Muere el músico Quincy Jones a los 91 años
Su trayectoria incluye la producción de discos de Michael Jackson y Frank Sinatra
BarcelonaEl músico estadounidense Quincy Jones ha fallecido este domingo a los 91 años en Los Ángeles, "rodeado de la familia", tal y como ha informado su representante, Arnold Robinson. "Con el corazón roto debemos compartir la muerte de nuestro padre y hermano. Y aunque es una gran pérdida para la familia, celebramos la vida que vivió y sabemos que nunca habrá nadie como él", dice la familia.
Efectivamente, Quincy Jones fue único, sobre todo como productor. Su magia es evidente en algunos de los hitos más relevantes de la música popular estadounidense del siglo XX, como los discos de Michael Jackson Off the wall (1979), Thriller (1982) y Bad (1987). Su currículum como productor también incluye álbumes de Frank Sinatra, Aretha Franklin, Dizzy Gillespie, Sarah Vaughan, Donna Summer, George Benson y Little Richard, entre otros. Es decir, forma parte de algunos de los principales capítulos de la historia musical de Estados Unidos, especialmente del jazz, el pop, el soul y la música disco. Quincy Jones es el tercer artista que más premios Grammy ha ganado, 28, por detrás de Beyoncé (32) y George Solti (31). También fue el productor de We are the world (1985), compuesta por Michael Jackson y Lionel Richie e interpretada con fines benéficos (combatir el hambre en Etiopía) por un grupo de estrellas como Stevie Wonder, Bob Dylan, Tina Turner, Bruce Springsteen, Dionne Warwick y Al Jarreau, entre otros.
Además, fue un destacado compositor de bandas sonoras de películas como A sangre fría (Richard Brooks, 1967), En el calor de la noche (Norman Jewison, 1967), Un hombre para Ivy (Daniel Mann, 1968), La fuga (Sam Peckinpah, 1972), El mago (Sidney Lumet, 1978) y El color púrpura (Steven Spielberg, 1985), entre otros. Pese a no ganar a ningún Oscar, sí tuvo siete nominaciones.
Nacido en Chicago el 14 de marzo de 1933, e instalado con su familia en Seattle en 1945, Quincy Jones se introdujo en la música como trompetista, y enseguida destacó como arreglista. El jazz fue su primer campo de acción, sobre todo cuando empezó sus estudios en la escuela de música de Berklee, en Boston. El gran salto llegó cuando formó parte de la banda de Lionel Hampton, para quien también hizo arreglos. También trabajó con Ray Charles, Sarah Vaughan, Dinah Washington, Count Basie y Duke Ellington. Paralelamente, fue desarrollando una carrera como líder, navegando en distintas tendencias del bebop y el modern jazz. El primer álbum a su nombre fue This is how I feel about jazz (1957). Entre este disco y Back on the block (1989), Jones recorrió diferentes caminos del jazz, el pop y el soul, una trayectoria culminada con éxitos como Ay no corrida, una de las canciones del álbum The dude (1981).
El libro Q: the autobiography of Quincy Jones (2001) –traducido al castellano por Luis Murillo Fort para Libros del Kultrum en 2021– es un testimonio imprescindible de la cultura musical de la segunda mitad del siglo XX. Además de aportar todo tipo de cosas sobre la vida personal de Jones –como los matrimonios con Jeri Caldwell (1957-1966), Ulla Andersson (1967-1974), Peggy Lipton (1975-1989) y Nastassja Kinski (1991-1995)–, explica la forma de hacer de cantantes como Frank Sinatra, Ella Fitzgerald y Sarah Vaughan, los detalles que les hacían tan grandes. "Frank [Sinatra] había crecido cantando con big bands y sabía sonar como un instrumento de viento; por tanto, nunca perdía el pulso de la canción. Su swing era impresionante", decía sobre Sinatra, para quien hizo arreglos en los discos It might as well be swing (1964) y Sinatra at the Sands (1966), un álbum compartido con Count Basie y el propio Quincy Jones. A Sinatra también le produjo el álbum LA is my lady (1984).
De Ella Fitzgerald destacaba que le gustaban "los arreglos que le daban libertad para cantar" y que le permitían "embriagarse con la orquesta". En cambio, Sarah Vaughan prefería los arreglos sofisticados, "con cambios de acuerdos más sugerentes". Todo ese conocimiento adquirido de primera mano durante los años cincuenta fue fundamental para que Jones desarrollara la carrera como productor, con metas como la trilogía de platino de Michael Jackson.
El éxito con Michael Jackson
"Conocí a Michael Jackson en 1972, en una fiesta en casa de Sammy Davis en Los Ángeles", explicaba Quincy Jones en la autobiografía. Sin embargo, no trabajaron juntos hasta que el cineasta Sidney Lumet le pidió al productor que supervisara la banda sonora de El mago, adaptación en clave afroamericana de El mago de Oz, con Diana Ross y Michael Jackson como protagonistas. "Personalmente, lo mejor de El mago fue Michael, además de poder trabajar por fin con [los compositores] Nick Ashford y Valerie Simpson", recordaba. Según Jones, Jackson se presentó un día en su casa. "Me dijo: «Estoy preparando material para hacer mi primer disco en solitario para Epic Records. ¿Podrías ayudarme a encontrar un productor?»" Jones tenía mucho trabajo, pero contestó que pensaría en ello. Al cabo de un tiempo, mientras trabajaban en El mago, le propuso ser él el productor. Sin embargo, la discográfica no lo veía claro, porque consideraba que Jones era demasiado jazz para el pop. "Me da igual lo que piensen. Quincy producirá el disco", dijo Jackson. El resultado fue Off the wall (1979), y la ampliación de la tesitura de la voz del cantante, tanto en lo que se refiere a los graves como a los agudos. El entendimiento fue extraordinario, avalado además por unas ventas muy jugosas. Así pues, ambos repitieron en Thriller (1982) y Bad (1987), y culminaron una trilogía histórica.