Ana María Crespo: "La mejor política científica en España es la catalana"
Presidenta de la Real Academia de las Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España


Ana Crespo (Santa Cruz de Tenerife, 1948) es, desde 2024, presidenta de la Real Academia de las Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España. Es la primera mujer en el cargo desde que se creó la institución, hace 177 años.
¿Las decisiones políticas se toman basadas en algo parecido al método científico?
— Éste es un tema enorme.
¿Qué diría?
— Con la tecnología y el progreso del conocimiento existen muchas decisiones políticas que tienen la obligación de pasar por asesoramiento científico. Pero después el político debe tomar decisiones. Lo digo como ciudadana. Yo voto a un político, no a un científico.
¿Y cómo define este método?
— Es la mejor explicación de la realidad. Es constatar lo que uno dice, cuando esto es constatable.
La ciencia se mueve por hipótesis, pero también tenemos certezas, ¿no?
— Claro. Hay cosas que no sabemos, pero otras seguras. La evolución es una certeza, las leyes de la física también. Sabemos que el DNA es una doble hélice.
Pero también vivimos tiempos de negacionismo.
— No creo que sea por la ciencia. Siempre ha habido falsedades o malas interpretaciones, el problema es que ahora se difunden a enorme velocidad. Es un problema que los medios de comunicación no sean vehículos de información. Nunca había sido tan partidaria de los medios.
¿Por qué?
— Porque sé qué tengo delante. En las redes existe difusión sin responsabilidad, y con un medio de información siento que tengo instrumentos para defenderme cuando me han informado mal.
¿Cuál es la mentira que más le sorprende?
— ¿Por dónde empiezo? Que el hombre no pisó la Luna, que la mente de las mujeres no sirve tanto para las abstracciones. O en mi campo, ciertas cosas que se dicen sobre las plantas medicinales. Pienso: ¿pero cómo puede ser?
¿Cómo lo resolvemos?
— La cultura científica se alimenta de buena educación. Al niño es necesario entrenarlo a observar, contar, medir y pesar cualquier información y aprender el método científico desde la escuela. Con pocas ideas sólidas en la base, y que después pueda combinar muchas cosas. E importante, hacer difusión cultural explicando la ciencia de forma sencilla. La sociedad nunca apoyará a la ciencia si no entiende lo que está haciendo.
¿Qué nota pone en la investigación científica en España?
— Siempre se dice que falta financiación. Yo creo que debemos distinguir entre pública y privada. Si miras inversión pública, no estamos tan lejos de los países de nuestro entorno. Donde existe una gran diferencia es en la inversión del sector privado. Estamos muy lejos de lo necesario.
¿Y qué modelo señala el camino?
— En España, la mejor política científica, la que da mejores resultados para la ciencia, es la catalana.
¿Por qué?
— Yo lo atribuyo personalmente a la política que hizo Mas-Colell. Resolvió la captación de talento al tiempo que estimuló la productividad científica de calidad. Y la creación de Icrea fue un enorme éxito, porque se ha dotado al sistema de una flexibilidad que no tenía el resto del sistema científico español.
Sobre investigación, atención a su campo: investigación evolutiva, sistemática y ecológica de biodetección de líquenes.
— Es de lo que más sé.
Para mí es sólo lo verdoso que encontramos en árboles y...
— Son interesantísimos, un icono de la simbiosis.
¿Por qué?
— Porque no es una mancha, no es musgo... Es la simbiosis entre un hongo y un alga o un cianobacterio. Y la simbiosis es muy interesante, es un problema tan importante como el envejecimiento.
Perdón por preguntarlo así, pero... ¿de qué sirven?
— Son indicadores de la calidad del aire, por ejemplo. Si vas a un sitio y no hay líquenes, te explican que hubo una central térmica, etc.
¿Cómo acabó interesada en esto?
— Creo que fue la estética, la belleza. Y en la montaña son trascendentales en los roquedales. Y a mí me encantan la montaña y las plantas.
¿Y por qué las plantas?
— Por el mismo motivo por el que ahora las regalo a mis nietos. Pones un poquito de tierra, la cuidas mínimamente y de ahí sale una flor maravillosa. En las plantas se ve la vida, el dinamismo de la vida.
Es la primera mujer que preside la academia en 177 años. Me han dicho que se notó en los baños…
— ¿Qué imagen, no? Estaba todo tan preparado para los hombres que sólo podías entrar en un baño después de pasar por el urinario.
No me hubiera gustado entrar.
— A mí tampoco, ya les dije que no eran formas, y que había que cambiarlo. Tardó más de lo que quería, pero ahora tenemos un baño unisex perfectamente presentable.