Música

Muere Sly Stone, el gran revolucionario de la música negra

El autor de 'There's a riot going on' tiñó el funk de psicodelia, rock y política a finales de los años 60

BarcelonaSylvester Stewart, conocido artísticamente por Sly Stone, ha fallecido el domingo a los 82 años en Los Ángeles, donde vivía desde los años 70. Sin el músico y el puñado de discos emblemáticos que publicó a finales de los años 60 y principios de los 70 con la banda Family Stone seguramente no existirían Prince, Red Hot Chili Peppers. Stone revolucionó el funk y el soul de la época con un estilo que incorporaba el rock y la psicodelia y lanzaba consignas políticas: una banda sonora inflamada e interracial (dos de los miembros de la banda eran blancos) en sintonía con el espíritu convulso de la época. La causa de la muerte fue "una larga batalla contra su enfermedad pulmonar crónica" y "otros problemas de salud subyacentes", explicaron sus representantes.

Stone despuntó como prodigio musical a mediados de los 60 y en 1966 unió su banda con la de su hermano Freddie. La formación resultante, Sly & the Family Stone, no sólo integraba a músicos blancos y negros, sino también a hombres y mujeres. Una banda revolucionaria en la que la otra pieza clave era Larry Graham, uno de los mejores bajistas de la historia de la música negra. Su primer disco, En whole new thing (1967), ya incluía su primer gran éxito, Dance to the music, himno de funk y soul que funcionaba como tarjeta de presentación del grupo. Más adelante llegaron otras bombas de ritmo como Everyday people (1968), Hot fun in the summertime (1969) y la rompedora Don't call me nigger, whitey (1969).

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La primera cima de la banda en formato álbum fue el explosivo Stand! (1969), que vendió 3 millones de copias en Estados Unidos. Temas como Y want to take you higher abrieron al grupo las puertas del Festival Woodstock, donde realizaron una de sus actuaciones más emblemáticas. El soul enérgico y psicodélico de este disco se oscureció en la siguiente obra maestra, There's a riot going on (1971), título que funcionaba como respuesta al What's going on de Marvin Gaye. Más introspectivo y políticamente comprometido, el disco lo graba casi en solitario el propio Stone, haciendo evidentes los problemas internos del grupo, que se desintegró a mediados de los 70 por culpa de las adicciones de su líder.

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Mientras el legado de Stone se iba haciendo cada vez más presente en la música norteamericana, la figura del músico se diluía en el paisaje de la música estadounidense. Marcada por sus problemas con las drogas, la trayectoria posterior del músico fue al menos errática. Pese a colaborar con George Clinton y publicar algunos discos solo durante los años 80, sus apariciones en público fueron cada vez más escasas. En 2006, los Grammy le dedicaron un gran homenaje que culminaba con una actuación del músico, que sólo pudo cantar unos versos y acabó ahogado por los cañones de humo del escenario.

En 2009, el documental Coming back for more reveló que Stone había perdido su mansión y vivía en una furgoneta a causa de un litigio con su mánager. El conflicto legal y las dificultades económicas de Stone se alargaron hasta la década siguiente, cuando el músico reapareció varias veces en público, pero actuó en contadas ocasiones.

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