Ángeles ha sido presentada a menudo como una antidiva. De hecho, empezó a cantar al darse cuenta de que su actividad musical podía contribuir a la economía familiar. "Siempre tuvo muy presentes sus orígenes, tocaba muchos pies en el suelo", dice Gorgori. Sus padres eran de origen humilde, habían venido a Barcelona a principios del siglo XX desde otros puntos de España. Desde el piso que tenían en la Universidad de Barcelona, como personal trabajador del centro, le enviaban cartas "con una letra precaria, de persona que no está demasiado habituada a escribir", según Gorgori. Ella las leía en el camerino del Metropolitan antes de una función de La traviata o de Madama Butterfly. “Difícilmente puedes encontrar un mayor choque entre un mundo y otro”, dice el biógrafo, que tiene conocimiento de algunas cartas en las que la soprano decía que “le daba pereza” ir a según qué fiestas lujosas, que “encontraba aburridas”.

Victoria de los Ángeles vivió un cambio de paradigma en la industria musical. "A finales de los cuarenta se llevaba de gira sus propios trajes, mientras que a mediados de los cincuenta surgió la figura del director de escena y ya se hacían los vestuarios a medida", explica Gorgori. “Ella añoraba los años cuarenta y cincuenta, en los que se valoraban más a los cantantes por la calidad musical que como productos de marketing”, dice el biógrafo.

Las canciones de Xavier Montsalvatge y Alberto Ginastera

“Debo buena parte de mi carrera sobre todo a Alícia de Larrocha y a Victoria dels Àngels, que me pidió mis Canciones negras y las puso en disco con la Orquesta del Conservatorio de París”, reconocía el compositor Xavier Montsalvatge (1912-2002), quien mantuvo siempre una relación de admiración mutua con la cantante barcelonesa. Aparte del bloque intocable de Schubert, en la Schubertíada Konradi interpretará precisamente el ciclo de canciones de Montsalvatge. “Para una soprano cantarlas es todo un reto, porque originalmente están escritas para un registro medio”, dice Konradi.

Por el contrario, Victoria de los Ángeles nunca había interpretado las Cinco canciones populares argentinas, op. 10 de Alberto Ginastera (1916-1983). “De ese compositor argentino sólo cantó la Canción en el árbol del olvido”, detalla Gorgori. “Ahora bien, había actuado muchas veces en el Teatro Colón de Buenos Aires y todavía tiene un grupo de admiradores argentinos especialmente movilizados”, dice el periodista. “Incluir Ginastera en el programa es un guiño a la vinculación de la soprano con Argentina”, añade.

La soprano Katharina Konradi.

Katharina Konradi: "Ir a Vilabertran es como volver a casa"

Desde que debutó en la Schubertíada en el 2018, la soprano kirguís Katharina Konradi (Bishkek, 1988) ha actuado prácticamente cada año. "Para mí, ir a Vilabertran es como volver a casa", dice Konradi, que se declara "fanática" tanto del repertorio español como del catalán. "Cada vez que tengo la oportunidad de cantar aquí, ajusto el calendario como haga falta", asegura. Desde la Schubertíada le aman tanto que incluso la han bautizado como "la reina de Vilabertran".

Lo que valora más del festival ampurdanés es “la mente abierta del público”, que acude para escuchar a Schubert pero también repertorio menos conocido. En esta edición participará en el concierto de homenaje a Victoria de los Ángeles. “Es la soprano catalana más brillante y, a nivel internacional, es una de las cantantes más importantes de la vieja generación”, dice Konradi, que de Victoria de los Ángeles admira sobre todo el gran abanico expresivo y la variedad de su repertorio. "A su voz reconozco un punto ligero de dolor y melancolía, y eso me encanta", asegura.

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